El término sustentabilidad remite a diversos conceptos que día a día se especializan. Conjuntar las disciplinas que se desprenden del término es una de las muchas tareas que realiza SUMe, asociación con cuatro años de vida y grandes metas.
Eréndira Reyes
En 1972 se llevó a cabo en Suecia la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, en la que se planteó que el mundo atravesaba por una crisis nunca antes vista. Desde aquél momento, la defensa al medioambiente se convirtió en uno de los temas más urgentes para las agendas políticas de los países miembros de la organización.
Dicha situación incentivó a estudiosos de diversas disciplinas, como biólogos, sociólogos, geógrafos, urbanistas, arquitectos e ingenieros, a crear condiciones más favorables para el desarrollo de la vida humana a nivel global y local, y para proteger al planeta; actividades a las que se categorizó en un solo término: sustentabilidad.
Con base en lo planteado por el término, se busca proteger al planeta para que las generaciones futuras cuenten con recursos suficientes, que les proporcionen una buena calidad de vida, sin destruir la biodiversidad e incentivando la convivencia armónica del hombre con el planeta.
Tradicionalmente, las ciudades tienen su origen en el crecimiento y desarrollo de pueblos que, por su situación geográfica, evolucionan de pequeños asentamientos a grandes urbes. Esos pueblos se conformaban cerca de un río o en un valle, con base en la calidad de la tierra para sembrar, la cercanía con otras poblaciones, la propiedad de un espacio de terreno o simplemente por decisión de los fundadores.
Las condiciones históricas han cambiado y la conformación de nuevos centros urbanos es cada vez más reducida; sin embargo, el crecimiento poblacional propicia que se busquen nuevos modelos habitacionales con características muy particulares en cuanto al nivel de vida, el empleo, la ecología y muchos factores más, que ofrezcan a los nuevos ciudadanos un sistema de vida sustentable.
Sustentabilidad hace referencia a sustento y tiene relación directa con aspectos económicos, aunque es importante decir que un desarrollo sustentable debe guardar el balance entre lo social, lo económico y lo ambiental.
Sobre esta base nace Sustentabilidad para México (SUMe), entidad que, de manera formal, cuenta con cuatro años en el sector de la construcción sustentable y más de 10 de experiencia en el desarrollo de proyectos sustentables. Su presidente, el ingeniero Darío Ibargüengoitia, comparte la filosofía, las dinámicas, actividades y posibles proyectos que vislumbra el organismo.
Mundo HVAC&R (MH): ¿Qué significa sustentabilidad y qué aspectos abarca en la vida diaria?
Darío Ibargüengoitia (DI): La sustentabilidad se logra al mantener el desarrollo de la humanidad, sin afectar los recursos, para que las generaciones futuras sigan teniéndolos o generándolos; lo cual significa que no sólo debemos contemplar el deterioro, sino que debemos regenerar recursos para la posteridad; además, estamos hablando del planeta, no únicamente de México.
MH: ¿Cómo surgió el proyecto SUMe?
DI: La parte de sustentabilidad la tenemos desde hace muchos años, sólo que no nos habíamos enfocado en llamarla de una manera específica. Los antecedentes están en el Consejo Mexicano de Edificación Sustentable (CMES), incluso en el Instituto Mexicano del Edificio Inteligente (IMEI), que ya traían aspectos de sustentabilidad, pero sin ser tan incluyentes.
Hace cuatro años estábamos reunidos en un programa técnico regional del consejo americano y decidimos no quedarnos en hacer sólo certificaciones LEED, sino que tendríamos que ponernos a buscar algo más. Fue justo a finales de ese año que comenzamos a buscar más personas y decidimos cambiar, sin duplicar esfuerzos.
Eso es lo que hemos estado haciendo en los últimos tres años, aunque la mayoría de los miembros de SUMe trabajan la sustentabilidad desde hace más de 10 años.
MH: En el caso de los especialistas, ¿cuál es el papel que deben adoptar para que se lleven a cabo este tipo de prácticas sustentables?
DI: En este momento, la sustentabilidad abarca a todos los especialistas, pues hay desde sustentabilidad financiera, hasta ingeniería y arquitectura sustentable, por lo que biólogos, matemáticos, físicos, entre otros, deben difundir su conocimiento.
La función de SUMe es tratar de aglutinarlos, tanto al ramo de la construcción como a todo lo que implica, a fin de que todos tengamos idea de lo que es la sustentabilidad y se pueda trabajar en conjunto. Lo bueno de esto es que hay muchas ideas, que si nos quedamos con la rama de la arquitectura o la rama ingenieril, nos quedaríamos truncos. En la Asociación nos gusta decir que somos un único equipo y que entre todos podemos lograr soluciones diferentes e innovadoras.
MH: Ahora bien, debido a las problemáticas sociales que se viven en el país, ¿qué motivo social tiene la sustentabilidad?
DI: Definitivamente tiene una función social, y si partimos del hecho de que la sustentabilidad no se puede ver sin equidad, si no existen seguridad, accesibilidad e integración, no puede ser posible conseguir tal objetivo.
Una de las cosas que nos orilló a fundar SUMe fue justamente la integración: traer a todos para que exista una equidad social. Uno de los proyectos que queremos arrancar en este año plantea la posibilidad de que algunas comunidades en Oaxaca sean completamente sustentables, aspecto que generará un cambio en aquellos lugares y en la concepción actual que se tiene de la sustentabilidad, debido a que muchos la pueden ver propia de un edificio, de un foco o de una calle, cuando se debe pensar que involucra todo.
