Los modelos de certificación en México han estado presentes desde hace más de una década, pero la actualización y entrada de nuevos esquemas trae consigo parámetros de evaluación renovados. Su aplicación y reconocimiento requiere entender el panorama de la construcción en la actualidad y las necesidades del sitio de la edificación.
“Las certificaciones van evolucionando acorde a las nuevas tecnologías y desarrollos”: Alejandro Bátiz.
Eréndira Reyes.
Las certificaciones son una estrategia de evaluación que se utiliza para el mejoramiento en la calidad de procesos, productos o servicios. En México, existen varios esquemas aplicables de forma voluntaria a los que empresas, constructoras o grupos son sometidos con el fin de que se evalúe la calidad de las construcciones y edificaciones que realizan, rentan o compran.
Éstos, en su mayoría, se han desarrollado e implementado en otros lugares, como Estados Unidos, Canadá, Inglaterra u Holanda, y entre las certificaciones que existen en el país se encuentran LEED, PCES, Energy Star o BREEAM.
Su popularidad consiste en que el modelo económico globalizado ha permitido homogeneizar la manera de desarrollar construcciones en todo el mundo. La entrada de este tipo de paradigmas no es nueva, pero lo que sí es un hecho es que su diversidad ha crecido y actualmente ofrece una gama de variantes que pueden ser aplicables según los intereses particulares de los contratistas.
Ahora bien, en los últimos años el panorama de la construcción en México se ha inclinado por el esquema LEED, y a pesar de que existen otras opciones se ha mantenido al alza ¿Qué indica exactamente este dato? ¿Un paradigma efectivo o la influencia directa de Estados Unidos debido a la cercanía geográfica en la que se encuentra el país?
Para iniciar esta investigación, lo primero que se debe indicar es el total de edificios que se han acoplado a algún tipo de esquema y conocer los distintos sistemas que están al alza en la industria de la construcción.
En la República Mexicana existen 104 proyectos certificados bajo el sello LEED, el cual expide el Green Building Council de EUA. Otros 12 proyectos están certificados bajo el Programa de Certificación de Edificaciones Sustentables (PCES), sistema aplicable sólo en el Distrito Federal y que tiene, además de un carácter ambiental, beneficios fiscales. También existe el Living Building Challenge del International Living Future Institute, en el que se enumeran seis proyectos.
Hay que resaltar que algunas asociaciones están impulsando normativas que certifiquen no sólo de forma voluntaria, sino que se implemente una regulación obligatoria, como es la Norma de Edificación Sustentable (NMX-164).
Para hablar de este tema, el ingeniero Alejandro Bátiz, de la empresa Cívita, habló en entrevista con la revista Mundo HVAC&R sobre el panorama que impera en el país y las opciones que existen en modelos de certificación.
Mundo HVAC&R (MH): ¿Qué tipos de certificaciones aplican en la República Mexicana?
Alejandro Bátiz (AB): Hay muchas opciones, pero básicamente son tres esquemas los que se aplican en México: LEED, PCES y Green Globes.
MH: ¿Por qué la certificación LEED es la más común?
AB: En Estados Unidos hay una gran tendencia en el sector de la construcción por hacer este tipo de edificaciones y al haber en México una gran influencia de industrias estadounidenses que están instaladas en el territorio sigue esta inclinación. La demanda, entonces, se puede encontrar por parte de empresas internacionales, pero también con algunos desarrolladores locales.
MH: Recientemente entró en México la certificación BREEAM, ¿la conoce?
AB: Sí, es una certificación británica, y más que entrar, alguien la ha empezado a usar en México. Igual que LEED, es de carácter voluntario, pero aún no es muy reconocida. En cuanto a proyectos, no conozco ninguno que esté bajo este sello.
MH: Ahora bien, se mencionó el programa que aplica en el Distrito Federal llamado PCES; en Jalisco, entidad donde reside la empresa, ¿existe alguna certificación similar?
AB: Hasta donde yo tengo conocimiento, Zapopan es el único municipio que tiene incentivos muy concretos para edificios certificados, pero a diferencia de lo que ocurre en el D.F. con PCES se otorga a los edificios que cuenten con un título de LEED. Además, a nivel estatal se promulgó recientemente una norma de edificios verdes de carácter voluntario, pero aún no es tan reconocida.
MH: ¿El esquema LEED va acorde con las características y necesidades de México?
AB: Realmente todos los temas de calidad de vida y ambientales son universales, por lo tanto, son aplicables en América, Asia o Europa. Yo veo que LEED es un modelo muy completo, pues abarca varios temas en desempeño.
