Camilo Botero.
Un buen montaje es ordenado, limpio, estético y en buena proporción, perpendicular, paralelo y alineado.
Es indispensable que un ingeniero con matrícula profesional sea el encargado de integrar al diseño del sistema de climatización, la arquitectura y la definición precisa de los parámetros de éste. Incluso es recomendable que en un futuro próximo el ingeniero sea certificado por un organismo competente para adquirir los conocimientos que demanda cada tipo de proyecto.
También es muy importante tener datos precisos del microclima, donde está localizado el proyecto y de la radiación solar en dicho sitio. Normalmente, en Latinoamérica no se tienen o no están presentados en la forma que los cálculos de carga térmica los requieren y, por tanto, se usan los de otras regiones de forma inadecuada.
Tampoco se tienen datos detallados de los coeficientes de conductividad de los materiales de construcción locales, y también aquí se hacen aproximaciones con datos de otras latitudes. Tanto el clima como estudio de los materiales locales deben ser motivo de investigación con carácter urgente para mejorar los proyectos.
Siguiendo con el proyecto ideal, una vez realizado el prediseño y el diseño, debidamente auditado por la gerencia del proyecto y el especialista en commissioning, se procede a contratar una empresa idónea, con personal propio y profundamente conocedor de cada una de las múltiples y complejas tareas que tiene un montaje ideal.
Siempre he dicho que un buen montaje luce ordenado, limpio, estético y en buena proporción, perpendicular, paralelo y alineado. Finalmente, viene la fase de operación y mantenimiento (O&M), y allí sí se dejan equipos costosísimos, y de los cuales depende el bienestar o procesos, en manos del vigilante en turno.
Por supuesto que en poco tiempo el sistema deja de cumplir con los parámetros que tan cuidadosamente fueron especificados, con un diseño y montaje impecables, pues el personal de O&M no está bien capacitado; por lo cual, el sistema “ideal” debe contar con personal bien entrenado y bien remunerado.
Esta fase de O&M debe venir acompañada por un sistema de control en tiempo real que permita que la instalación se acomode a cargas parciales para cumplir con los requisitos del diseño.
Se podría concluir de lo anterior que un sistema “ideal” de climatización es aquel que obtiene la máxima eficiencia energética con la tecnología disponible, que impacta lo menos posible al medioambiente, produce confort (o cumple con los parámetros de diseño para un proceso), asegura una calidad del aire en el interior, en cuanto a nivel de ruido; filtración, olores; concentración de CO2, CO, VOC; y distribución adecuada del aire.
Cabe señalar que su control es amigable y se ajusta fielmente a las cargas parciales, y, por último, facilita la O&M, es decir, es de sencilla operación, su mantenibilidad es óptima; además de ser estéticamente agradable.
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Camilo Botero
Expresidente de ACAIRE en dos periodos, miembro de ASHRAE y de la ACIEM, además es secretario de la FAIAR. Fue nominado en Who is Who in Science & Engineering (2007, USA) y en IBC Foremost Engineers of the World (2008, Cambridge Inglaterra). Es presidente de Camilo Botero Ingenieros Consultores Ltda. y se ha desempeñado como docente en universidades colombianas.