MH: El lema de SUMe dice “Hacer rentable la sustentabilidad”, ¿cómo es posible nivelar e incluir a todos?
DI: Lo que estamos intentando hacer es llevar el proyecto, primero a los niños; por otro lado, contamos con un programa llamado Consciencia, que busca llevar la sustentabilidad a las escuelas primarias, para que los estudiantes vivan la sustentabilidad, que las escuelas sean sustentables; incluye a las privadas y de gobierno, pues eso nos generará, en 10 años, un México completamente distinto. Asimismo, el proyecto plantea crear consciencia a través de la experiencia.
MH: Promover este tipo de filosofía en los corporativos y las empresas privadas ha tomado algunos años; sin embargo, muchas ya están dentro de este paradigma, ¿durará mucho tiempo tal postura?
DI: Creo que la sustentabilidad será rentable siempre y cuando le regresemos a la naturaleza lo que nos cobra por afectarla. Más allá de eso, cuando ahorramos y creemos que puede ser para todos, esa rentabilidad se hace no sólo económica, también social, porque todos podremos ganar y esto incentivará nuevos proyectos que permitirán que continúe la tendencia. Por lo tanto, podremos contar con una sustentabilidad rentable en todos los niveles productivos.
MH: ¿Cuál es, entonces, el papel de las organizaciones para el desarrollo de este tipo de prácticas desde un nivel político, económico y social?
DI: Un poco es dejar de duplicar acciones y dejar de ser egoístas, pues muchos de los asociados han encontrado que la postura de algunos gremios, por creer que tienen la verdad absoluta, está lejos de ser algo real, por lo que nosotros tratamos de unir esfuerzos.
Por lo tanto, dejar de duplicar labores y observar qué se está llevando a cabo alrededor será mejor; por poner un ejemplo, voltear a ver a la ASHRAE en su sector muy específico, y trabajar con ella; lo que, en conjunto, nos brindará mejores resultados. Afortunadamente, las asociaciones sí se están uniendo y sí están trabajando, pues el fin de cada una en lo individual es el mismo.
Lo que también es cierto es que por parte del gobierno, no importa su color, no se hacen cambios radicales, lo que nos motiva a unir esfuerzos y crear vínculos entre asociaciones, con la meta de generar un verdadero cambio.
MH: En lo que respecta a las empresas nacionales, en comparación con las compañías trasnacionales que muchas veces se adhieren a políticas ambientales originadas en otros países y las implementan en sus subsidiarias, ¿cómo ha sido su reacción ante este cambio de paradigmas?
DI: Yo creo que una vez que entienden que un proceso de prácticas sustentables les reditúa, en primer lugar, en ahorros, después en eficiencias y, posteriormente, en desarrollo, las empresas participan. Así nació SUMe, pues se trata de un organismo formado por empresas que nos dimos cuenta de la tarea que teníamos que realizar y de que la mano de obra es maravillosa, gracias a que la capacidad del mexicano también lo es, incluso mejor que en otros países.
Ahora vemos que la unión de esfuerzos puede lograr grandes cosas, lo que se ha dado desde tiempos precolombinos, pues aztecas, olmecas y toltecas practicaban las sustentabilidad, pero en el camino se dejó atrás; a pesar de ello, muchas empresas ya la retomaron, pero con un extra: el desarrollo.
MH: ¿Cuáles son las perspectivas de crecimiento a corto, mediano y largo plazos, tanto para el sector sustentable, como para la generación de consciencia en los usuarios?
DI: Muy interesante y optimista. La sustentabilidad ya no la vemos como una práctica exclusiva de un constructor o fabricante, sino que se trata de una cultura, porque vamos a entender que juntos podremos crecer más.
El año 2014 fue muy buen año, ya que se logró el reconocimiento de SUMe como Consejo Emergente por parte del Consejo Mundial; por lo tanto, esa herramienta nos servirá para que en la República Mexicana explotemos la sustentabilidad de una manera mucho más fuerte y para que hagamos un trabajo más integral.
MH: ¿Cuáles son los principales objetivos que se ha planteado Sustentabilidad para México para el futuro próximo?
DI: Duplicar el número de miembros, porque si crece la cantidad de integrantes, podremos generar gran cantidad de ideas y cosas.
De igual manera, se pretende crear una certificación totalmente mexicana, basada en normas mexicanas, para llegar a un nivel mucho más amplio de lo que representa la cultura de la sustentabilidad, en escuelas, primarias, universidades, etcétera. Aunado a lo anterior, se pretende abarcar la República Mexicana, porque deseamos difundir esta cultura no sólo en el Distrito Federal, sino tener gerencia en todo el país.
MH: ¿Con qué alianzas cuenta SUMe, tanto a escala nacional, como en el contexto mundial?
DI: Se están sumando diversas universidades de la República Mexicana; de hecho, se acaba de unir al proyecto la Universidad de Monterrey.
Queremos expandir el terreno de acción con las universidades a nivel nacional y ya se tienen pláticas con universidades internacionales, sobre todo con instituciones que se localizan en Estados Unidos.
También, tenemos alianzas en la zona del U.S. Green Building Council, donde Alejandra Cabrera, nuestra directora Ejecutiva, es parte del Consejo del American´s Network.