Conoce más sobre este líder quien se ha convertido en uno de los mayores promotores de las tecnologías de enfriamiento evaporativo y adiabático en Latinoamérica
Ricardo Donato / Fotos: Cortesía de BAC
El ingeniero Jorge Hernández cuenta con muchos años de experiencia en la industria HVACR, imposibles de repasar en un par de páginas, pero hagamos un esfuerzo. Su historia comienza en Puerto Rico, donde estudió Ingeniería Mecánica. Después de graduarse en 1972, formó parte de un grupo de ingenieros reclutados por DuPont Company para recibir una capacitación intensiva. Este trabajo consistía en poner en marcha el cuarto de máquina de la primera planta de DuPont en Puerto Rico. Dicho cuarto incluía enfriadores centrífugos abiertos, torres de enfriamiento, calderas, turbinas de vapor, compresores de aire, y otros.
Entre sus recuerdos más atesorados está el curso de psicometría que tomó en 1974 con el ingeniero Carpenter: “Carpenter fue el autor del libro de texto del Curso de Psicrometría de Carrier, y también el Asistente Técnico del Sr. Willies Carrier. Hoy en día, aún conservo el panfleto de psicrometría escrito por el Ing. Carpenter”, recuerda el ingeniero Hernández en entrevista con Mundo HVAC&R. Más tarde fue contratado por al que describe como “el mentor más importante de toda su vida”, el ingeniero Raúl Karman, Magna Cum Laude del MIT, en ese entonces gerente General de Carrier Puerto Rico: “Él fue uno de los muchos profesionales extraordinarios con quienes tuve la oportunidad de trabajar y aprender. Raúl me presentó a los otros dos grandes mentores de mi vida, los ingenieros Gustavo Gutiérrez y Edmundo Varela”, confiesa el también expositor distinguido de ASHRAE.
Jorge Hernández ha sido ingeniero de aplicaciones, de ventas, gerente regional y V.P. de Ventas y Mercadeo para empresas como Daikin y Strong International. Asimismo, fue socio fundador de Varela Strong Hernández, Consultores Mecánicos, además de fundar y operar la compañía de construcción mecánica Sales Engineering Contracting and Associates: “Soy una persona sumamente afortunada porque tuve la oportunidad de trabajar con los mejores profesionales de la industria, quienes terminaron convirtiéndose en mis mentores. Esta ha sido la oportunidad profesional más importante de mi vida; la segunda, la suerte de haber podido involucrarme, aprender y desarrollarme en casi todas las subespecialidades del mundo del HVACR desde diferentes perspectivas, incluyendo aplicación y diseño de sistemas, enfriadores, torres de enfriamiento, condensadores evaporativos, almacenamiento de energía, unidades manejadoras de aire, serpentines, ventiladores, controles, sistemas VAV, ruedas de recuperación entálpica y de deshumidificación, intercambiadores de calor, aplicaciones
críticas, bombas, y muchos más”
Al mismo tiempo, el ingeniero Hernández logró aplicar toda esa experiencia en diferentes áreas de especialización como la ingeniería de aplicación y ventas, el diseño, la consultoría y construcción mecánica: “¡Se pueden hacer muchas cosas en 50 años!”, exclama.
“BAC tiene un compromiso ineludible tanto ecológico como social. Estamos muy claros que debemos comenzar por casa, por lo que constantemente estamos mejorando la forma en que utilizamos la energía.
Invertimos una cantidad significativa de tiempo, esfuerzo y dinero para que nuestra producción consuma la menor cantidad posible de recursos y de energía, y que la consumida sea energía renovable”:
“Hace unos treinta años había una gran diferencia entre Estados Unidos y América Latina. Muchas tecnologías ni siquiera se conocían en este territorio, por eso me siento muy orgulloso de haber introducido en muchos países de la región innovaciones como los equipos de volumen de aire variable, ruedas entálpicas, deshumidificadoras, WSHPs, sistemas primarios/ secundarios, economizadores, presurización de edificios, sistemas Rawal, entre otros”
Con cerca de medio siglo en la industria HVACR, y más de 15 años en la Baltimore Aircoil Company (BAC), el ingeniero Jorge Hernández es uno de los mayores promotores de sistemas de enfriamiento evaporativo, adiabáticos y sistemas de almacenamiento de energía.
