En los últimos años, el uso de tecnologías alternativas para la refrigeración comercial, en reemplazo de sistemas de expansión directa a base de HFC, ha entrado en una época de gran demanda. Prueba de ello es la adopción de tecnologías a base de refrigerantes naturales que gran cantidad de minoristas ha realizado en Europa, a fin de minimizar sus emisiones contaminantes
Thierry Jomard, Nina Masson y Christoph Brouwers / Traducción: Christopher García
Hoy, debido a que el consumo de energía y las fugas de gases fluorados tradicionales son áreas de creciente interés, un número cada vez mayor de minoristas de alimentos analiza sus estrategias para incorporar soluciones de refrigeración más sostenibles.
Los gases fluorados que se encuentran en los refrigerantes sintéticos contribuyen de manera significativa al calentamiento global, en comparación con los refrigerantes naturales. A pesar de que los HFC reemplazan a los clorofluorocarbonos (CFC), agotadores del ozono y con alto potencial de calentamiento global (GWP), siguen presentando un GWP hasta 23 mil veces mayor que el del dióxido de carbono (CO2).
El CO2, aunque no representa la solución más eficaz para todas las aplicaciones de refrigeración y aire acondicionado, ha probado ser especialmente eficaz en términos económicos y ambientales para aplicaciones del sector minorista de alimentos; además, su disponibilidad es ilimitada.
En sí mismo, el CO2 es un gas de efecto invernadero; no obstante, como refrigerante natural es considerado ambientalmente neutro, debido a que se captura de la atmósfera en sistemas sellados herméticamente, tras lo cual es liberado cuando el sistema concluye su tiempo de vida útil. Gracias a sus propiedades termodinámicas, el CO2 es un refrigerante más eficaz para el sector minorista de alimentos, a pesar de que requiere presiones más elevadas para funcionar que los HFC.
Algunos consideran que la introducción de la regulación de gases fluorados en Europa (F-Gases), lo que incluye la eliminación de los HFC con alto GWP del sector de la refrigeración para 2022, será el acicate que requiere la industria para generalizar la adopción de soluciones de refrigeración sostenibles. Otros sostienen que la combinación de la presión pública ejercida por consumidores ambientalmente conscientes y el imperativo comercial de reducir los costos de energía ha sido, y seguirá siendo, el catalizador real de un cambio radical en la industria.
La industria minorista de alimentos se encuentra bajo presión para reducir sus costos operativos y su impacto ambiental, a pesar de que los precios de la energía muestran un incremento dramático y de que el consumo energético se ha incrementado, debido a que las tiendas muestran horarios de servicio más prolongados y a que la cantidad de productos que requieren refrigeración ha crecido. Por estos motivos, para los minoristas de alimentos resulta imposible ignorar la necesidad de cambiar por tecnologías amigables con el ambiente y menos consumidoras de energía, sea que exista regulación o no.
La evidencia recogida de las naciones que encabezan la adopción de refrigerantes naturales sugiere que la legislación es un factor clave para decidir los tipos de sistemas de refrigeración en los que se debe invertir a largo plazo. Esto es cierto sobre todo en Dinamarca, donde se han introducido gravámenes a los HFC. Iniciativas similares pueden verse en Noruega y Suiza, en ocasiones combinadas con incentivos para investigación y capacitación.
Otros países han optado por incentivos financieros para usuarios finales que son subsidiados por el gobierno. Alemania, por ejemplo, ha brindado apoyo en investigación y desarrollo para la implementación de proyectos piloto en sustancias libres de halógenos, así como incentivos financieros directos para fomentar el uso de refrigerantes naturales en la refrigeración comercial.
Finalmente, algunos países, como Reino Unido y Suecia, han dado un viraje hacia los refrigerantes naturales, impulsados por la propia industria. La presión de grupos ambientalistas ha contribuido a este viraje en el Reino Unido, donde los minoristas de alimentos comunican proactivamente a los usuarios el uso de refrigerantes naturales en sus tiendas.
