Danahé San Juan
La última conferencia del 2020 impartida por el Capítulo Ciudad de México de ASHRAE, intitulada “5 megatrends y el futuro de oficinas postcovid”, estuvo dedicada al papel disruptivo y el impacto acelerador de la pandemia de la covid-19 a lo largo de este año. La plática estuvo a cargo de Juan Carlos Baumgartner, socio fundador de la firma internacional de arquitectura Space y Arquitecto LEED por el US Green Building Council, y fue patrocinada por las empresas Belimo, Ibalca e Innes Aire.
De acuerdo con Baumgartner una de las conclusiones a las que se llegó, luego de mucho análisis, “es que casi nada nuevo ha surgido como consecuencia de la covid-19. Todo lo que se está viendo son tendencias que ya existían que se vieron aceleradas”. En otras palabras, el coronavirus es un acelerador de tendencias.
Una megatrend, explicó Baumgartner, “es una fuerza ajena a la sociedad que modifica comportamientos. Si esos comportamientos se ven modificados por suficiente tiempo, terminan modificando hábitos. Y una vez que se modifican hábitos, la gente ya no regresa al hábito y/o comportamiento previo”. No obstante, también representa gran oportunidad, por lo que no basta identificar los cambios, hay que entender cuáles son los efectos, detectar cuáles pueden transformar a la industria y desaparecer empresas, y cuáles pueden convertirse en una herramienta de crecimiento y ventaja competitiva.
Pero, ¿cuáles son estas megatrends? La primera es el distanciamiento físico, la cual ha presentado grandes dificultades y consecuencias negativas en el ánimo de las personas –estrés, ansiedad, depresión, aumento en el alza de suicidios– y la economía, si bien es la que más oportunidades puede generar. Pensando en esto, se debe replantear el diseño de los espacios, considerando la salud mental.
La segunda es el teletrabajo o homme office, que aunque ya existía, no se aceleró sino hasta que vino el confinamiento. Con esta acción se demostró que esta modalidad de trabajo, que lleva en la mesa de discusión 20 años, es una gran opción, porque “la razón más importante de la oficina no es ir a trabajar, sino construir cultura organizacional, generar engagement”.
La tercera alude a una la redefinición y énfasis en los hábitos de higiene, una de las que más conductas y patrones cambiará; además del impulso a la economía low touch. La importancia de la higiene se llevará a muchos planos de la vida cotidiana; por ejemplo, la cadena de frío para los alimentos recibirá mayor atención.
La cuarta es la restricción de viajes y movilidad, lo cual puede presentar muchos retos, pero también grandes oportunidades como el auge del turismo local, que traerá beneficios económicos. Esto también modificará la manera como se piensa la experiencia de viaje del turista y su perfil. Esto, en el caso de los hoteles y demás espacios turísticos, también implica cambios en la forma como se brinda confort climático y se mantiene la calidad del aire interior.
La quinta es el desempleo masivo, lo que significa que los empleados buscarán estabilidad y dejarán en segundo plano el crecimiento y otras aspiraciones. Esto también implica adquirir talento, pero también reemplazar personal y el auge de los nómadas digitales, es decir, personas que no requieren de un espacio físico fijo para poder llevar a cabo sus labores profesionales.
La covid-19 ha roto con todos los paradigmas existentes, ha traído caos, pero también oportunidades. ¿Están listos los empleadores para avanzar con la nueva normalidad, la transformación de la economía y el cambio de mentalidad de las personas, los problemas en la salud mental y emocional que ha generado la pandemia?