La situación geográfica en la que se encuentra México lo convierte en un territorio que presenta huracanes y ciertos fenómenos climatológicos. Ante este tipo de sucesos, lo ideal es contar con un plan de emergencia en el que los sistemas de acondicionamiento se puedan respaldar
Jaime Jiménez
Uno de los retos a los que se enfrentan las empresas y diversas organizaciones cada año son las contingencias y daños provocados por la temporada de lluvias, huracanes y ciclones. Esta situación provoca diversos daños a edificios comerciales, residenciales y gubernamentales; lo que afecta su operación y la seguridad de sus administradores y ocupantes.
Por ejemplo, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que el pasado 25 de mayo un tornado azotó la población de Ciudad Acuña, en Coahuila, lo que provocó pérdidas humanas, damnificados y decenas de casas destruidas. Por otra parte, la dependencia puso en marcha el operativo “Lluvias 2015”, a través del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM), para enfrentar las contingencias que pudieran ocasionar los fenómenos hidrometeorológicos que se prevén para la temporada de precipitaciones y ciclones tropicales 2015.
También, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronosticó una temporada de huracanes por arriba de la media histórica en el Océano Pacífico y de baja actividad en el Océano Atlántico debido al fenómeno conocido como “El Niño”.
La temporada de huracanes en el Pacífico comenzó el pasado 15 de mayo y terminará el 30 de noviembre, tiempo en que se espera la formación de 19 ciclones tropicales con nombre, ocho de éstos alcanzarían la categoría de tormentas tropicales; siete serían huracanes fuertes, categorías 1 y 2 en la escala Saffir-Simpson y cuatro serían huracanes intensos, con categorías 3, 4 o 5.
En el caso del Atlántico, la temporada comienza el 1 de junio y culmina el 30 de noviembre, esperándose una actividad por debajo de lo normal. Se prevén siete ciclones tropicales con nombre, cuatro de ellos que alcanzarían la categoría de tormenta tropical y tres de huracán.
Ante este panorama, surgen las preguntas: ¿Cómo mantener la operación de los inmuebles en momentos de contingencia? ¿Cómo garantizar la integridad y seguridad de los usuarios de las instalaciones y fomentar la confianza en la compañía? ¿Cuáles son los pasos a seguir para establecer un plan de recuperación de desastres y darle continuidad al negocio?
Después de la tormenta llega la calma
En momentos de desastres naturales y contingencias como lluvias torrenciales, huracanes, ciclones o terremotos, los propietarios y administradores de inmuebles, así como los equipos encargados de dar mantenimiento a las instalaciones pueden rentar sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC, por sus siglas en inglés) para satisfacer sus necesidades de operación y servicio al cliente cuando los sistemas permanentes no están disponibles o son insuficientes.
Existen en el mercado proveedores de servicios de renta de sistemas HVAC que están listos para responder a las necesidades de confort, control de temperatura y procesos, esto en un corto plazo, y para aplicaciones que van desde escuelas, hospitales, hoteles y empresas hasta otro tipo de organizaciones.
Los equipos HVAC para renta requieren que se modifiquen tuberías y se cuente con conexiones eléctricas especiales para facilitar su entrega, instalación y puesta en marcha sin comprometer la seguridad del inmueble y sus ocupantes. Por su parte, las compañías pueden hacer su parte con antelación al garantizar que su inmueble se encuentra listo para el uso eficiente de los equipos en renta.
Por ejemplo, al rentar equipos de aire acondicionado, los administradores del inmueble deben identificar el mejor lugar para colocar las unidades de alquiler y establecer el proceso de cómo se conectarán a la construcción. Esto incluye asegurarse de que el servicio eléctrico sea suficiente para hacer funcionar los equipos temporales y que las conexiones sean adecuadas y estén disponibles para electricidad, agua y conductos de aire.
Las empresas de renta de equipos trasladan los sistemas HVAC al lugar de la contingencia, sin importar su ubicación a lo largo del país, por lo que pueden responder rápidamente a las necesidades de sus clientes. Esto es particularmente valioso cuando una organización experimenta un fallo inesperado del sistema mecánico y necesita adaptarse rápidamente para evitar interrumpir las operaciones normales del negocio. Los equipos temporales pueden satisfacer las necesidades de calefacción o enfriamiento del inmueble mientras que los técnicos repararan o reemplazan los sistemas permanentes.
