Cristina Gamboa, CEO del WorldGBC, asegura que el trabajo de SUMe, en conjunto con los gobiernos de Campeche y Yucatán, es un referente internacional en el desarrollo de políticas públicas que buscan solucionar los desafíos que el cambio climático representa. En esta entrevista, detalla el nacimiento del PACC-BEA y el éxito tan particular en México a través de SUMe
Ana Carolina Salas
Este año se llevará una de las citas más cruciales para el planeta. Glasgow, Escocia, será la sede de la COP 26 donde se discutirán los compromisos ambientales que las naciones del mundo requerirán cumplir de cara a la crisis climática que enfrenta la Tierra y la humanidad.
Un organismo que ha sido parte de las soluciones necesarias para reducir la huella de carbono del ser humano es el World Green Building Council (WorldGBC), cuya CEO, Cristina Gamboa, ha trabajado de la mano con múltiples países para conseguir metas urgentes de disminución de consumo energético y adopción de prácticas sostenibles en la industria de la edificación.
Para conseguir lo anterior, el WorldGBC crea una red de intercambio y de articulación entre organismos públicos y privados para generar alianzas con el fin de apoyar a ciudades que busquen emprender un camino de mejora de sus políticas públicas. Así, el WorldGBC, con toda la experiencia, y a través de sus Consejos representantes en cada país, agiliza la ejecución de programas y garantiza el éxito de cada uno.
Y eso es justo lo que ha logrado Sustentabilidad para México A. C. (SUMe), el representante en México del WorldGBC en conjunto con los gobiernos de Campeche y Yucatán. Para la CEO del WorldGBC, es un logro que coloca a SUMe como “un referente en América Latina y otras regiones en África y en el sureste asiático, donde están queriendo hacer este tipo de proyectos, sobre todo porque influenciar políticas públicas es un gran logro. El trabajo de SUMe se vuelve referente porque está todo muy documentado, se hizo con una rigurosidad metodológica, lo que lo vuelve muy útil para otras ciudades”.
El impacto de este tipo de programas en el combate al cambio climático es profundo, asegura Cristina Gamboa, porque incorporan al sector de la construcción como una solución en tres órdenes: global, regional y local. Además, puntualiza, a través de este tipo de políticas se comienzan a cumplir los Acuerdos de París.
─¿Cómo llegó el PACC-BEA al WorldGBC y en qué países se lleva a cabo?
El PACC-BEA llegó hace unos tres años, pero el Consejo Mundial ha colaborado en la iniciativa desde hace más de cinco años. Lo importante es que el proyecto se ha ido construyendo en fases para poder generar unas redes en las que estamos logrando un intercambio profundo de conocimiento y de influencia para mejorar la políticas públicas con el propósito de que un sector que tiene un gran aporte en materia de emisiones contribuya a las soluciones de desarrollo sostenible y mitigación de cambio climático.
En particular esta última fase está apoyada por P4G (Partnerships for Green Grow), una organización que creyó en los consejos de construcción sostenible como SUMe, creyeron en su capacidad técnica para desarrollar políticas públicas, sobre todo a nivel de municipios y ciudades y estados en toda América Latina.
Se ha ido construyendo en fases. En la primera, el Consejo Mundial ayudó a unas iniciativas, como hasta el 2017, y en 2018 logramos este apoyo de P4G, donde pasamos de tener el Programa en una o dos ciudades en Colombia a tenerlo, hoy en día en seis países con una red de 10 ciudades y dos estados, y esos países incluyen Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, El Salvador y México.
Hemos hecho una red regional basada en el respaldo del conocimiento global, pero adaptada a la necesidad de cada municipio, de cada lugar, de cada país que participa en el Programa.
Sobre el éxito en México
Para Cristina Gamboa, México representaba un gran reto, pero lo que marcó la diferencia fue la voluntad política existentes en Campeche y Yucatán. La agenda ambiental y energética tan comprometida permitió que SUMe, con todo su conocimiento en materia de edificación y de políticas públicas, constituyera un equipo de expertos heterogéneo: academia, gobierno, empresas privadas, y asociados de SUMe.
Por si fuera poco, Sustentabilidad para México consiguió que Campeche y Yucatán se “comprometieran a tener diálogos que incluyeran a todos los actores, oír todos los puntos de vista, encontrar puntos donde se podían hacer cambios en políticas públicas que incorporen criterios de eficiencia energética y que abran camino a una adopción masiva de soluciones”, celebra Cristina.
