El ingeniero Luis Bernardo Argüelles y Medrano, director de Obra y corresponsable en instalaciones de Desarrollo Urbano del Distrito Federal, habla de las tendencias existentes en la industria de la construcción, del panorama que hay en el sector HVAC y de los cambios que han acontecido en el mercado nacional.
Eréndira Reyes / Manuel Merelles, fotografía
¿Cómo ve el panorama de la industria HVACR en este primer semestre del año?
No tengo un número preciso, pero se ve que la construcción de grandes edificios va en aumento; además, la necesidad de crear este tipo de inmuebles y la apertura de las leyes mexicanas en materia energética y de telecomunicaciones está haciendo que muchas empresas extranjeras lleguen a la Ciudad de México o hagan planes para instalarse.
¿Cuáles son las tendencias en el mercado?
Edificios con mayos seguridad, más eficientes y sustentables. Por lo tanto, en el sector HVAC se requieren sistemas de alta tecnología para que puedan cumplir con los estándares LEED, pues es conveniente tener dichas certificaciones. El mercado está cambiando y los arrendadores ya solicitan esa clase de inmuebles a la hora de ocuparlos con oficinas. Lo que buscan es tener un menor gasto energético y económico.
¿Cómo ve a la industria respecto del impacto ambiental que se ha generado en los últimos años?
Los fabricantes están desarrollando equipos con alternativas tecnológicas muy avanzadas y, sin poner en segundo plano a marcas europeas o asiáticas, los productos que están ofreciendo en Estados Unidos tienen gran liderazgo en el desarrollo de sistemas. En general, se está modificando la manera de construir y de instalar equipos.
¿Entonces, la opción son las tecnologías verdes?
Sí. Se debe hacer algo en contra de la mancha de concreto. Muchas instituciones en la Ciudad de México han puesto en marcha reglamentos y normativas que deben respetar todos los constructores. Cada día, el país se acerca más a la tendencia mundial en temas de sustentabilidad, de confort en todos los edificios, etcétera. Con ayuda de las nuevas tecnologías, como internet o redes sociales, los usuarios finales ya tienen acceso a las distintas alternativas que existen en el mercado y que mejoran su calidad de vida, por lo que el mercado se ha hecho más exigente.
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