El incremento en la adquisición de sistemas de aire acondicionado supondrá uno de los principales desafíos para descarbonizar la economía y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, según el estudio Air-conditioning and the adaptation cooling deficit in emerging economies.
Este análisis comparativo multinacional revisa cómo el clima, las características de los hogares y los ingresos económicos, impulsan la adopción de equipos HVACR en Brasil, India, Indonesia y México. También revela que entre 64 y 100 millones de hogares no podrán satisfacer sus necesidades de refrigeración ambiental para 2040, sobre todo en regiones con altos niveles de urbanización, climas cálidos y húmedos o malas condiciones económicas.
El estudio fue publicado en la revista académica Nature Communications, estuvo dirigido por Enrica De Cian, profesora de economía ambiental en la Universidad de Venecia Ca’ Foscari de Italia y fue financiado por el ERC (European Research Council).
La compra de aire acondicionado, advierte el documento, se disparará durante los próximos 20 años, lo que llevará a más de la mitad de los hogares a poseer un sistema de AA: un 85 por ciento en Brasil, un 61 por ciento en Indonesia y un 69 por ciento en India. Asimismo, el aumento en el consumo de electricidad se triplicará en India e Indonesia y casi se duplicará en Brasil y México. Lo anterior resultará en emisiones adicionales de CO2.
El papel de los ingresos económicos y el clima se sobrestimó en estudios anteriores sobre proyecciones futuras, ya que no se consideraron las características de los domicilios. “No es sólo el avance del cambio climático o la mejora en los niveles de riqueza. Nuestros resultados sugieren que los patrones de adquisición de aire acondicionado están determinados por múltiples factores, con diferente importancia entre países”, explica Enrica De Cian.
El aire acondicionado en las economías emergentes
En las economías emergentes, por ejemplo, la decisión de comprar un sistema HVACR en respuesta a un clima más cálido está fuertemente anclada en las características socioeconómicas y demográficas. Sin embargo, además de los ingresos, lo que realmente parece influir en las decisiones de compra son condiciones de la vivienda, educación, empleo, género, edad del cabeza de familia y la ubicación del domicilio (áreas urbanas o rurales).
“Aumentar el uso de electricidad para enfriar ambientes residenciales es una forma de adaptación que ayuda a aliviar el estrés por calor, pero no es una panacea, ya que el gasto en electricidad limitará las oportunidades en las familias con menores ingresos. Incluso aquellos con aire acondicionado estarán expuestos a una nueva condición de vulnerabilidad relacionada con la escasez de suministro en el sector eléctrico”, explicó por su parte Roberto Schaeffer, del Programa de Planificación Energética de la Universidad Federal de Río de Janeiro en Brasil. Asimismo, agregó que medidas políticas, de eficiencia energética y tecnológicas serán de suma importancia para gestionar la creciente necesidad de enfriamiento residencial.
Estudio analiza la situación de países como India e Indonesia, que tienen la mayor cantidad de días calurosos y húmedos, y cuyo uso de aparatos HVACR refleja bien los patrones de las condiciones climáticas donde la urbanización y el acceso a la electricidad juegan un papel mediador. Río de Janeiro, en Brasil, tiene tasas relativamente altas de posesión de aire acondicionado, a pesar de tener menos días calurosos y húmedos en comparación con los estados del norte donde la urbanización es baja. En el caso de México, la adquisición promedio de aire acondicionado en los estados más cálidos ya es elevada, alcanzando el 73 por ciento en Sonora y el 77 por ciento en Sinaloa.
Fuente: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34753905/