Las exigencias ambientales urgen a modificar los modelos productivos. Al implementar el R-290 en sus equipos, Refrigeración Ojeda y Unilever muestran que la industria tiene herramientas suficientes para ser mejores.
Redacción / Fotografía: cortesía de Refrigeración Ojeda.
Jorge Sierra, Director de Ingeniería de Refrigeración Ojeda |
Siempre ha existido la necesidad de que las empresas de refrigeración comercial evolucionen en favor del medioambiente.
Desde la existencia del protocolo de Kioto, esto se ha convertido en una realidad y cada vez son más los compradores que solicitan alianzas comerciales y visiones éticas por un mundo sustentable.
Actualmente, estas acciones son y serán un parteaguas entre aquellas empresas capaces de evolucionar y aquellas que quedan rezagadas por no poder cumplir con requerimientos favorables para el medioambiente.
Un ejemplo de esa evolución es Refrigeración Ojeda, que desde hace más de 40 años trabaja como proveedor de Helados Holanda, incluso antes de que la empresa fuera adquirida por Unilever, cuando los congeladores aún se fabricaban de manera artesanal.
Una vez que la empresa formó parte de Unilever, se forjó un compromiso con Refrigeración Ojeda para contribuir en conjunto con acciones sustentables que mejoraran el medioambiente y la calidad de vida de la sociedad.
Este compromiso de Unilever existe desde hace años y se manifiesta en su “Plan de Vida Sustentable”. En palabras de Fabio Prado, presidente de Unilever de México y El Caribe: “No podemos ser indiferentes ante los problemas que enfrenta el mundo. En Unilever creemos que las empresas deben ser parte de la solución; para ello, nuestra empresa debe cambiar y lo estamos logrando, pues sabemos que el único modelo de negocio aceptable es el crecimiento sustentable y responsable”.
A raíz de dicha filosofía y a solicitud de Unilever, se planteó trabajar en un proyecto en conjunto con Refrigeración Ojeda en 2004, para buscar la manera de utilizar el refrigerante R-290, ciento por ciento ecológico, en los congeladores de Helados Holanda.
La necesidad de utilizar el R-290 proviene de la utilización del refrigerante R-134a, un gas de alto impacto sobre la atmosfera y que no puede quedar expuesto al medioambiente al momento de dar servicio o mantenimiento al equipo. Esto no pasa con el R-290, ya que no tiene efectos nocivos.
Para lograr los objetivos se definieron las condiciones y especificaciones para hacer un sistema de refrigeración que utilizara el gas propano, lo cual resultó en equipos seguros y confiables en su funcionamiento.
El diseño de los congeladores tuvo una transformación, así como su proceso de fabricación y certificación. En consecuencia, estos equipos poseen un gran ahorro energético al ser equipados con componentes de alta eficiencia.
Así, desde 2006 y después de muchas pruebas en campo, se completó el proyecto entre Helados Holanda y Refrigeración Ojeda con la colocación de unidades equipadas con refrigerante R-290 en el mercado. Asimismo, Refrigeración Ojeda se convirtió en la primera empresa de refrigeración en América en utilizar el R-290 en sus equipos.
Hoy en día, los equipos que operan con ese refrigerante están restringidos a una carga de 150 gramos y se ha utilizado en equipos de una dimensión no mayor que la de un congelador. Los nuevos avances permitirán en el futuro próximo la utilización de R-290 para toda la gama de productos requerida por el mercado.
En Europa ya se utiliza extensivamente en refrigeradores domésticos el R-600 (isobutano), que al ser también un hidrocarburo ha sido dominado para su servicio y uso gracias al proceso de aprendizaje y legislación de los diversos países.
Por otra parte, en mayo de 2014, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) aprobó el R-290 como un gas que puede ser liberado al medioambiente sin condicionantes, ya que no afecta a la naturaleza.
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