Mundo HVAC&R (MH): ¿Cómo describiría su experiencia a lo largo de los años en BAC?
Jorge Hernández (JH): Ha sido excelente. Lo que más me gusta de BAC es que continuamente dedica una cantidad significativa de tiempo, esfuerzo y dinero en mejorar el diseño de sus equipos. Tan sólo hace cuatro años, aproximadamente, se rediseñaron todos los equipos de la empresa, y todavía se siguen implementando nuevos diseños, en BAC, una actividad perenne. La compañía tiene una conciencia muy profunda respecto al impacto social que tienen sus productos y los servicios que ofrece.
Nuestro trabajo no es vender productos, sino vender soluciones y apoyar a nuestros clientes en todo el proceso de la anatomía de una obra, desde que se concibe hasta mucho después de que se concreta, tanto en los aspectos técnicos como comerciales. El grupo responsable de América Latina, bajo la dirección del Ing. José Fernandes, se ha convertido en una verdadera familia. Su liderazgo está avalado por una fuente de conocimientos y experiencia impresionantes.
Por otro lado, uno de los grandes retos que enfrentamos todos los días, es que el mercado todavía no ha evolucionado lo suficiente para siempre tener en cuenta el análisis real del costo de los productos. Lo que sucede es que no se puede evaluar el costo inicial solamente, sino que es imprescindible tener una visión muy clara sobre el efecto del costo operacional, para así poder analizar el costo total del producto a lo largo del tiempo. Al costo inicial del equipo es indispensable añadir el costo operacional del mismo en adición al impacto que tendrá en el costo operacional del sistema. En una gran mayoría de los casos es posible ver que en muy poco tiempo se podrá conseguir un retorno de la inversión extraordinario. Por tanto, la alternativa que inicialmente parecía ser la más cara resulta ser la más económica, la mejor opción, sin lugar a dudas.
MH: ¿Cuáles son las soluciones sustentables que impulsa BAC en Latinoamérica?
JH: Nosotros vemos nuestro trabajo desde una perspectiva a través del tiempo y del espacio. O sea que no nos concentramos en analizar sólo lo que está sucediendo en cada uno de los mercados bajo nuestra responsabilidad, El Caribe, Centro y Sudamérica, incluyendo México, por supuesto. Sino que continuamente nos estamos preparando para tratar de proveer la mejor solución en cualquier aplicación. Lo que hacemos es analizar, a través del tiempo, las oportunidades y necesidades de los usuarios finales en cada uno de los países bajo nuestra responsabilidad y asegurarnos de contar con las mejores opciones en la mayor parte de las ocasiones. Respecto a la sustentabilidad, las áreas más importantes son el ahorro en el consumo de agua y de energía. Los sistemas de enfriamiento se analizan desde la perspectiva del consumo eléctrico, en función de la capacidad del sistema. Esa relación es cada vez mejor en nuestros equipos. En cuanto al consumo de agua, nuestros sistemas adiabáticos e híbridos, por ejemplo, han tenido un gran éxito.
Apoyándonos en la lógica de nuestros sistemas de control, asesoramos al usuario final sobre cómo controlar el elemento (agua o energía) que requiere ahorrar, cuándo lo necesita y cuánto tiene debe ahorrar. Es importante recordar que la evaporación del agua en los sistemas de enfriamiento evaporativo y adiabáticos no se desperdicia, sino que se queda en la atmósfera, algo que no sucede con el petróleo, por ejemplo, cuyo uso se convierte en una transformación irreversible e irrecuperable.
BAC tiene un compromiso ecológico y social muy grande. Tenemos claro que debemos mejorar la forma en que se utiliza la energía, así que, comenzando por casa, hemos invertido tiempo y esfuerzo para que nuestra producción consuma lo menos posible de recursos y se dé con energía renovable. Hoy en día, cinco de nuestras fábricas funcionan ciento por ciento con tecnología sostenible. En adición, auspiciamos actividades como el programa Solo una Gota, que financia la perforación de pozos en países necesitados para mejorar la disponibilidad del agua.