Durante los últimos dos años, el mercado europeo de refrigerantes naturales ha visto cambios significativos. La investigación más reciente de shecco, lanzada durante la conferencia ATMOsphere Europe 2013, en Bruselas, indica que la aceptación de los sistemas de CO2 transcrítico para el sector minorista de alimentos en Europa se ha duplicado desde 2011. Un nuevo estudio, que se realizó en coordinación con Carrier, ofrece evidencia sólida actualizada de que la tecnología de los refrigerantes naturales se ha convertido en una solución generalizada en el sector de la refrigeración comercial de Europa.
El hallazgo más sorprendente de este estudio es que prácticamente dos tercios de los supermercados consultados ya usan refrigerantes naturales en sus instalaciones. Por otro lado, las propuestas de la Unión Europea sobre los HFC que los refrigerantes naturales están reemplazando recién se concluyeron. La pregunta, entonces, es ¿por qué la industria ha sido tan proactiva en la adopción de esta tecnología?
Sostenibilidad corporativa, motor del cambio
Es cierto que la legislación ha contribuido a impulsar la adopción de los refrigerantes naturales. Todos los minoristas de alimentos que participaron en el estudio estaban conscientes de la propuesta de reducción de HFC en ciertas aplicaciones, lo que sugiere que el asunto ya es una prioridad en la agenda de las compañías que buscan mantener vigentes sus negocios. No obstante, la acelerada aceptación de los refrigerantes naturales durante los pasados dos años sugiere que otros factores han influido en este proceso.
Es de destacar la cantidad de minoristas europeos que decidieron suprimir el uso de HFC antes de que la regulación sobre gases fluorados estuviera totalmente clara. Debido al elevado GWP de muchos gases fluorados, las políticas corporativas de sostenibilidad han sido un factor clave, en conjunto con el deseo de mostrar liderazgo ambiental. Para muestra, 71 por ciento de los minoristas de alimentos consultados afirmaron que las políticas para reducir su huella de carbono se han fomentado desde los niveles más altos de sus respectivas organizaciones.
Hoy en día, los minoristas de alimentos que adoptan los refrigerantes naturales obtienen beneficios, dado que son más “sostenibles ambientalmente” con sus consumidores, al tiempo que registran ahorros económicos gracias al incremento de su eficiencia energética.
Quienes participaron en el estudio enfatizaron también los beneficios comerciales potenciales que ofrece cambiar por refrigerantes naturales en términos de eficiencia y desempeño. Asimismo, se declararon convencidos de que los refrigerantes naturales son seguros y confiables, además de que cuentan con un retorno de inversión equiparable al de los HFC.
Para el sector minorista de alimentos, los refrigerantes naturales tienen sentido, comercialmente hablando, y el CO2 es la alternativa preferida en sistemas centralizados. Los beneficios derivados de dicha certeza son tales, que más de la mitad de los minoristas de alimentos consultados están dispuestos a reducir sus ciclos de inversión para adoptar la tecnología en sus tiendas.
Lo cierto es que aún existen áreas que pueden mejorarse. El costo capital inicial de un sistema a base de refrigerantes naturales sigue siendo ligeramente más elevado que el de un sistema a base de HFC, además de que las labores de servicio y mantenimiento requieren mayor inversión.
La evidencia sugiere, no obstante, que la combinación de mercado, políticas y tecnología ha creado un círculo virtuoso, ha impulsado la investigación, el desarrollo y la inversión, al tiempo que ha reducido el costo y fomentado el crecimiento de la cadena de suministro. Un desafío clave será mantener el auge de la tecnología hasta el punto en que sea asequible para comercios y tiendas de minoristas más pequeños en el sur de Europa. Hay signos de que este segundo punto de inflexión no está lejos.
TENDENCIAS CLAVE EN EL MERCADO EUROPEO
Reducir la huella de carbono equivale al éxito del negocio
Los minoristas cada vez son más conscientes del vínculo entre reducir su huella de carbono y los resultados obtenidos. Los participantes de los diferentes territorios evaluados que participaron en el estudio consideran que reducir su huella de carbono es “importante” para el éxito general de su negocio, con un promedio de 3.84 en una escala de 1 (nada importante) a 5 (sumamente importante). Los minoristas de alimentos alemanes otorgaron el valor más alto a reducir su huella de carbono como medio para incrementar o mantener sus negocios en el futuro, con un promedio de 4.43 en dicha escala.
