De cara al crecimiento de la industria y a los cambios en el mundo, Elsa Yáñez, líder de Belimo para América Latina, se plantea la urgencia de asociarse para buscar mejores soluciones y, en consecuencia, seguir desarrollándose como industria
Redacción / Fotografía: Rubén Darío Betancourt
El poder de integrarse para conformar un frente común es fundamental para construir una narrativa diferente como industria y país. Ésa es la visión de Elsa Yáñez, gerente de América Latina para Belimo Aircontrol, quien encomia el sentido de gremio y asegura los impactos positivos de hacerlo.
En su trayectoria, Elsa Yáñez acumula vasta experiencia dentro de la industria, la cual le permite tener una voz autorizada para hablar del devenir y de los retos que enfrentaría el sector, pero con un hincapié particular en asociarse para crecer. “Creo firmemente en el poder de las asociaciones. Éstas pueden y deben transformar a la sociedad, pues es el conocimiento el que nos lleva a tomar mejores decisiones, decisiones informadas”, asegura en entrevista con Mundo HVAC&R.
El mundo puede cambiar de un día para otro; entonces, tenemos que conformar un frente común para que tengamos cabida en el gobierno”
Elsa Yáñez
Mundo HVAC&R (MH): ¿Por qué es importante para la industria contar con una asociación?
Elsa Yáñez (EY): Porque nos ayuda a unir esfuerzos, ideas y talentos. Específicamente, también nos ayuda en la difusión y para tener una voz. La industria del aire acondicionado es muy importante no sólo en el sector comercial, sino también industrial. El aire acondicionado es lo que mueve básicamente a las ciudades; no podríamos concebir hoy en día un edificio sin él.
Hay muchas razones por las cuales nos conviene tener una asociación de aire acondicionado, como articular una voz como empresas, pero también hacer acuerdos, consensos y también para las certificaciones de profesionales, de edificios, algo que buscamos hacer en México. Está muy bien tomar en cuenta lo que están haciendo otros países, pero ¿qué pasa con lo propio, con lo hecho en casa?
MH: ¿De qué manera beneficiaría a la economía?
EY: De muchas maneras. Específicamente, necesitamos tener una voz inclusiva en el gobierno, tal vez de aspectos referentes al TLC, con los aranceles, tratados con otros países. Eso nos ayuda. Como lo estamos viendo actualmente, el mundo puede cambiar de un día para otro; entonces, tenemos que conformar un frente común para que tengamos cabida en el gobierno. Debemos estar preparados. Yo creo que sí puede impactar positivamente el hecho de tener una asociación.
MH: ¿Cómo repercutiría en las empresas y los empleados?
EY: Les da un sentido de pertenencia. Muchas empresas de aire acondicionado están o se sienten muy identificadas con ASHRAE, lo cual está muy bien. Podemos seguir las normas que proponen ellos. Estamos muy apegados a la forma de construir que se hace en Estados Unidos; sin embargo, para las nuevas generaciones ese sentido de pertenencia es algo que se necesita ahora.
La idea de hacer una asociación mexicana de aire acondicionado conlleva un cambio de mentalidad sobre cómo podría proyectarse hacia las personas. Los más jóvenes quieren que haya un propósito.
MH: ¿Qué implica para las empresas unirse a una asociación?
EY: El hecho de tener una asociación bien especializada para la industria del aire acondicionado implicaría contar con niveles académicos universitarios y de posgrado; que las empresas puedan compartir talleres, diplomados, sesiones. No es que esté faltando eso, sino que a lo mejor el grado de especialización pueda ser mayor. Hay muchos profesionales en estos momentos, pero no vemos que se estén uniendo más.
MH: ¿Qué te llevó a llegar a crear esta conciencia por el gremio?
EY: Creo firmemente en el poder de las asociaciones. Estas pueden y deben transformar a la sociedad, pues es el conocimiento el que nos lleva a tomar mejores decisiones, decisiones informadas.
El impacto potencial de contar con ellas es enorme. Hemos visto el cambio que se ha tenido en la normatividad en otros países, en la forma de construir edificios, en los niveles de eficiencia que se han alcanzado en algunas ciudades, iniciativas que ayudan a que una ciudad pueda tener “x” porcentaje de edificios sustentables para 2020. Y no estamos hablando de Suiza o Alemania, sino de países como Colombia, Brasil, Chile, es decir América Latina, una región en donde México tiene una importante extensión territorial y una mayor participación en cuanto al tamaño de la economía, pero no estamos asociados.