[dropcap]L[/dropcap]a participación laboral femenina ha aumentado en México, aunque sigue siendo menor que en otras economías emergentes. Numerosas mujeres mexicanas afrontan importantes obstáculos que les impiden participar plenamente en el mercado laboral actual. Esto incluye la carga del trabajo no remunerado (según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos –OCDE– las mexicanas dedican cuatro horas diarias más al trabajo no remunerado que los hombres), los tradicionales roles de género, la carencia de políticas de conciliación entre trabajo y vida familiar, y especialmente la insuficiente oferta de servicios de cuidado infantil y de prácticas laborales flexibles.
Por Ipanema Guzmán
La OCDE establece que una mujer, entre cada 10 varones, no estudia ni trabaja. Aunque algunas madres jóvenes no buscan empleo por dedicarse a la crianza de sus hijos, esto es un problema para quienes sí desean participar en el mercado laboral. “La tasa de participación laboral femenina es la más baja de la OCDE después de Turquía: 48 % (2012) las mujeres mexicanas tienen un empleo comparado con el promedio de la OCDE de 62 % (2011)”, según la propia organización.
Estas cifras también se ven reflejadas en el sector industrial, ya que su participación en el país no llega a las 60 mil mujeres, según las estadísticas proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Al respecto, la arquitecta Alicia Silva, fundadora y directora General de Revitaliza Consultores, comparte su experiencia en el sector, la cual “ha sido difícil, ya que como mujer se tienen que establecer ciertas reglas no existentes, sobre todo para demostrar conocimientos y preparación para que haya imparcialidad”. Asegura que uno de los retos ha sido ganarse el respeto gremial desde el trato:
La imagen de una mujer empresaria es ser profesional, tener presencia. También cuenta mucho el tono de voz que se utilice. Esas son claves importantes”
El papel de la mujer ha cambiado a lo largo de la historia. Dentro del sector industrial ha cobrado importancia a partir de una generación de mujeres quienes actualmente tienen más de 40 años, ya que fueron de las primeras en trabajar para el sector.
La directora de Revitaliza afirma que ser mujer y estar dentro es un desafío para el que se requiere un nivel más alto, además de conocer a profundidad tus temas. “Tienes que hacer las cosas bien para que nadie te juzgue. Ser una mujer impecable para que te respeten y que a la vez haya admiración profesional.”
En cuanto las reglas y la manera de trabajar, aclara que antes eran mucho más rígidas y lo único que permitía que las mujeres siguieran participando era que hubiera y haya flexibilidad de horarios.
“El reto más grande es desmitificar que sólo es una industria de hombres. Las mujeres que trabajan dentro de ella son profesionales y preparadas, merecedoras del mismo respeto que un hombre”, agrega.
Cabe destacar que la directora de Revitaliza también tiene otros proyectos, como el Technicals Groups de México, en el cual lleva a cabo un programa de concientización de equidad en la industria de la construcción, el cual pretende lograr entrenamientos dentro de las obras para que se haga una cultura de respeto hacia las mujeres.
Por ejemplo, con base en estudios que la arquitecta realizó, detalla que las mujeres no cuentan con representación en la construcción. Asimismo, advirtió que la industria es la profesión que menos mujeres tiene, a nivel mundial.
“La desigualdad es un tema que viene desde casa, el problema inicia desde que un hombre no cumple con ciertas labores domésticas. La cultura mexicana es muy machista desde hace décadas, como mujer tienes un nivel más alto de exigencia porque necesitas mostrarte todo el tiempo”, aclara.
Más allá del género
La industria puede definirse como algo fino, único y llamativo, y por ello mismo es difícil resaltar en un costal donde las gemas son del mismo color, pero es más complicado lograr ser una gema con un brillo diferente.
Elsa Yáñez, gerente General de América Latina para Belimo, describe que “el impacto de una mujer dentro de la industria es tanto, que si te piden que hagas algo, tienes que hacerlo y demostrar que puedes con eso y más, no importa si estás más tiempo de tu jornada laboral. Una vez demostrados tus conocimientos y capacidades, lo demás llegará solo y la gente empezará a respetarte más allá de ser mujer.”
También, ve como una paradoja que uno de los países más grandes de Latinoamérica siga usando paradigmas para minimizar al sexo femenino.
El hecho de ser mujer muchas veces se presta para que se te puedan hacer insinuaciones incómodas, de las que muchas mujeres pueden ser víctimas, cuando sería más interesante acosar su lado intelectual”
La ejecutiva afirma que la integridad de tener claro quién eres, adónde quieres llegar y tener en mente tu objetivo es la manera en que se esquiva cualquier obstáculo. “Para mí, la palabra fracaso no existe, porque mi mayor motor es ser siempre una mejor persona”.
Advierte, al mismo tiempo, que una de las principales deficiencias con las nuevas generaciones es que, en general, y con base en su experiencia, no están dispuestas a sacrificar nada. Por lo que aconseja que lo principal es definirse y encontrar un objetivo de vida, para posteriormente empezar a construir ese camino y ser flexibles con los ideales e invertir tiempo a fin de obtener experiencia.
Asimismo, destaca la importancia que guarda prepararse no sólo en un área de conocimiento, sino dominar aspectos puntuales como el lenguaje, leer, actualizarse, dependiendo lo que se requiera y estar conscientes de que las reglas del juego no son como en la casa o en la escuela.
Respecto a su visión sobre la industria, considera que aún es muy cerrada, pues se siguen viendo los mismos rostros femeninos. Situación preocupante, ya que es indicativo de que “somos una especie en peligro de extinción. Las mujeres que ya estamos dentro de la industria tenemos que hacer visitas a las universidades, a foros de mujeres y empezar a crear una voz en conjunto, de cómo podemos ayudar al género femenino. Trabajar en equipo eso siempre tiene beneficios para las empresas. No es algo que sólo pienso yo por ser mujer, es algo que me comparten. Incluso, muchos de mis clientes dicen que han tenido mejor resultado con mujeres que con hombres”, resalta.
“En lo personal siento que la mujeres sí somos como la poesía nos define: frágiles, fuertes, protectoras, tiernas, compañeras, somos inspiración. La mujer es muy importante en la vida de los seres humanos y es triste que en muchos lugares del mundo la mujer es considerada algo inferior”, agrega.
Por ello, se siente orgullosa de los retos que la industria le ha implicado, pues todos ellos la han hecho crecer. “Los retos dentro de la industria no se terminan nunca, todos los días existe algo nuevo que aprender, que enseñar y en qué equivocarse. Fue una apuesta que decidí jugar y voy ganando”.