Alcanzar un grado de profesionalismo entre los prestadores de servicios y hacer el recuento del panorama actual del sector HVACR fueron inquietudes suficientes para que la ANDIRA ofreciera la conferencia ¿Qué Está Pasando con los Gases Refrigerantes en México? El ingeniero Martín Salas, de la Semarnat, pasó revista a las acciones encaminadas y lo que aún falta por hacer
Redacción
[dropcap]A[/dropcap]unque la percepción generalizada por el sector del aire acondicionado y la refrigeración es que se ha avanzado considerablemente en la eliminación del uso de materiales nocivos para la capa de ozono, el que aún haya proyectos industriales ocupando gases en proceso de eliminación como el R-22, además de que no se haya alcanzado un grado de concientización y profesionalismo entre los prestadores de servicios respecto a las prácticas que realizan, fueron inquietudes suficientes para que la Asociación Nacional de Distribuidores de la Industria de la Refrigeración y Aire Acondicionados (ANDIRA) desarrollara el tema “¿Qué Está Pasando con los Gases Refrigerantes en México?”.
Es así que, en el marco de la exposición de aire acondicionado, refrigeración, ventilación y calefacción más importante de México, el representante de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Martín Salas Martínez, presentó un panorama actual de los esfuerzos que desde esa entidad gubernamental se han hecho, sobre todo a partir de los compromisos adquiridos con el Protocolo de Montreal.
“México ha realizado diversas acciones para eliminar las fuentes agotadoras de la capa de ozono; a nivel global se ha reducido 98 por ciento del consumo de éstas, y el 2 por ciento restante es el que representan los gases clorodifluorometano, como el gas R-22, y el gas 141b, este último utilizado como agente de limpieza”, refiere.
Recuerda, también, que una de las primeras acciones por parte del gobierno fue eliminar los CFC, en específico el gas R-12, que era utilizado como refrigerante, y el gas R-11, el cual se ocupaba como agente espumante. Así, al quitar los CFC, la industria los sustituyó por los Hidroclorofluorocarburos (HFC), el cual presenta mejoras en cuanto al tratamiento de la capa de ozono, sin embargo, tiene un alto potencial para el calentamiento global.
“Los HFC tiene un alto potencial de calentamiento global, sin embargo, al no dañar la capa de ozono ya no están en la jurisprudencia del Protocolo de Montreal, por lo que se vuelven foco para el Protocolo de Kioto. Aunque, desde 2009 se está trabajando en una enmienda para que el Protocolo de Montreal se haga cargo también de los HFC; el problema es que estos refrigerantes tienen beneficios como una alta eficiencia energética, no son tóxicos y son inflamables”, agrega.
Después de ello, entraron al mercado las Hidrofluoroolefinas (HFO), un componente cuyo potencial de calentamiento global es igual a cero, por lo que tampoco daña la capa de ozono y tienen un bajo nivel de toxicidad y calentamiento global. Del mismo modo, en México, actualmente, los equipos que se están desarrollando tienen una alta eficiencia energética y una baja toxicidad, amén de que se han comenzado a usar más los refrigerantes naturales (como el amoniaco), los cuales han sido utilizados en tiendas industriales, aunque ya se están haciendo muchos desarrollos para que puedan ser utilizarlos en tiendas comerciales. Por último, los hidrocarburos también se han vuelto muy recurrentes en la industria, cuya característica principal es su inflamabilidad. A todo ello hay que sumar la creación de dos normas oficiales expedidas por la Asociación Nacional de Normalización y Certificación del Sector Eléctrico, las cuales coadyuvan en la eficiencia energética y seguridad para los equipos instalados.
¿Qué compromisos se tienen?
Según estimaciones del ingeniero Salas, en 2013 fue cuando se comenzó a controlar las sustancias agotadoras de ozono, tomando como base 1 mil 147.92 toneladas potencial de calentamiento de la capa de ozono (PAO); esto es alrededor de 14 mil 600 toneladas de HFC, lo cual implicaba la reducción de 10 % hacia 2015.
