Después de asistir a algunos eventos de interés para el sector, como son la AHR en Nueva York, Refriaméricas y Tecnoedificios, creo tener la información suficiente para especular un poco acerca de las tendencias en el mundo de la climatización y la refrigeración.
Un rasgo que se puede apreciar va hacia la sustentabilidad de los sistemas, tanto de los relacionados con lograr un clima apropiado, como para cualquier otro tipo de aplicación (hospital, laboratorio, electrónica o cualquier industria o proceso), así como en aquellas implicadas con la cadena de frío.
Ahora bien, al momento de hacer la ingeniería, efectuar los suministros, ejecutar los montajes y, finalmente, operar y mantener adecuadamente las instalaciones, aún permanece fuera este rasgo sustentable.
Con los refrigerantes existe todo tipo de cambios en busca de la sustentabilidad, pero lo que existe hoy en día es una gran confusión generalizada y todavía no aparecen los refrigerantes ideales.
La tendencia que debe prevalecer, entonces, es conseguir la máxima eficiencia, pero con un mínimo impacto en el calentamiento global y el deterioro de la capa de ozono. Para ello se requieren equipos que cumplan con ambas condiciones en todo tipo de aplicación y hacia esa meta debemos enfocarnos todos, sin excepción.
Otra tendencia que debería ser prioridad es la necesidad de capacitar a nuestros ingenieros y técnicos en estos conceptos, para crearles una verdadera pasión por el uso racional de la energía y ser amigables con el medioambiente.
Una vez que se les haya capacitado adecuadamente, deben haber exámenes que certifiquen sus competencias.
Este ejercicio de ingeniería y tecnología altamente especializado necesita estar adecuadamente normalizado y reglamentado.
En este aspecto estamos muy por debajo de lo que exige esa hipotética tendencia hacia la sustentabilidad y, sin excepción, tenemos que esforzarnos para que lleguemos al estado ideal en estos tópicos.
Paralelamente a dichos conceptos, los equipos en el mercado deben estar certificados por instituciones idóneas e independientes que garanticen todas sus prestaciones, a fin de poder garantizar la tan imperativa sostenibilidad.
También es primordial mantener la tendencia a lograr que los sistemas se adecuen a aquellas cargas parciales que se dan por ocupación, factores climáticos y materiales constructivos.
Para ello es necesario que la lógica de control especificada para un sistema sea la adecuada y que los equipos tengan la redundancia y las capacidades que les permitan acomodarse a la demanda en tiempo real.
Así que, diseñadores, fabricantes, proveedores, contratistas y usuarios debemos contar con un profundo conocimiento del uso de la energía en dichos sistemas y del impacto que ello pueda tener en el cambio climático. Ésta es una tarea inaplazable e ineludible.
Me parece que ya hemos desperdiciado demasiada energía y deteriorado en extremo el medio en el cual vivimos.
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Camilo Botero
Expresidente de ACAIRE en dos periodos, miembro de ASHRAE y de la ACIEM, además es secretario de la FAIAR. Fue nominado en Who is Who in Science & Engineering (2007, USA) y en IBC Foremost Engineers of the World (2008, Cambridge Inglaterra). Es presidente de Camilo Botero Ingenieros Consultores Ltda. y se ha desempeñado como docente en universidades colombianas.