Explica, también, que SUMe actuó muy metódicamente, con rigor, con apego a las guías, y acompañando técnica y metodológicamente los trabajos. Además, su liderazgo, destaca Gamboa, fue fundamental porque coordinó las mesas de trabajo y encontraron oportunidades de mejoras para estructurar guías y políticas con el objetivo claro de cambiar la hoja de ruta en ambos estados.
“Yo diría que SUMe, por su experiencia, pudo canalizar, analizar y comprender las necesidades del mercado y ofrecer soluciones acordes con los alcances y oportunidades de cada estado y eso potencializó la alianza y logró un trabajo colaborativo, una alianza público privada efectiva. Una política pública por lo general se demora mucho en lograr construirse; haber desarrollado dos políticas estatales en materia de eficiencia energética en la edificación en cada estado y un proyecto demostrativo en menos dos años es un enorme logro”, subraya.
Otro de los logros de SUMe mencionados por la CEO del WorldGBC fue la integración al proyecto de entidades de alta relevancia en eficiencia energética, como la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee). “En la medida en la que nos acercamos a estas alianzas, generamos más credibilidad en el Programa, lo que permite que los diálogos colaborativos sean efectivos”.
Para Cristina Gamboa, los gobiernos han sido esenciales en el éxito del PACC-BEA: “Es importante el papel de los gobiernos en este tipo de proyectos, ya que, si solo fuera el sector privado, no se generaría un círculo virtuoso de cambio. Es indispensable que haya unas adecuadas señales de políticas públicas de los gobiernos de hacia dónde va el mercado para lograr que haya una transformación más profunda y una alineación en los objetivos para poder lograr progresar”.
─¿Qué mensaje le daría a los gobiernos locales para invitarlos a aplicar políticas públicas de eficiencia energética como contribución a la reducción de emisiones y crear espacios más habitables para las personas?
Les diría a los gobiernos que su liderazgo y compromiso con la transformación de la industria hacia la sostenibilidad va a permitir una mejor calidad de vida para todas las personas, va a promover mejores condiciones de salud que tanto necesitamos y bienestar, pero sobre todo estar protegiendo el uso eficiente de los recursos para poder ofrecerle un mejor futuro a las generaciones que nos van a seguir.
Un trabajo continúo en beneficio del planeta
Los exitosos resultados obtenidos en Campeche y Yucatán son solo, comenta, los dos primeros pasos de la escalera. “El tema crítico es seguir monitoreando que haya una implementación efectiva en las guías y políticas; hay que seguir midiendo y verificando los resultados porque, a partir de eso, podemos empezar a ver realmente las medidas de ahorro de energía y de carbono en tiempo real”, afirma Gamboa.
“No queremos parar en dos casos. Sería ideal seguir sumando ciudades y estados con ambiciosos objetivos y la eficiencia energética es un paso esencial. La más alta eficiencia energética es a lo que deberíamos estar apuntando. Eso, junto con la agenda de la transición hacia energías limpias y todo el potencial de renovables, va a ayudar, y vamos a lograr que el sector, como un todo, no haga un poquito menos daño en términos de su impacto, sino que se vuelva profundamente parte de la solución”.
En el futuro lo que se busca es descarbonizar la industria, comenta Cristina, y puntualiza que eso exige primero tener resultados positivos a partir de las eficiencia energética y seguir construyendo políticas públicas.
Para Cristina Gamboa, el PACC-BEA representa no sólo una gran ayuda en el combate al cambio climático, representa salud y bienestar, mejor calidad de vida para las personas que habitan los espacios construidos, mejor eficiencia energética, aporte al compromiso como ciudadanos, y crea consciencia de que sí se pueden ahorrar más recursos, no sólo en términos económicos, sino en emisiones.
“Estamos en un momento de mayor conciencia, y muchas industrias están queriendo no solo pensar en una agenda de responsabilidad social y ambiental, por lo que el Programa representa un llamado a la industria de la construcción a que necesitamos que sean más conscientes y transformen y usen las mejores prácticas, porque pueden no solo ser parte de la solución climática, sino también volverse embajadores de una nueva forma de hacer negocios, donde no solo se busca maximizar la utilidad, sino también hacer el bien”.
Por último, considera que la dirección Ejecutiva de SUMe, a cargo de Alejandra Cabrera, es la piedra angular del éxito del PACC-BEA en Campeche y Yucatán, puesto que ha demostrado que Sustentabilidad para México es un aliado esencial y estratégico. Su mentoría, asegura Cristina Gamboa, ha conseguido alianzas más allá de las fronteras mexicanas, pero sobre todo ha puesto al servicio de la red el conocimiento metodológico y técnico de SUMe.