Sin importar cuál sea la industria, el frío juega un papel clave cuando se habla de productos perecederos. Bajo esta premisa, las responsabilidades que recaen en el transporte son indiscutibles, por lo que no contemplar dicho eslabón afecta significativamente el trabajo de otras áreas
Óscar Barboza
La conservación de alimentos tiene una influencia directa en la reducción de mermas durante el proceso de distribución. Un paso importante para los productos perecederos es la correcta ejecución de la cadena de frío, el cual es el proceso completo desde la cosecha o elaboración de los productos, hasta que llega a manos del consumidor final. En este sentido, mantener las temperaturas adecuadas puede ser la diferencia entre ganancias de doble dígito o pérdidas de igual proporción, tanto para los productores como para los distribuidores.
Para los productores, la manipulación correcta de sus productos les permite ofrecer mayor cantidad al mejor precio, haciendo más eficiente su proceso de producción y evitando esfuerzos adicionales para sobreproducir y lograr la meta acordada con los proveedores.
En los transportistas, por su parte, recae la mayor responsabilidad por ser la parte más delicada del proceso, ya que si en algún momento, por fallas mecánicas, humanas o de control, éste se rompe, el producto puede sufrir pequeñas alteraciones o la descomposición total.
Desde el punto de vista de los consumidores, un producto que se mantuvo a la temperatura idónea representa mayor calidad al consumirlo y mejores precios, porque al disminuir la merma, los vendedores pueden ajustarse a los precios del mercado e incluso generar promociones que no se vean bloqueadas por el margen de ganancia.
Muchos operadores han descubierto las ventajas del costo, la eficiencia, así como la seguridad y calidad en las mercancías cuando se adoptan soluciones de control y monitoreo de temperatura habilitadas por medio de redes para facultar su visibilidad durante la cadena de frío.
Algunas capacidades avanzadas proveen a los transportistas monitoreo vía remota en cada eslabón del proceso, así como control y visibilidad de la mercancía dentro de los vehículos durante todo su recorrido.
Estas soluciones, avanzadas y fáciles de usar, emplean datos del Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en inglés) y tecnología avanzada de comunicación inalámbrica con el propósito de brindar a los operadores información en tiempo real e histórica acerca de la temperatura de la carga y para geolocalización de los activos, ya sea para un tráiler o para una flotilla entera.
Mediante paneles de control intuitivos, los operadores pueden monitorear la temperatura, además de otras variables, ajustar límites y parámetros de control, descargar reportes, cambiar los modos de operación y responder a alarmas usando cualquier computadora, tableta o teléfono celular que se encuentre conectado a su red de seguridad.
Dicho tipo de sistemas también monitorea y registra la ubicación de la mercancía en el camino, de manera que se cuente con datos exactos que pueden utilizarse para mejorar la eficiencia operativa, aumentar la exactitud de las rutas y horarios y reducir costos.
Con estas capacidades, los operadores cuentan con las herramientas necesarias para proteger sus activos y cargas, mejorar el tiempo de respuesta, administrar combustible y otros costos operativos; por ende, la calidad y seguridad de las cargas sensibles a la temperatura quedan protegidas.
Anteriormente, las soluciones avanzadas de manejo de cargas habían recaído en comunicaciones vía satélite o celular para conectar los tráileres refrigerados a la plataforma web, aunque éstos se encontraran estacionados en los patios de operación de las empresas.
Para atender a tal necesidad, algunos distribuidores de soluciones de transporte refrigerado desarrollaron tráileres que pueden conectarse vía red inalámbrica (Wi-Fi). Este tipo de redes, en su mayoría, son más baratas y confiables que un celular o las tecnologías de comunicación por satélite. Adicionalmente, gran cantidad de operadores cuentan con dicho tipo de redes a fin de soportar sus operaciones back-office, haciendo la implementación más fácil y menos cara, garantizando que las cargas se mantengan a la temperatura adecuada.
Cabe destacar que existen productos, como el helado, que por sus características de elaboración y mantenimiento se deben mantener bajo un estricto control de temperatura que garantice su llegada al consumidor final.
En México, la cadena de frío tiene estándares establecidos mediante las normas sanitarias correspondientes, los cuales todos los proveedores deben mantener y observar tales procesos para evitar, en la medida de lo posible, mermas que podrían verse reflejadas en el ingreso de algún eslabón de la cadena, o en el peor de los casos, de la cadena completa, debido a que sacaría de balance el proceso de producción y venta de cualquier producto sensible a los cambios de temperatura.
