El desarrollo de certificaciones ha tenido gran auge en los últimos años, debido a la necesidad de controlar el uso de energéticos y de verificar que se respeten las normativas mundiales vigentes. Los protagonistas de estas iniciativas han desarrollado alternativas que pueden aplicarse en diversos espacios.
Eréndira Reyes.
En México existen diversas asociaciones que dan seguimiento a la construcción, diseño, operación y mantenimiento de los inmuebles. Se cuenta con organizaciones e incluso con universidades que capacitan y desarrollan innovaciones tecnológicas a fin de contrarrestar el impacto ambiental. Saber qué tipo de certificación se puede obtener y por qué es una necesidad para proyectistas, ingenieros y arquitectos, que redundará en los resultados que se obtengan.
Existen distintos tipos de códigos. Algunos provienen de organizaciones privadas que elaboran sus normas independientemente, otros son de tipo modelo e incluyen elementos que consideran para cuestiones ambientales, que si no se cumplen es posible que ocasionen sanciones administrativas a nivel nacional, como el caso de las NOM. Tabién hay otras normas que se establecen en asociaciones especializadas, como el Código de Construcción Ecológica Internacional (IgCC), el del Consejo Internacional de Codificación (ICC) o la norma 189.12 de la ASHRAE.
En Canadá, los parámetros que se manejan incluyen diversas características de construcción ecológica, como calidad del aire interior, volumen de ruido, confinamiento de materiales peligrosos, iluminación natural, ventilación natural, entre otros. La Comisión Canadiense de Códigos de Construcción y de Prevención de Incendios (CCBFC), así como el Código Nacional de Energía para la Construcción y la Norma SB-10, ya incluyen estos parámetros en sus evaluaciones.
En el país, la situación es distinta, pues no existe un código de construcción ecológica para edificios comerciales, aunque ya existen algunos indicios en organismos como la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) o el Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal, los cuales retoman medidas que se encaminan a formular y reglamentar disposiciones en materia de edificación sustentable.
Actualmente, el conjunto de disposiciones con mayor incidencia en las construcciones mexicanas es la Leadership in Energy and Environmental Design (LEED), que desarrolló el Green Building Council de EUA; no obstante, según diversos especialistas, sus esquemas pueden resultar no tan benéficos o no aplicables a las construcciones que se desarrollan en el país, debido a las diferencias en los materiales, el uso de los recursos y las características climáticas.
Así pues, a pesar del gran auge de la certificación LEED en el país, existen diversos esquemas de evaluación de edificaciones que pueden considerarse como referencia o como modelo, de modo que se logre establecer el mejor conjunto de parámetros para la construcción de edificios más eficientes en México.
Código de Construcción Sostenible
El Consejo Internacional de Codificación en los Estados Unidos creó este código que contempla desde el diseño, hasta la construcción, ocupación y operación del inmueble; además, se superpone al conjunto de códigos internacionales vigentes. Es un programa voluntario que se puede aplicar en construcciones nuevas y remodeladas en los sectores de la construcción comercial e institucional, atención de la salud, vivienda familiar y vivienda multifamiliar. Sus áreas de desempeño son el desarrollo de sitios sustentables, la eficiencia energética, la regulación en el consumo de agua, la selección de materiales, la calidad de aire interior, la emisión de gases, los sistemas de energía renovable, el control de descargas y otras repercusiones.
Código de Edificación de Vivienda (CEV)
En éste, la Conavi establece aspectos de sustentabilidad que van desde la protección contra incendios, hasta el diseño estructural de los edificios. Es de tipo voluntario y regula el desempeño energético, con énfasis en la eficiencia y el consumo de agua.
Norma ASHRAE 198.1
Normativa que comprende diversos aspectos medibles, como la utilización eficiente del agua, la eficiencia energética, la calidad de aire interior y el impacto de la edificación, tanto en la atmósfera como en el uso de materiales y recursos. Es de tipo voluntario y comprende los sectores de la construcción comercial e institucional, la atención de la salud y la vivienda multifamiliar.
Certificación LEED
El programa LEED existe desde 1999 y, a la fecha, cuenta con aproximadamente 322 proyectos certificados en México. Igualmente, está presente en EUA y Canadá. Es de carácter totalmente opcional y se emplea tanto en proyectos de edificios nuevos como en remodelados. Se aplica en el desarrollo de barrios y en construcciones comerciales, institucionales, de salud, unifamiliares y multifamiliares. El método que utiliza para la verificación es el cálculo en el consumo de agua y energéticos.
Certificación del Sistema Green Globes
En EUA opera bajo el resguardo de la Green Building Initiative, comité técnico que pertenece al American National Standards Institute (ANSI). En Canadá se denomina BOMA Best y es un sistema que usan los grandes promotores inmobiliarios y las empresas de administración de propiedades. Es de carácter voluntario, y aplicable a proyectos nuevos, existentes o reacondicionados. Su innovación respecto de otras evaluaciones es que también califica el ciclo de vida de los inmuebles.
Certificación Energy Star®
Este programa que ampara la Ley del Aire Limpio y que establece la Environmental Protection Agency desde 1992 se encarga de promover productos con un consumo eficiente de energía. Toma en cuenta equipos de oficina, electrodomésticos, dispositivos de iluminación, viviendas nuevas, edificios y plantas comerciales e industriales. Es de carácter voluntario, y el método que utiliza para calificar es medir los índices de energéticos que se consumen.
Otras certificaciones y sus principales diferencias
Casi todas las certificaciones encaminan su propósito al consumo más consciente de la energía y evalúan los principales parámetros que califican las certificaciones que se citaron con anterioridad. La diferencia radica en que se aplican en algunos tipos de construcción y verifican estos rangos de distintas maneras. Por ejemplo, el Desafío del Edificio Vivo se dirige a desarrollos de barrios, poblados, campos y ciudades; pero también contempla construcciones comerciales, institucionales, de vivienda familiar y multifamiliar, al igual que las demás certificaciones.
En el caso de la certificación de edificios con nulo consumo energético (NetZero), el Sistema de Casa Pasiva, la Norma Nacional de Edificación Sustentable de EUA, la BOMA y la EnerGuide, realizan su evaluación a través de cálculos y mediciones; a excepción de la última, que sólo se aplica en hogares. Las demás califican casi cualquier tipo de edificación.
Para la industria HVACR, además de las normas de la ASHRAE, existe una evaluación a la que se le denomina Novoclimat, que es casi exclusiva del área, ya que pretende reducir, por lo menos, 25 por ciento el gasto energético que provoca la calefacción en los inmuebles. En el caso de la R-2000, el parámetro principal por evaluar es la filtración de aire que existe en el exterior de una obra.
Sistema de Evaluación de la Vivienda Verde
Es el único sistema de carácter obligatorio que informa acerca de la eficiencia energética y el desempeño ambiental en viviendas en México. Entró en vigor desde 2013 y la exige el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit). Cabe destacar que este tipo de iniciativas son recientes y lo ideal es que los involucrados en el área de la construcción las respeten y que impulsen otras, como sucede en otros países.
Además de estos programas, existe una metodología de evaluación comparativa con elementos de referencia (benchmarking), la cual consiste en obtener una medida que permite rastrear y comparar el desempeño de las obras.
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Con información de la Comisión para la Cooperación Ambiental