En México la llegada de capital ha generado un crecimiento importante en la infraestructura financiera, la cual demanda, además de confort, calidad y seguridad en las instalaciones, toda vez que sus sistemas de misión crítica deben mantenerse en constante operación
Jorge Hagg
México cuenta con atractivos sectores productivos, los cuales han impulsado la economía nacional y se han convertido en pilares de inversión, tal es el caso de la industria automotriz. A principios de 2014, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público esperaba un crecimiento de 3.9 por ciento (%) para la economía mexicana, el cual se ajustó a 2.7 %; mientras que para noviembre, la dependencia Federal indicó un nuevo rango, que oscila entre 2.1 y 2.6 %.
Este año, la variabilidad económica ha sido similar, debido a su dependencia de las inversiones en distintos rubros, localizados tanto en el centro como en El Bajío del país. Tales inversiones repercuten en otros ámbitos, como el financiero, que debe proporcionar la infraestructura necesaria a fin de sopesar a toda la industria en la que está invirtiendo.
El auge de sucursales, oficinas corporativas e incluso centros de datos representa un nicho de mercado con interesantes oportunidades para la industria del aire acondicionado y la automatización, gracias a que proporcionan servicios que garantizan el confort y la seguridad que demandan dichas aplicaciones.
A grandes rasgos, la automatización de espacios para servicios financieros requiere control de aire acondicionado, iluminación, monitoreo y control de aire de precisión, en el caso de los servidores, y un control bastante preciso en accesos y videovigilancia.
La industria financiera se puede dividir en tres grandes grupos. Por un lado, se encuentran las sucursales bancarias, que cuentan con ciertas necesidades de automatización en sus operaciones. Entre ellas, sobresalen el control de aire acondicionado, de iluminación y, en menor grado, de acceso a áreas restringidas.
Asimismo, se tienen los edificios de oficinas, que alojan el corporativo de las instituciones financieras. En estos sitios, el control predominante se centra en la iluminación y el aire acondicionado.
Finalmente, se encuentran los servidores de cómputo, los cuales no siempre se ubican en el mismo edificio del corporativo. La información de este tipo de espacios suele encontrarse en centros de datos; sin embargo, algunas instituciones cuentan con sites en sus propios corporativos, donde la demanda de energía es distinta.
Energía y aplicación
Las demandas energéticas para estos sitios varían según el rubro, porque no es lo mismo instalar un sistema de automatización en una sucursal que en un centro de datos.
Por lo general, en un edificio corporativo se tienen horarios de oficina establecidos, en los que se necesita un protocolo diferente a lo que sucede con los sites, donde se requiere de un suministro energético constante. En el caso de las sucursales, el sistema de automatización suele acotarse a los horarios de atención al público, por lo que su objetivo es el ahorro. Debido a que casi siempre se trata de un número significativo de sucursales, es necesario buscar soluciones que sean rentables y repetibles en distintos sitios.
Las empresas financieras suelen apostar por tales tecnologías, especialmente en el área corporativa, gracias a factores como la certificación del Leadership in Energy and Environmental Design, que ha impactado favorablemente en proyectos nuevos; además, muchos inversionistas han visto el retorno de inversión, por lo que se han decidido a instalarlos en sus edificios.
En el caso de sucursales, se busca garantizar el confort al menor costo posible. Por lo que se está optando por realizar un monitoreo remoto en el que se desglosen los gastos que generan los servicios y se está centralizando la información a través de internet; de esta manera, la información recaudada viaja por la nube hacia el corporativo con la finalidad de lograr un benchmarking de consumo y analizar el gasto entre cada una de las sucursales.
Ahora bien, integrar los sistemas resulta distinto en cada rubro, ya que en el edificio corporativo se tiene control de ellos; pero, usualmente, el de seguridad se maneja de manera independiente, ya que la seguridad en esas edificaciones es muy sensible.