El inicio de la cadena
Cuando los productos son industrializados, sobre todo si se trata de medicamentos y alimentos frescos o delicados, las temperaturas de manipulación y transporte juegan un papel crucial para garantizar que lleguen a su punto de venta o consumo en óptimas condiciones.
La recomendación de los especialistas es que la cadena de frío empiece en el momento de la recolección de productos frescos, o una vez terminado su proceso de producción en las fábricas.
Esto se logra enfriando previamente los transportes que llevarán la carga y asegurándose que los contenedores sean acomodados apropiadamente, dejando el espacio apropiado para la circulación del aire de tal modo que el enfriamiento se lleve a cabo de manera eficiente y apropiada dentro de todo el contenedor.
Tendencias en transporte
El siguiente eslabón de la cadena de frío es el transporte, que hoy en día es mucho más que sólo llevar mercancía de un lugar a otro. Ahora se habla del impacto ecológico de este momento logístico y de cómo ahorrar sin arriesgar la carga.
Las nuevas regulaciones requieren, por ejemplo, reducciones drásticas en las emisiones de los motores de las unidades de transporte refrigerado para motores de 25 caballos de fuerza o más. Asimismo, las normas requieren reducciones de hasta 90 por ciento en partículas (PM) y 30 por ciento en el óxido de nitrógeno (NOx), en comparación con las normas provisionales que se habían aplicado desde 2008.
Además, los motores más pequeños utilizados en camiones, unidades auxiliares de poder y calentadores tendrán que cumplir y no excederse de los nuevos límites de emisión en elevaciones de 5 mil 500 pies.
Las normas de emisiones anteriores estaban basadas en los resultados de pruebas al nivel del mar, situación que representa una inversión en tecnología para los principales proveedores de servicio. Con el propósito de cumplir con las nuevas reglamentaciones, los fabricantes de motores de las unidades de transporte refrigerado tendrán que empezar a utilizar tecnologías de control de emisiones similares a las adoptadas por los fabricantes de tractores con motor en los últimos años.
Por otro lado, las tecnologías sin diesel están cada vez más al alcance. Por ejemplo, para los sistemas de refrigeración de camiones, los ingenieros están trabajando actualmente en los avances en la tecnología de refrigeración, incluyendo funcionamiento eléctrico y las innovaciones de la batería de iones de litio, que permiten tener sistemas eléctricos híbridos de larga distancia. Dichos sistemas proporcionan energía eléctrica a la unidad de transporte refrigerado proveniente de la energía almacenada en el sistema de baterías del camión y pueden reducir los costos de combustible por unidad de refrigeración en 50 por ciento.
En la actualidad, los camiones refrigerados son más limpios, más silenciosos y consumen energía de una manera mucho más eficiente que aquellos producidos hace una década, destacando que gracias a los avances en diseño, aislamiento térmico y tecnologías de refrigeración se ha logrado que sean hasta 85 por ciento más silenciosos y entre 10 y 20 por ciento más eficientes en su consumo de combustible.
Se debe considerar que, para lograr tales reducciones en consumo de combustible, la carga debe estar previamente refrigerada, de manera que la máquina del tráiler no sea la encargada de poner el producto en la temperatura adecuada para su conservación; después de todo, no es igual la cantidad de recursos para mantener una temperatura, que la necesaria para reducirla.
Del campo a la mesa
Una vez que la carga ha sido transportada a su destino, se recomienda contar con cortinas de plástico que impidan la salida de frío al sacarlas; así, la última mercancía en salir conservará la temperatura adecuada,mientras se evita el sobretrabajo de la máquina de enfriamiento por absorber el calor del exterior. Es preciso recordar que el calor siempre se dirige de donde hay más a donde hay menos.
De respetarse la cadena de frío, el producto se mantendrá en condiciones óptimas a lo largo de su vida útil, siendo el mayor momento de importancia cuando se está transportando, debido a que normalmente implica el paso por aduanas, almacenes y poco control humano. Es necesario que las soluciones ofrecidas por las empresas de refrigeración incluyan controles de monitoreo automatizados y respaldo en caso de contingencia, para evitar mermas por fallas en el proceso y asegurar la llegada óptima de la mercancía del campo o la fábrica a su destino.
Autor
Óscar Barboza
Las líneas de trabajo que lleva a cabo día a día son implementar proyectos de crecimiento rentables y de creación de valor, aplicando conocimientos de gestión estratégica, comercial y de mercadotecnia. Cuenta con estudios de Administración de Empresas y Mercadotecnia por el ITESM y el IPADE. Actualmente, es líder de ventas para Thermo King de México.