El crecimiento de los data centers en México ha sido considerable en años recientes. Por sus características, demanda energética y cantidad de sistemas auxiliares que requieren, pueden tener una contribución elevada al deterioro planetario si se desarrollan con equipos ineficientes. Una nueva norma recién publicada se encarga de vigilar que su desempeño sea óptimo
Eréndira Reyes
La innovación en el sector de las tecnologías de la información ha posicionado a México como uno de los lugares más competitivos dentro de un mercado que está exigiendo contar con una base tecnológica a fin de asegurar un óptimo funcionamiento de los centros de datos, así como su interrelación con otros sistemas.
Esto ha motivado a que en el país, bajo el marco de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización y su Reglamento, se promoviera y elaborara la Norma Mexicana NMX JCI-489-ANCE-ONNCCE-NYCE-2014: Centros de datos de alto desempeño, impulsada por del Instituto Mexicano del Edificio Inteligente y otros organismos especializados.
Dicha norma, apegada a los requerimientos en México, sin pasar por alto normas y recomendaciones internacionales, no sólo de centros de datos, también en todo sistema auxiliar requerido por éstos, se realizó con un grupo multidisciplinario en el que participaron expertos de los sectores interesados, logrando la conjunción de tres grandes organismos nacionales de normalización: la Asociación de Normalización y Certificación, A.C. (Ance); Normalización y Certificación Electrónica, S.C. (NYCE), y el Organismo Nacional de Normalización y Certificación de la Construcción y Edificación, S.C. (ONNCCE).
Siendo un instrumento normativo que establece las guías mínimas para diseñar, construir y operar los centros de datos a nivel gubernamental, académico y de investigación, así como de empresas privadas que los requieran, por lo que a los profesionales en construcción les proporciona las guías que permiten el acomodo de los sistemas intrínsecos antes de conocer los requisitos específicos; por ejemplo, en la planeación inicial para construcción o remodelación.
Esta norma se relaciona con los requisitos generales para:
- Las instalaciones eléctricas, como lo indica la norma NOM-001-SEDE-2012 utilización de instalaciones eléctricas
- Las condiciones de seguridad y protección contra incendios, como lo precisa la norma NOM-002-STPS-2010, que aplica para las condiciones de seguridad, prevención y protección contra incendios en los centros de trabajo
- El diseño de envolventes de edificios, como lo estipula la norma NOM-008-ENER-2001, que refiere a la eficiencia energética en edificaciones y a la envolvente de edificios no residenciales
- La eficiencia energética en acondicionadores de aire tipo central, según la norma NOM-011-ENER-2006, donde se establece la eficiencia energética en acondicionadores de aire tipo central, paquete o dividido; y los límites, métodos de prueba y etiquetado de los equipos
- El cableado estructurado dentro de las instalaciones, respecto de la norma NMX-I-248-NYCE-2008, que involucra al sector telecomunicaciones tanto en sus especificaciones, como en las pruebas
- Las canalizaciones y los espacios dentro de las instalaciones, tal como lo dicta la norma NMX-I-279-NYCE-2009, que establece los lineamientos en cableados de telecomunicaciones para edificios comerciales
- La puesta a tierra en sistemas de telecomunicaciones, tal como lo establece la norma NMX-I-108-NYCE-2006, donde define las condiciones que deben tener las puestas a tierra
- Las normas extranjeras especificadas en el apartado de bibliografía de la propia norma
La utilización de esta norma contribuye al cumplimiento de las leyes de medioambiente, energías renovables, eficiencia energética y sostenibilidad, y con la confidencialidad y privacidad de los datos de las personas, prácticas comerciales y protección civil.
Logro conjunto
La Secretaría de Economía emitió desde marzo una declaratoria de vigencia de una norma mexicana relacionada con centros de datos de alto desempeño, sustentables y energéticos, la cual, informó el Diario Oficial de la Federación (DOF), entró en vigor 60 días naturales después del 15 de marzo, que para entonces ya había sido elaborada, aprobada y publicada como proyecto de norma mexicana bajo la responsabilidad de los organismos nacionales de normalización.
Es importante destacar que establece los requisitos para el diseño, la construcción y operación de las edificaciones sustentables y energéticamente eficientes, denominadas “Centros de Datos de Alto Desempeño” (CDAD), especificando el balance de los riesgos y enfocando las oportunidades en el uso de la tecnología de información.
Será aplicable en edificaciones especializadas públicas o privadas que alberguen CDAD y que se ubiquen en el país, igualmente en conjuntos de edificios urbanos y obras exteriores, ya sean nuevos o usados parcialmente o en la totalidad de su superficie, en cualquier modalidad: operación, remodelación, reestructuración, ampliación o en construcciones nuevas.
