En las construcciones de alto desempeño hubo una intervención deliberada e interdisciplinaria para lograr armonía con su entorno y optimizar los recursos energéticos inherentes a su operación.
Iluminación y climatización son el punto central para obtener ahorros de energía.
La cuestión relevante es saber si este tipo de edificaciones, a pesar de ser consideradas como de alto rendimiento, tienen oportunidades para lograr algún ahorro de energía. La experiencia nos dice que prácticamente toda red eléctrica es susceptible de ser mejorada, aun tratándose de edificios de alto desempeño.
Como dato ilustrativo del impacto en los costos de energía para estos edificios, indicaremos que la tarifa HM (Horaria en Media tensión) de la CFE, en la que están situadas muchas o la mayoría de las edificaciones de alto rendimiento, es una tarifa horaria. Para los últimos 4 años (mayo de 2008 a septiembre de 2012), ha tenido un incremento promedio en los 32 estados de la República en el costo del kilowatt/hora de 19 por ciento en el horario punta. Las cargas de más impacto en un edificio de alto desempeño en términos promedio son: a) sistemas de aire acondicionado y/o calefacción: 50-60 por ciento; b) iluminación: 25-30 por ciento; c) otros servicios: 10-25 por ciento.
Las cifras anteriores están en correspondencia con los datos de la Conuee, que señala que la iluminación y la climatización representan 38 y 44 por ciento, respectivamente, en una instalación comercial; si conjuntamos los promedios, tendremos 82 por ciento del consumo eléctrico. Estos dos tipos de cargas deben ser considerados como el punto central de la atención eléctrica en lo que se refiere al ahorro de energía.
El sistema automatizado de iluminación será ineficiente si no integra y conjunta, a la vez, un sistema de control de tiempo, de control de ocupación, un sistema de aprovechamiento de la luz diurna y un sistema de gestión de la iluminación.
Lo anterior significa que no basta incorporar sensores de ocupación si se desaprovecha la luz diurna, si no se tiene un sistema de control de tiempo, previendo horarios y días hábiles en los espacios destinados para el trabajo de oficina; si no se optimiza la arquitectura eléctrica, corrigiéndola de acuerdo con el modo en que fueron ocupados los espacios y no de acuerdo con el layout proyectado, y si no se cuenta con un sistema inteligente de gestión de la iluminación que provea la cantidad de luz necesaria conforme a los niveles de iluminación que se requieren en los espacios interiores y exteriores, estacionamientos, en conformidad con las vialidades y con los diferentes horarios de penumbra. Entonces, las oportunidades de ahorro de energía en iluminación se estarán desaprovechando.
En lo que se refiere a la climatización, las oportunidades se encuentran en lograr una adecuada interrelación del control de la ocupación del sitio con otros factores adicionales, como la apertura y cierre de puertas y ventanas, y la temporización de la ocupación, ya que es usual que se mantenga la climatización incluso si el lugar está vacío. Asimismo, es necesario estructurar sistemas de gestión centralizada que controlen la humedad y la temperatura, que son los parámetros que influyen en la sensación de comodidad, manteniendo los equipos en modo de espera. En las áreas comunes, en adición a los sensores de temperatura, una medida adecuada es incorporar sensores de calidad del aire interior; ello permite la introducción del aire exterior y el correspondiente cierre automático de compuertas con el consiguiente ahorro energético. Por último, cuando las condiciones de la localidad lo permitan, es conveniente incorporar sistemas de free cooling para aprovechar la capacidad de refrigeración del aire exterior. Los ahorros de energía deberán oscilar entre 25 y 40 por ciento, todo esto sin perder el grado de confort esperado.
En conclusión, los edificios de alto desempeño son susceptibles de ser optimizados en cuanto al uso y consumo de la energía eléctrica, pero la automatización inherente a ellos debe ser planeada e instrumentada por especialistas (interdisciplinarios) en la ocupación de espacios para este tipo de edificios.
————————————————————————————————————————
Víctor M. Rodríguez Reyna.
Egresado de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, cuenta con más de 30 años de experiencia profesional en la administración de soluciones de ingeniería. Actualmente, es socio-director de Capacitores Alpes Technologies México, empresa dedicada a la calidad y ahorro de energía.