La norma ISO 50001 tendrá un impacto positivo e influirá en 60 % de la demanda energética a nivel mundial. México se perfila como uno de los países con mayor oportunidad en adoptar este esquema, lo que impulsará al sector y a las empresas nacionales a ser referentes en el mundo
Luis Cerecedo y Danaé Díaz
Alemania es el país con mayor número de empresas que han implementado sistemas de gestión energética (SGEn) y certificados de consumo de energía; Reino Unido y España están detrás de él. Fuera de Europa, India, Corea del Sur, Brasil y Chile han seguido su ejemplo.
Ahora bien, Alemania es considerada la nación pionera en la implementación de sistemas de energía, ya que cuenta con esta iniciativa desde hace 50 años; no obstante, con la norma ISO 50001, esta práctica llegó a otros países de la Unión Europea.
En el caso de México, la eficiencia energética es un concepto que se ha dejado de lado. De acuerdo con el más reciente reporte de la International Organization for Standardization (ISO), 2014, México emitió tan sólo 16 certificados. En contraste, Alemania fue el país que más empresas reguladas presentó, al contar con 3 mil 402. Esta situación demuestra una falta de conocimiento sobre la oferta y la importancia de la eficiencia energética.
Cabe decir que, en comparación con lo que ocurre en esa nación, en México aún no hay apoyos económicos por parte del Gobierno con los que se incentive el uso de sistemas de gestión.
Panorama nacional
La Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee) ha empezado a incentivar a las empresas con proyectos de energía, de esta forma algunas compañías pueden implementar sistemas de gestión y ubicar los gastos energéticos que tienen. Posterior a esta identificación será posible el reemplazo o la remodelación de ciertos equipos, lo que reducirá el consumo de energía que tiene actualmente.
Un correcto SGEn ayuda a las organizaciones a descubrir y a desarrollar su eficiencia energética, además de obtener beneficios significativos en costo y hacer una contribución a la protección climática y del medioambiente.
Al respecto, como apoyo para la debida implementación de un SGEn, se creó la norma ISO 50001, que tiene como objetivo mejorar y optimizar el desempeño energético de manera continua e identificar oportunidades de reducción en el uso de energía. La regulación proporciona beneficios para las pequeñas y grandes organizaciones en los sectores público y privado, desde manufactura hasta servicios, en todas las regiones del mundo. Además, establece un marco para las plantas industriales, instalaciones comerciales, institucionales y gubernamentales, así como organizaciones enteras para gestionar la energía.
Para cumplir con una correcta planificación, implementación y funcionamiento de un SGEn, se deben cubrir los siguientes requisitos normativos:
1. Compromiso y responsabilidad de la alta dirección y política energética
La alta dirección debe demostrar su compromiso por apoyar el SGEn y mejorar continuamente su eficacia. Por esta razón, se debe definir, documentar y mantener al día la política energética de la organización, que servirá como referencia para establecer objetivos de mejora en el desempeño energético de la empresa.
La política debe incluir una declaración de la Alta Dirección en la que se señale su compromiso en la mejora continua del sistema, asegurando la disponibilidad de información y recursos para lograr el cumplimiento de la norma. Adicionalmente, se debe nombrar a un representante, con autoridad y responsabilidad, para asegurar que el SGEn se establece, mantiene y mejora de forma continua. Éste deberá gestionar tanto a personas como instalaciones o equipos, y debe informar a la alta dirección sobre el desempeño alcanzado.
2. Planificación energética
Es necesario que la organización identifique los requisitos en materia energética que le corresponden, se debe precisar cómo se aplicarán estos requisitos teniendo en cuenta las diferentes etapas de implantación del sistema de gestión. La organización debe llevar a cabo una revisión energética enfocada a:
- Analizar el uso y consumo pasado y presente de energía, con la finalidad de identificar las áreas de mayor consumo
- Especificar el desempeño energético actual de las instalaciones, sistemas, procesos y personal involucrado en las áreas
- Reconocer y priorizar oportunidades de mejora del desempeño con base en el análisis previo
- La organización debe poner una o varias líneas de base de consumo para realizar una comparación entre ellas y así determinar la evolución del desempeño energético
- La implementación y operación
En esta etapa se llevan a cabo los planes de acción resultantes del proceso de planificación. Esto implica que se controlarán todos los agentes que intervienen en su alcance, como el personal, las instalaciones y equipos. La empresa, por tanto, debe asegurarse de que cualquier persona que realice tareas relacionadas con usos de la energía tenga la formación, habilidades y experiencia adecuadas. Se debe contar con la información sobre los elementos principales del sistema de gestión energética (la política, objetivos de mejora, entre otros) y llevar un control de la documentación para asegurar que se utilicen las versiones vigentes.