Soluciones ante imprevistos
Los equipos temporales pueden salvar el día, mientras que el inmueble se encuentra en una reinstalación de sistemas de aire acondicionado a gran escala para mantener el confort de los ocupantes y la productividad dentro de la construcción. La renta de los sistemas enfriados por agua, torres de enfriamiento, aires acondicionados en techo, manejadoras de aire, generadores y otros equipos permiten a los directores de los establecimientos garantizar la continuidad del servicio durante el proceso de renovación, el cual puede llevar semanas, o incluso meses, para concluir en una gran instalación.
A menudo, las organizaciones que gozan de los beneficios de la renta de equipos optan por adquirir los sistemas en alquiler después de completar la renovación del edificio. Esto como parte de un plan de respaldo para interrupciones planificadas (mantenimiento y servicio) y no planificadas (contingencias).
Además, los equipos para renta son un recurso valioso en circunstancias más rutinarias; por ejemplo, mientras los técnicos realizan un mantenimiento programado en el sistema principal del inmueble, puede utilizarse para necesidades de deshumidificación a corto plazo o para controlar la humedad en áreas específicas después de pintar; además, es una opción si se busca satisfacer las necesidades de enfriamiento en ciertas temporadas del año, sobre todo en los climas más cálidos.
Pasos para implementar un plan de contingencia
Ya sea que se esté planeando una renovación de los sistemas HVAC o la preparación para responder con rapidez y eficacia en caso de una avería de los equipos, los administradores de un inmueble necesitan establecer una estrategia eficaz de renta de equipos con mucha antelación. Dado que el uso de equipos de alquiler es una consideración vital para recuperarse de un desastre, muchas organizaciones incorporan esta estrategia a su plan de contingencia y continuidad.
Toda organización debe incluir un plan de contingencia como parte de su estrategia para responder a una crisis, ya que las interrupciones en los servicios pueden causar pérdidas por millones de pesos en daños, descontinuar las operaciones y lastimar la confianza de los clientes. Un efectivo plan anticrisis operacional minimiza el riesgo financiero, protege la salud y seguridad de los usuarios del inmueble, además de ofrecer tranquilidad a la empresa y sus diversas audiencias.
Por otra parte, un plan bien desarrollado puede reducir drásticamente el tiempo necesario para encontrar, instalar y poner en marcha un sistema de climatización temporal, garantizando que todos los involucrados (dueños, operadores de inmueble, servicios de renta, encargados de mantenimientos y usuarios) entiendan sus roles y responsabilidades.
La planificación avanzada, la comunicación y un acuerdo permanente con una empresa de servicios de renta son aspectos que pueden reducir en dos terceras partes el tiempo de respuesta, lo que puede significar conseguir un sistema de climatización en cuestión de horas en vez de días o en vez de semanas.
Sin duda, es esencial para el desarrollo e implementación de un plan de contingencia eficaz, identificar socios de negocio experimentados y confiables, incluyendo consultores de planificación de contingencias y proveedores de equipos temporales.
Cabe destacar que los principales consultores de planificación de contingencia con enfoque HVAC han creado herramientas para garantizar que las organizaciones implementen una estrategia completa, eficaz y útil ante tales imprevistos. Asimismo, cuentan con grandes inventarios de equipo, están bien posicionados geográficamente, tienen un historial probado, tiempos de respuesta de clase mundial y mantienen una reputación positiva con altos niveles de servicio al cliente.
[author ]Jaime Jiménez
Tiene un título de ingeniero civil y una maestría en Administración de Empresas por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Ha recibido diversos diplomas por parte del Programa de Entrenamiento de Graduados Trane, con base en La Crosse, Wisconsin, al haber cursado programas como Ingeniería Profesional de Ventas, Construcción de Sistemas de Administración y Administración del Liderazgo. Actualmente, es director General de Trane y Thermo King de México.[/author]