En México, los compromisos adquiridos por el Protocolo de Montreal establecen que en 2018 se haya disminuido 35 % la participación de agentes nocivos; en 2020, 50 % y, en 2022, 67.5 %, de tal manera que en 2030 se pueda hablar de la eliminación completa de las partículas agotadoras: “Cuando empezamos en 2008 con el primer proyecto aprobado por el Protocolo de Montreal, México tenía alrededor de 14 mil 600 toneladas de HCFC, básicamente en presencia de los refrigerantes R-22, que se consumía para el servicio de aires acondicionados y el 141b, utilizado en la fabricación de espumas para agentes de limpieza. Entre éstos abarcaban 99 por ciento de los agentes nocivos; mientras que gases como el 123, 124b y el 142b ocupan el otro 1 por ciento”
La estrategia de México, en consecuencia, fue primero atacar al refrigerante más perjudicial, esto es, el gas 141b. Así fue como se empezó en 2008: “hacia 2014, de 14 mil 600, en 2014 ya se podía hablar de una 9 mil 200 toneladas, lo que significó 37 % de la meta propuesta, rebasando así el compromiso adquirido con el Protocolo de Montreal; y a 2015 nuestro consumo es de 8 mil 200 toneladas, lo que representa 43 %”. Hasta 2015, nuestro consumo es de 8 mil 900 toneladas, lo que representa 650 toneladas PAO.
¿Qué sigue?
El compromiso de México ante el Protocolo para el periodo 2013-2018 era reducir el 35 por ciento de las partículas agotadoras, por ello se atacó el sector de espumas, la refrigeración doméstica y comercial (las espumas que usan los refrigeradores como agentes aislantes), estos tres sectores iban enfocados a los gases ya mencionados y también a eliminar los agentes de limpieza, que era el que más utilizaban los prestadores de servicios, así como el sector de aerosoles.
Posteriormente, detalla el ingeniero Martínez, el Protocolo le brindó al gobierno mexicano un segundo presupuesto para poder reconvertir las empresas de aerosoles, seguir atacando al sector servicio, y también, para capacitar aduanas, pues el que los supervisores sepan qué químicos ingresan al país es un punto nodal. Además, este segundo apoyo también incluye la elaboración de normativas para el uso de hidrocarburos. “Estamos por dar los primeros cursos e instalar un proyecto piloto para refrigerantes de hidrocarburos. Ello, teniendo como plazo 2022”, establece.
Asimismo, el ingeniero da cuenta de los proyectos aprobados. En la primera etapa del Protocolo, reconvertimos 11 casas de sistemas, sitios en donde se formulan los productos para la fabricación de espuma. Con esto estamos eliminando 300 toneladas PAO. Este proyecto se cierra en diciembre. Además, no sólo las estas casas reciben apoyo, sino también sus clientes, para que el cliente sepa ocupar otras espumas sin usar 141b”.
El representante de la Semarnat añade que un proyecto importante que pudieron desarrollar fue la eliminación de 55 toneladas de PAO, gracias a la participación que tuvieron con una empresa mexicana, fabricante de refrigeradores. Así como, la capacitación a tres empresas mexicanas que fabrican refrigeración comercial, una concluida y dos más en proceso de reconversión, lo que equivaldrá a la reducción de 23 toneladas del gas 141b.
En el sector servicio estamos capacitando a técnicos, firmamos convenios con la SEP para equiparlas y capacitar a sus docentes, quienes a su vez capacitan a los técnicos, dándoles las nuevas técnicas y productos para que dejen de usar los gases salientes. A los prestadores de servicios les estamos enseñando a hacer retrofit, por si un cliente quiere dejar de usar el R-22. Con ello están reduciendo 27.3 toneladas”, celebra. Respecto al área de aerosoles, también destaca que se haya podido reconvertir a la empresa de aerosoles más grande país, reduciendo 11 toneladas PAO.
“Nuestra expectativa es que podamos eliminar el 141b el próximo año, por lo menos como agente de limpieza y como agente espumante. Lo único que nos queda, por tanto, es trabajar con el HFC. En suma, lo que nos dejado de el plan de acción es dejar de producir 135 mil millones de toneladas de CO2”, finaliza.
Capacitación, un tema urgente
Uno de los sectores que más han causado complicaciones por grado de especificidad es el de la profesionalización y actualización de los prestadores de servicios. En este sentido, la Semarnat ha realizado esfuerzos conjuntos, por un lado, con la SEP; y por el otro, capacitando a técnicos. Así, refiere que 1 mil 800 técnicos capacitados
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Gracias por este artículo informativo de actualización para los que estamos en la industria HVAC