La inmortalidad, uno de los sueños más anhelados del ser humano, podría alcanzarse en un futuro gracias a las bondades del frío y a los avances científicos. Más de 220 seres humanos apostaron por ello y, hoy, reposan en una lujosa cámara con nitrógeno líquido.
Por Gisselle Acevedo
Como si se tratara de un tema de ciencia ficción, la teoría de la criogenización formulada por Robert Ettinger y Nathan Duhring, preseudónimo de Evan Copper, revolucionó el mundo científico en 1964, pues en ella se manifestaba la posibilidad de revivir a los seres criogenizados si eran sometidos a este procedimiento de manera oportuna.
En la actualidad, esta cuestión mantiene activos a más de un centenar de científicos que buscan el cumplimiento de dicho supuesto; por lo que se han logrado avances significativos: el control del proceso de congelación y reanimación, en 2005, de distintos perros y cerdos criogenizados. Su siguiente desafío, el reparo del deterioro de los tejidos a causa de las bajas temperaturas (nanorreparación).
Cementerio Gélido
El método que sigue esta práctica inicia con la sumersión del individuo en una tina llena de hielo. La restructuración de la respiración y la circulación de la sangre se dan a través de una máquina cardiovascular. Con la finalidad de mantener la presión sanguínea y por protección del cerebro, se introducen en el cuerpo ciertos químicos. Para reducir el consumo de oxígeno se aplica anestesia. Una vez culminado esto, los restos son minuciosamente envueltos en plástico para su colocación en el tanque de nitrógeno líquido, donde enfriarán su sangre a -125 °C.
Durante las dos semanas siguientes, el “paciente” es monitoreado con aparatos especiales para conocer su índice de sensibilidad, ya que cualquier objeto grande, al ser sometido a la transición vítrea, puede presentar fracturas.
Cuidado a largo plazo
Una vez que el cuerpo está en óptimas condiciones, se reduce la temperatura de la cámara hasta conseguir los -196 °C. El nitrógeno líquido se mantiene en aislamiento al vacío. Hasta ahora, se ha recurrido a este químico por su bajo costo y fiabilidad, aunque ya se planea su sustitución por la “fase de vapor” que conserva las mismas ventajas y además permite el resguardo de los cuerpos a una temperatura más baja, lo que reduciría o eliminaría el daño por fractura.
Bases teóricas
Según la justificación científica de la práctica crónica de Benjamin P. Best, esta teoría se basa en conceptos clave:
- Las bajas temperaturas pueden ralentizar el metabolismo. Una temperatura lo suficientemente baja puede detener prácticamente durante siglos los cambios químicos
- La formación de hielo se puede reducir o incluso eliminar utilizando combinaciones vitrificantes
- Legalmente muerto no significa “irreversiblemente muerto”. La muerte es un proceso, no un evento, y dicho proceso lleva mucho más tiempo de lo que vulgarmente se cree
- Como se menciona, hoy en día no es reversible el daño asociado con las bajas temperaturas de preservación y la muerte clínica, pero teóricamente es reversible en el futuro
La ciencia de la criogenia
La criogenia echa mano de la ley de enfriamiento de Newton, que iguala la velocidad de transferencia del calor a hA(Ts – Tf), donde Ts es la temperatura inicial (de la cabeza o del cuerpo), Tf es la temperatura final (la temperatura del medio que enfría, ya sea agua helada o nitrógeno frío gaseoso), A es el área superficial y h es una variable que depende de la velocidad del movimiento del fluido, así como de la conductividad térmica y de la capacidad calorífica del medio refrigerante. Una mayor velocidad del fluido y una mayor conductividad térmica incrementarán el valor de h. Dicha ley indica que la velocidad de enfriamiento es mayor al inicio del proceso, cuando la temperatura inicial Ts es mucho más alta que la temperatura final Tf. Con el paso del tiempo, la velocidad de enfriamiento se reduce de manera exponencial.
A un lado la presentación humana
Si bien es cierto que para muchos la opción es seductora, dado que los investigadores confirman hasta en ciento por ciento la conservación, tanto de la memoria, como de la personalidad a todo aquel que forme parte del proceso de congelación, también lo es que, desde sus inicios, esta práctica ha mostrado fines lucrativos y de negocio, pues no cualquiera puede costear su precio (150 mil dólares).
Impacto
La idea de la resurrección a lo largo del tiempo ha despertado inquietudes y necesidades de miles de personas en todo el mundo, como la creación de sociedades criogenizadas que buscan el apoyo del gobierno para criopreservar a todos sus integrantes. Una de ellas, la Sociedad Española de Criogenización (SEC), constituida en 1998.
Viabilidad para unos pocos
El proceso de conservación a baja temperatura, hasta ahora, sólo se lleva a cabo en Estados Unidos y en otras latitudes ya se han presentado inconformidades al respecto. Para remediar esto, quienes se aferran en realidad a la vida han buscado la opción de trasladarse al país del Norte para firmar su contrato y ser criogenizados.
Entre las empresas que ofrecen el servicio, están Alcor y Cryonics Institute, las cuales siguen puntualmente un protocolo legal: los clientes, antes de morir, deben “donar” sus restos siguiendo el mismo trámite que se utiliza para concederle cuerpos u órganos a la ciencia, argumentando fines de estudio. Una vez hecho esto, se procede a pagar el monto que marca cada organización.
Incertidumbre
La mayoría de las personas que ven con buenos ojos esta metodología se enfrentan a una serie de dilemas que posiblemente tienen solución.
Cupo limitado. Debido al auge que el proceso ha adquirido en los últimos años, un gran número de personas se han sumado a éste, lo que reduce, por cuestiones de sobrepoblación, el porcentaje de los reanimados en un futuro. Sin embargo, como hasta el momento se ha hecho, la ciencia podría incrementar las fuentes de alimentos y tomar regiones desoladas del planeta para el confort de estos seres.
Muchas personas no quieren volver a un mundo sin sus amigos y asociados. Para evitar esto, las empresas recomiendan registrarse junto con un ser querido.
Las organizaciones encargadas de la criogenización pueden desaparecer antes de que el propósito se cumpla. Esto sólo el tiempo puede descartarlo.
Ciencia y evidencia
Como se observa, la criogenia es sólo una especulación científica que pretende acabar con la imposibilidad de la medicina para reanimar un cuerpo. Esto, de alguna manera, ha impactado en los familiares de los hasta hoy cadáveres, pues están convencidos de que la ciencia podrá superar este reto; lo que se define como la humildad frente a lo desconocido.
Sujetos a la vida
La lista de famosos criogenizados hasta la fecha es corta, pero podría aumentar, ya que existe un nuevo interés sobre el tema. En ella, se nombra a Theodore Samuel Williams, destacado beisbolista, dos veces jugador más valioso de la liga americana; Dick Clair, productor de televisión, actor y escritor de cine, ganador de tres premios Emmy; así como al psiquiatra Donovan, experto en Neurología. Se dice que la primera española sometida a este proceso fue Cristina Comos.
Por su parte, para desmentir una de las leyendas urbanas más populares, Walt Disney, creador del mundo mágico más grande del mundo, no fue congelado como se afirma; de hecho, tras su muerte en 1966, fue incinerado, y sus cenizas reposan en el cementerio Forest Lawn de Glendale, California.