Durante la COP21, México ratificó muchos de sus compromisos, incluyendo la mitigación de sus emisiones de gases de efecto invernadero frente a un escenario base en 22 por ciento de manera no condicionada (con recursos propios) y 36 por ciento de manera condicionada (con base en un acuerdo internacional ambicioso y recursos adicionales) o la meta de una tasa de deforestación cero en 2030.
También anunció nuevos compromisos, incluyendo el incremento de 43 por ciento en la meta de generación de energía eléctrica a partir de energías limpias para el 2030, y la participación del país en la “Misión Innovación”, una iniciativa que busca incentivar la transición energética con inversión en tecnologías limpias en los países en desarrollo. Como resultado del Acuerdo, México debe revisar todos estos compromisos antes de 2020 para aumentar su nivel de su ambición.
Omar Vidal, director General del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) en México, dijo que “es indispensable que el país se enfoque inmediatamente en instrumentar las políticas necesarias para alcanzar la meta más ambiciosa, de 36 por ciento, encaminada a lograr la mitad de emisiones de gases de efecto invernadero en 2050 con referencia al año 2000, como señala la Ley General de Cambio Climático”. Enfatizó que “el Acuerdo indica que estamos iniciando una transición energética y estoy seguro de que vamos a ver el final de los combustibles fósiles durante lo que me queda de vida. Por los humanos y nuestro planeta”.
Por su parte, José María Valenzuela, coordinador de Política Energética del WWF México, dijo que “teniendo como guía la Ley de Transición Energética, finalmente aprobada en el Congreso, podemos enfocar nuestro esfuerzo en incrementar el uso de energías renovables, recordando que las metas legales para la participación de energía limpia son los valores mínimos, y que se necesitará aun más energías renovables para que México pueda contribuir con el esfuerzo global de mitigación en el corto plazo”.
Fuente: WWF