En adición, es necesario establecer y cumplir criterios de utilización y mantenimiento de instalaciones relacionadas con los usos significativos de la energía. En caso de que se realice una compra o renovación de instalaciones, equipos, sistemas o procesos, la organización deberá definir y documentar las especificaciones de adquisición de energía.
3. Verificación
La verificación consiste en la evaluación del desempeño energético y del sistema de gestión energético para detectar problemas y, en su caso, corregir desviaciones. Le corresponde a la organización realizar el seguimiento, medición y análisis del consumo en las áreas de uso e indicadores de desempeño energético, comparándolos con las líneas de base establecidas, para determinar si el consumo de energía real se debía frente al esperado.
La institución debe considerar los planes de acción para alcanzar los objetivos esperados, así como a los equipos utilizados en el seguimiento y medición. Las auditorías internas juegan un papel importante con la finalidad de asegurar que se satisfacen las disposiciones planificadas para la gestión de la energía, revisando que el sistema se mantenga, sea eficaz y haya mejora del desempeño para cumplir con los objetivos energéticos fijados.
4. Revisión por la dirección
Como parte de este requerimiento, la Alta Dirección debe revisar los siguientes parámetros para asegurarse de que el SGEn se mantiene adecuadamente y es eficiente:
- Adecuación de la política energética a la realidad de la organización
- Desempeño energético alcanzado a la vista de los indicadores
- Requisitos legales
- Alcance de los objetivos de mejora energética
- Resultado y conclusiones de la auditoría del SGEn que se llevó a cabo
- Resolver y evitar que se vuelvan a producir los incumplimientos detectados durante el proceso de verificación
- Verificar el desempeño del ciclo actual y hacer una proyección de qué resultados se espera para el próximo ciclo
- Identificar cuáles son las oportunidades y recomendaciones para la mejora
La adopción de un SGEn en el país contribuye a alcanzar la expectativa de la ISO, en la que se estima que la norma puede tener un impacto positivo en 60 por ciento de la demanda energética a nivel mundial.
Oportunidad para el sector
Al hacerse una evaluación sobre los consumos que está generando alguna industria, en cuanto a horarios, recursos, tarifas de energía, etcétera, se ha visto que aún se utilizan muchos equipos de aire acondicionado obsoletos, que tienen poco mantenimiento o no son adecuados para las aplicaciones en las que están instalados.
En paralelo, el impulso de las buenas prácticas es otro de los factores que favorece a la industria, pues el usuario final busca opciones de confort, que sean óptimas y que les genere un menor consumo de electricidad. Finalmente, lo que hace la ISO 50001 es dar información de lo que es posible reducir, y deducir, en términos de costos energéticos.
La finalidad de la ISO es mejorar los procesos, ya sea que éstos sean de calidad, ambientales o de energía, como es en este caso. Los cambios en las tecnologías de aire acondicionado, que se han visto en otros países, se podrán replicar en México, si el crecimiento de este esquema es exponencial, lo que afortunadamente se ve en el futuro como una tendencia.
[author ]Luis Cerecedo
Es director de Operaciones del área de Sistemas de Gestión de TÜV Rheinland de México, empresa dedicada a la certificación, inspección y verificación de instalaciones técnicas, seguridad de productos y sistemas de gestión que contribuyen al desarrollo de las empresas nacionales e internacionales.[/author]
[author ]Danaé Díaz
Es gerente de Servicios Ambientales en TÜV Rheinland México, empresa dedicada a la certificación, inspección y verificación de instalaciones técnicas, seguridad de productos y sistemas de gestión que contribuyen al desarrollo de las empresas nacionales e internacionales.[/author]