MH: ¿Cuál es su balance del mercado de la refrigeración y el aire acondicionado en Latinoamérica?
JH: Con la pandemia, sin duda, el mundo sufrió un gran golpe. Sin embargo, nuestra flexibilidad y perspectiva holística nos permitió enfrentar los peores momentos de manera positiva, estábamos preparados para ello. El haber estado tan involucrados en la industria HVACR nos permitió tener un balance provechoso.
Mi percepción siempre ha sido que el mercado cambia a través del tiempo y el espacio. En BAC me di cuenta de que compartíamos ese punto de vista. Yo siempre visualizo el mercado en Latinoamérica como si fuera sólo tres países, Brasil, México y el resto. Sin embargo, nosotros siempre le hemos dado la misma importancia a toda la región porque hemos visto muchas veces cómo en un país pequeño, cuando menos te lo esperas, surgen oportunidades millonarias. La presencia de BAC (de una forma u otra) en todas las naciones del continente le permite identificar oportunidades y aumentar las posibilidades de capitalizarlas. Obviamente, México y Brasil son países muy grandes y con enormes oportunidades, pero sabemos que en el resto de la región en cualquier momento puede surgir una racha. Nuestro trabajo es estar preparados para ello.
MH: Mencione un caso de éxito donde las soluciones de BAC abonaron a la eficiencia energética de un proyecto.
JH: Con mucho gusto. Hay un proyecto en México, Saint-Gobain, que capturamos gracias a que demostramos un ahorro en el consumo de agua con nuestros equipos adiabáticos y apoyo técnico. La empresa tenía un problema muy serio de disponibilidad y costo del agua. Nos tomó algo de tiempo hacer los análisis y toda una serie de comparaciones técnicas muy elaboradas para luego traducirlas a una presentación que fuera fácil de comunicar con el dueño y sus asesores. La anatomía de esta obra comenzó justo antes de la pandemia, por lo que fue un gran reto.La lógica de los controles de los sistemas que, en términos generales y como mencione anteriormente, consiste en que el cliente pueda decidir si requiere ahorrar más agua o más electricidad, y cuándo quiere hacerlo. Esto fue un valor agregado excelente.
MH: ¿Cuál es su filosofía de vida y concepto de liderazgo?
JH: Con el grupo que tengo a mi cargo una parte importante de nuestra cultura es el compromiso social. Somos conscientes de que cuando nos esforzamos por hacer el mejor trabajo posible siempre ayudamos a un tercero, y algo bueno va a resultar de ello. Asimismo, cuando hacemos lo opuesto, algo malo sucederá y terminará por afectarnos a todos. Por insignificantes que parezcan, tenemos un compromiso moral muy grande con cada una de las cosas que hacemos. En cuanto al liderazgo yo creo que lo más importante de un líder es que debe tener el compromiso de ser un mentor y entender que él es el responsable de lo malo que pasa y, a la vez, corresponsable de lo bueno que sucede. Todo lo bueno es mérito del equipo, pero todo lo malo es responsabilidad del líder. Tengo el compromiso autoimpuesto de ser mentor y de darle a las personas que trabajan para mí la posición y el mérito que merecen por su contribución.
Lo que más me interesa no es cómo me ven mis colaboradores, sino cómo quiero que me vean los que están bajo mi supervisión, a la par o sobre mí. Yo quiero que eventualmente me vean como un buen ingeniero mecánico, con una curiosidad intelectual excepcional, que está comprometido con la excelencia y es una ayuda para todas las personas a su alrededor. Esa meta cuesta mucho esfuerzo continuo y permanente.
MH: ¿Cuáles son sus pasatiempos favoritos?
JH: Tengo varios, pero desafortunadamente no tengo suficiente tiempo libre para disfrutarlos, aunque los he practicado todos. El más importante es la aviación; desde los 16 años practico esa actividad, mi favorita, por mucho. Incluso tengo la fortuna de tener una avioneta diseñada y fabricada en 1946, cuyos componentes primordiales son de madera y canvas. Gusto mucho de montar a caballo, las motos y el buceo, pero a pesar de tener licencia de buzo, hace muchos, muchos años, que no lo practico, tal vez porque le tengo algo de miedo al agua.