Decisiones tecnológicas informadas mediante políticas de sostenibilidad corporativa
Las respuestas indican que las decisiones estratégicas, operativas y para la consecución de objetivos deben tomarse a la luz de la sostenibilidad. Una clara mayoría (69 por ciento) de los grandes minoristas consultados afirma que las políticas para reducir la huella de carbono de la organización son fomentadas desde los niveles jerárquicos más altos. Dichas políticas, declaran los participantes, tienen un gran impacto en las decisiones estratégicas relacionadas con la compra y el uso de tecnología novedosa.
La refrigeración en vías de incrementar su eficiencia energética
En los supermercados actuales, los sistemas de refrigeración representan el mayor consumo de energía. De hecho, más de 40 por ciento de la energía total consumida por una tienda es atribuible a la refrigeración. Por si fuera poco, más de 60 por ciento de la Contribución Total al Calentamiento Global Equivalente (TEWI, por sus siglas en inglés) de un sistema de refrigeración es debida al consumo de energía.
Los minoristas de alimentos colocan la eficiencia energética de sus sistemas de refrigeración entre sus prioridades. De cada cinco participantes, 4.3 considera el uso de refrigerantes con bajo GWP y energéticamente eficientes como el elemento ambiental preponderante para incrementar la eficiencia energética de sus respectivas tiendas. En este sentido, los estudios llevados a cabo por Carrier indican que un sistema a base de CO2 ofrece una clara ventaja en términos de eficiencia energética (hasta 13 por ciento), en comparación con sistemas tradicionales, la cual aumentaría si se utilizara un sistema integrado (que combine refrigeración, calefacción de espacios y enfriamiento).
Minoristas de alimentos ven retornos potenciales en inversiones tempranas
Los ciclos de inversión en tecnología entre los participantes del estudio mostraron un promedio de 14 años; sin embargo, más de la mitad (53 por ciento) de los minoristas de alimentos consultados estarían dispuestos a reducir este ciclo para acelerar la implementación de sistemas de refrigeración más responsables con el ambiente. Asimismo, la mitad de los participantes estuvieron dispuestos a reducir sus ciclos de inversión en más de dos años, a fin de adquirir tecnologías a base de refrigerantes naturales. Dichos minoristas ven beneficios comerciales potenciales al invertir con anticipación en tecnologías basadas en refrigerantes naturales, a pesar de percibir pérdidas asociadas con la imposibilidad de amortizar el equipamiento al máximo.
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Thierry Jomard
Cuenta con una maestría en Ingeniería Mecánica y un doctorado en Transferencia de calor por el Lyon National Institute for Applied Sciences. Ingresó a Carrier en 1993, en el sector de aire acondicionado y refrigeración. Dirigió los esfuerzos de Carrier Commercial Refrigeration de 2005 a 2009, lo que derivó en el lanzamiento de sistema transcrítico de CO2 de Carrier para refrigeración estacionaria. En 2004, fue nombrado presidente de Carrier Commercial Refrigeration para Europa.
Nina Masson
Cuenta con una maestría en Administración de Negocios y una en Gestión Ambiental. Durante los últimos siete años, se ha desempeñado en el campo de tecnologías ambientales, donde se especializa en refrigerantes naturales. Actualmente, labora en desarrollo de negocios para inteligencia de mercado y servicios de consultoría, así como en proyectos especiales y publicaciones. Ha desarrollado estudios globales para agencias de Naciones Unidas, incluida la UNEP y la UNIDO. Es Associate Member en el Instituto de Gestión y Análisis Ambiental (IEMA).
Christoph Brouwers
Cuenta con más de 20 años de experiencia en refrigeración y conocimiento profundo de prácticamente todos los tipos de sistemas de refrigeración y refrigerantes. Actualmente, es responsable de los Programas de Sistemas Mecánicos de Carrier, con un enfoque particular en una solución holística que combina refrigeración, calefacción de espacios y enfriamiento para todo tipo de tiendas minoristas de alimentos basadas en sistemas con refrigerantes naturales.