El 19 de marzo se conmemora el aniversario del nacimiento de Mario Molina, uno de los científicos más importantes e influyentes en el campo de la química atmosférica y la protección del medio ambiente.
Mario Molina nació en México en 1943 y realizó sus estudios universitarios en ese país antes de trasladarse a Estados Unidos para completar su doctorado en química física en la Universidad de California, Berkeley. Fue en ese momento cuando comenzó su trabajo pionero en la química atmosférica y su investigación sobre el agotamiento de la capa de ozono.
En 1974, junto con el químico estadounidense F. Sherwood Rowland, Molina descubrió que los compuestos químicos conocidos como clorofluorocarbonos (CFC) contribuían al agotamiento de la capa de ozono. Su trabajo llevó a la prohibición global de los CFC y fue galardonado con el Premio Nobel de Química en 1995, convirtiéndose en el primer científico mexicano en recibir este prestigioso premio.
La importancia de la investigación de Mario Molina no puede ser subestimada. Sus hallazgos ayudaron a concienciar al mundo sobre los peligros de los compuestos químicos dañinos para la capa de ozono y a establecer medidas para protegerla. Su trabajo también demostró que la ciencia puede ser una herramienta poderosa para abordar los desafíos ambientales y proteger nuestro planeta.
En este aniversario de su nacimiento, es importante recordar y honrar la vida y el legado de Mario Molina. Su trabajo continúa siendo relevante hoy en día, ya que seguimos lidiando con el cambio climático y otros desafíos ambientales. Su ejemplo nos muestra la importancia de la investigación científica y nos inspira a trabajar juntos para proteger nuestro planeta y asegurar un futuro sostenible para todos.