Debido a esto, los planes de emergencia aterrizan sus esfuerzos en salvaguardar este factor más allá de cuidar el confort; la única diferencia se presenta cuando ocurre un evento en la zona de los site, donde sí se requiere cuidar la temperatura y humedad continuamente, con el propósito de que los equipos no colapsen y evitar un problema mayor.
En cuanto a la operación, en el caso de las sucursales, el gerente es quien suele regular la iluminación y el sistema de aire acondicionado, porque no es posible que los empleados lo hagan según su confort. A nivel corporativo, es el operador del edificio quien se encarga de la operación de sus sistemas, donde se varía el ambiente por zonas.
Por su parte, los protocolos de comunicación comunes en este tipo de edificaciones son los abiertos; entre más abierto e interoperable sea el sistema, mejor resulta para dichas aplicaciones. Por lo mismo, el uso de BACNet, Clipsal Bus o Modbus es bastante común, sobre todo BACNet, un protocolo que la American Society of Heating, Refrigerating, and Air-Conditioning Engineers y sus agremiados crearon.
Ahorro y seguridad
Si se tiene una sucursal mediana y se instala el sistema de aire acondicionado más eficiente, que trabaja muy bien y cuyo fabricante garantiza su función, pero está prendido 24 horas al día, no existirá un ahorro. En cambio, si se cuenta con un sistema de aire normal con un horario establecido y una operación controlada y se le compara con el de última tecnología, que no posee estas características añadidas, el segundo será el que ofrecerá mayor ahorro.
Conjuntar equipos de última generación y sistemas de automatización puede superar hasta el 25 % del ahorro de energía, que si se liga al control de iluminación, de accesos, entre otros, los ahorros que puede alcanzar la operación de un edificio son de hasta el 30 % en el total de gastos de operación y mantenimiento. Por lo tanto, los ahorros son tangibles; en algunos casos, incluso, los sistemas han logrado ahorros del 50 %.
Aunado al ahorro, un sistema de automatización ofrece otras ventajas, como el desgaste del equipo. Si se tiene un sistema de volumen variable y una máquina que está inyectando aire a una manejadora, el instalador puede modular en cada uno de los cubículos la velocidad de operación y la capacidad de la máquina, lo que hace que su puesta en marcha sea más eficaz.
Cabe destacar que no es lo mismo diseñar un aire acondicionado que proporcione aire a todo el edificio sin un control, que contar con un diseño donde se pueda zonificar y se tengan áreas en las que se proporcione aire a nivel piso o nivel cubículo o que tengas máquinas con un tamaño más reducido que trabajen a su capacidad con menos consumo energético.
Un factor extra es que, mientras los usuarios de un edificio se sientan cómodos y seguros en su ambiente de trabajo, serán más productivos, resultando en un trabajo de mejor calidad. Se trata de una tendencia que también impacta a los clientes, porque no es lo mismo ingresar a una sucursal de banco en la que se concentra el calor, a una en la que el ambiente se encuentra bien monitoreado.
En cuanto al porcentaje de aplicación, este tipo de sistemas ha tenido un crecimiento notable, sobre todo en proyectos nuevos. Simultáneamente, muchas cadenas de bancos ya buscan esa eficiencia y automatización en sus sucursales, con el objetivo de que el consumo de energía sea más inteligente.
Finalmente, es una oportunidad de negocio para el sector, que no sólo tiene que ver con la fabricación del aire, sino con cómo las soluciones pueden auxiliar en la optimización del consumo de energía de aire y electricidad al interior de las edificaciones.
[author ]Jorge Hagg Hagg
Ingeniero mecánico electricista egresado de la UNAM. Dentro de su trayectoria profesional, ha trabajado en áreas que atienden las necesidades en la automatización de edificios y en soluciones que ahorren energía. Actualmente, es gerente de Desarrollo de Negocios, Buildings & Eco Business para Schneider Electric México y presidente del Jurado Calificador del premio anual al Edificio Inteligente que otorga el IMEI.[/author]