Uno de los integrantes del equipo encargado de planificar, diseñar e impulsar esta norma, el ingeniero Guillermo Casar Marcos, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y consultor del Leadership in Energy and Environmental Design, ofreció detalles sobre su implementación en entrevista con Mundo HVAC&R.
Mundo HVAC&R (MH): ¿Cómo surge la necesidad de crear una normativa de este tipo?
Guillermo Casar (GC): La historia inició hace algunos años en el Instituto Mexicano del Edificio Inteligente y Sustentable (IMEI), cuando me nombraron miembro del grupo asesor para la Comisión para la Cooperación Ambiental entre México, Estados Unidos (EUA) y Canadá, que posteriormente se convirtió en la CCA. Canadá se enfocó más en la industria, México en la vivienda y EUA en los edificios de oficinas. En consecuencia, surgieron el U.S. Green Building Council y la certificación LEED.
Para 2008, en México se empezó a cuestionar un poco la certificación y se repensó su concordancia con la industria de la construcción del país.
Así se decidió la instauración de una normativa, y el resultado fue la norma 164 de edificación sustentable, en la que de todas las certificaciones internacionales se utilizó lo que más se adaptaba a México y se establecieron parámetros nacionales. Luego de tres años de arduo trabajo, de un cambio de gobierno y de mucha investigación, salió la norma y entró en vigor.
Ya que se hizo la columna vertebral, se empezó con los niveles de la norma. El primer paso fue trabajar con la de edificaciones comerciales de alto desempeño −en la que se está trabajando−, hospitales y en centros de datos, donde lo que determina los niveles es el número de equipos por cuidar; todos, bajo el concepto de commissioning.
Por su parte, el mismo mercado manifestó su preocupación por el tiempo que tomó la norma anterior. Entonces, se buscó el apoyo de organizaciones más especializadas, las cuales se dedican a hacer normas (ONNCCE, Ance, NYCE). Así, llegamos a un acuerdo y paralelamente se mantuvo la participación con las normas ISO.
MH: ¿Por qué una norma para centros de datos?
GC: Esta iniciativa coincidió con una premiación de parte del IMEI a un edificio, que se trató de un centro de datos. Tras ello, el mercado solicitó con más ahínco la norma y simultáneamente la de commissioning, que llevó año y medio.
El reto actual es ver cómo se echa a andar, debido a que todavía falta la implementación por parte de las entidades gubernamentales, aspecto que ya se encuentra en proceso.
Cabe mencionar que si se compara la normativa vigente en México con la que se aplica en otros países, se podrá ver que nos ubicamos dentro de los primeros lugares y más actualizados. En este caso se encuentra en el top 10 y en la de commissioning en el top 5.
Más allá de que se vea como un trabajo aplicable, es un gran nicho por explorar. Además, fue indispensable su conceptualización como una norma en conjunto entre centros de datos y commissioning. Asimismo, la participación que tenemos en ISO nos ha ayudado a ver que esto es posible.
MH: ¿Los centros de datos registrarán crecimiento en México?
GC: Sí. Existen bastantes proyectos, pero se debe ser conciente de que un centro de datos es un búnker, con cierta cantidad de metros, cuya función es resguardar toda la información que se genera minuto a minuto.
Considero que en el país se tiene un gran auge y se refleja en el mercado. En este sentido, es importante señalar que el IMEI continuará trabajando muy de cerca en estos temas de actualización.
MH: ¿Qué instituciones participaron en el desarrollo de la norma?
GC: En la 164 fueron alrededor de 60 participantes, entre academia, gobierno, iniciativa privada, interesados y organismos independientes.
El proceso de elaboración de una norma empieza con el lanzamiento de una convocatoria a través del DOF, con el propósito de invitar a todos aquellos que puedan aportar conocimiento en las normas que se están estableciendo.
Cabe señalar que hay normas voluntarias y normas obligatorias NMX, pero para el caso de las normas oficiales mexicanas sí se convierten en obligatorias para todas las obras de gobierno.
MH: ¿Qué tan avanzado está el país en el desarrollo de normas y certificaciones?
CG: México ha avanzado significativamente. No sólo existe LEED; si visitas China, por ejemplo, encuentras cuatro certificaciones distintas, ya que se trata de un país muy grande y clasificado por regiones; incluso EUA también tiene más opciones, con fines similares, pero algunas diferencias.
No hay que perder de vista que todo esto es consecuencia del cambio climático y surgió como una necesidad internacional. A partir de dichas problemáticas la industria de la construcción tomó protagonismo al ser una de las más nocivas en este sentido.
El ingeniero Casar resaltó que la iniciativa ha tenido un recibimiento positivo; sin embargo, el trabajo está lejos de concluir, debido a que, como en toda norma recién formulada, será necesaria la constante actualización de las que se han impulsado en los últimos años. Las necesidades del mercado actual y la velocidad de sus dinámicas exige definir cuanto antes los parámetros que habrán de regular el comportamiento de sus participantes.