Obviamente no todos los esquemas aplican para todas las regiones, aunque LEED es bastante bueno para adaptarse. México es uno de los países con mayor potencial en desarrollo, así que debe sumarse a las exigencias ambientales que se requieren; por ejemplo, si en Chihuahua se hace un edificio, su desempeño se debe calificar de forma distinta a una edificación de la Ciudad de México.
MH: ¿Cuáles son las diferencias respecto de otras certificaciones que existen en México y LEED?
AB: LEED es una certificación que proviene de una organización no gubernamental y no lucrativa; su objetivo no es convertirse en un modelo obligatorio, cuestión que difiere con PCES, su propósito es mover el mercado e incentivar la industria de insumos; se enfoca en desempeño y no en tecnologías.
MH: ¿Los desarrolladores buscan otras certificaciones o van directamente por LEED?
AB: Depende, pues hay dos tipos de desarrolladores. Primero están los proyectos que se certifican por políticas propias sin buscar un beneficio monetario; el segundo tipo busca un beneficio monetario, pues si posee un certificado de LEED puede competir con otros desarrolladores y ofertar al mercado de renta de oficinas un edificio estandarizado. Además de éstos, se encuentran los desarrolladores, que buscan el beneficio fiscal que tiene PCES, aunque sólo aplica en el D.F.
MH: ¿Existe algún elemento que no se contemple en dichos sistemas de certificación y que considere que se debe incluir?
AB: Las certificaciones van evolucionando de acuerdo con las nuevas tecnologías y desarrollos que se hagan; por lo tanto, se deben cubrir todas las áreas importantes de desempeño y no creo que ahorita haga falta algún tema importante que no contemplen. Creo también que PCES va en contra de la tendencia, pues genera mucha burocracia y, en mi opinión, el programa debería desaparecer.
Las diferencias que existen entre la variedad de certificaciones que hay en la actualidad son diversas, aunque mantienen en común su carácter voluntario y que buscan hacer conciencia en la forma de desarrollar edificaciones.
Ver Comparativo entre esquemas BREEAM y LEED
En cuanto a la certificación inglesa BREEAM, el Instituto Mexicano del Edificio Sustentable lanzó en fechas recientes las oportunidades que representa para los desarrolladores del país. En entrevista, comparten algunas de sus características.
MH: ¿Qué es BREEAM?
IMES: Es un método de evaluación medioambiental que utiliza un sistema simple y transparente de puntuación; tiene influencia en el diseño, la construcción y el mantenimiento de los edificios. La acreditación de tal modelo está bajo un marco internacional que surgió en Inglaterra y que se utiliza con éxito en Europa. La certificación se está adaptando para crear una versión internacional del programa que proporcione un nivel comparable de país a país; esto hará que el uso del marco europeo EPC se adapte a las normas y legislaciones nacionales.
MH: ¿Es posible tal adaptación?
IMES: Hemos demostrado que nuestra legislación es congruente con las especificaciones del marco europeo, pero tenemos que reconocer que aún hay muchas normas y leyes que están rezagadas. Sin embargo, nuestra metodología nos permite incorporar estándares universales, como el ISO-14001. En concordancia con BREEAM, tenemos entidades oficiales que respaldan estas normas en México, como la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA) y el Instituto Mexicano de Normalización y Certificación (IMCN); el marco se encuentra bajo un nuevo código internacional. Anticipamos que estos cambios harán que la certificación sea más transparente, adaptable y atractiva para los intereses nacionales y para que la unidad se adelante al interés y compromiso a los edificios sustentables.
MH: ¿Existe algún proyecto en proceso de certificación?
IMES: Nos encontramos en una etapa inicial aún, lo que implica que estamos formando grupos nacionales consultivos, revisando las normas técnicas y el modelo de negocio. El panorama, sin embargo, se ve favorable.
MH: Entonces, a grandes rasgos, ¿cuál es la diferencia entre esta certificación y otras aplicables en el país?
IMES: La principal diferencia es que BREEAM se basa en la figura de unos asesores formados por el BRE y que son los que se encargan de aplicar los criterios de certificación; LEED, por el contrario, no forma expresamente a los calificadores, pero sí concede puntos extras si interviene un profesional acreditado. Esto significa que la adaptación a las legislaciones nacionales es más cercana a la que establece, por ejemplo, LEED.
La opción que elijan las empresas respecto de cualquiera de estos esquemas dependerá, principalmente, del proyecto que se llevará a cabo y, al mismo tiempo, de cómo se pueden adaptar el desarrollador y constructor a tales sistemas.
Finalmente, lo trascendente radica en buscar una construcción más sustentable y frenar el crecimiento de la huella ecológica en cada región.
Una normativa estudiada, que contemple innovación y que recoja datos anteriores con miras a abarcar aspectos actuales y futuros harán una industria más confiable y responsable.
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