Producto de la actividad industrial de la civilización moderna, el cambio climático es ya una realidad incuestionable. México es una de las naciones más comprometidas con la mitigación de este fenómeno, por lo que ha emprendido diversas medidas para reducir sus emisiones contaminantes. Este artículo ofrece un balance histórico acerca del consumo de gases fluorados de efecto invernadero en los sectores de aire acondicionado y refrigeración, así como en el de agentes espumantes del país
GIZ Proklima
Los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) e hidrofluorocarbonos (HFC) son un conjunto de sustancias utilizadas principalmente en los sectores de la Refrigeración y Aire Acondicionado (RAC), así como en el de agentes espumantes. Dado que los HCFC poseen un alto Potencial de Agotamiento de Ozono (PAO), la transición hacia alternativas no agotadoras contribuirá significativamente a la recuperación de esta capa de la atmósfera terrestre.
Se ha desarrollado una gama de alternativas a los HCFC para estos sectores. A diferencia los HFC y de los refrigerantes naturales que no contribuyen al agotamiento de la capa de ozono, los HFC poseen un significativo Potencial de Calentamiento Global (PCG), por lo que están incluidos en la cesta de Gases de Efecto Invernadero (GEI), controlados por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
El Protocolo de Kioto de la CMNUCC de 1997 fue el primer acuerdo internacional bajo el cual los países industrializados se comprometieron a ejecutar un conjunto de medidas para reducir las emisiones de GEI. En 2007, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático adoptó el Plan de Acción de Bali, que guía a las economías en desarrollo a contribuir en la reducción de las emisiones globales y fomentar el desarrollo sostenible. Bajo este plan, las naciones emergentes son libres de adoptar diferentes Acciones de Mitigación Nacionalmente Apropiadas (NAMA, por sus siglas en inglés), de acuerdo con las responsabilidades comunes y las capacidades respectivas basadas en factores relevantes, como las condiciones socio-económicas de cada país. Asimismo, busca ayudar a los responsables políticos en la toma de decisiones acerca de los procesos de preparación e implementación de NAMA, respecto a las diferentes necesidades de cada gobierno.
En cumplimiento con estas iniciativas, México se comprometió a reducir en 30 por ciento sus emisiones de GEI, con respecto a las proyecciones del escenario business as usual (BAU) hasta 2020, así como a una disminución del 50 por ciento para 2050, en relación a los niveles de 2002. Nueve años más tarde, en septiembre de 2016, se convirtió en el cuadragésimo país en ratificar el Acuerdo de París. Con ello, reiteró su obligación de intensificar sus acciones para mantener el aumento global de temperatura por debajo de los 2ºC y transitar hacia un futuro bajo en carbono. Además, busca reducir un 22 por ciento de sus emisiones de GEI para 2030, comparado con la línea base y sin apoyo internacional.
Estas metas tan ambiciosas, no obstante, requieren de más acciones de mitigación que las implementadas hasta ahora. Una de ellas es un proyecto de reducción de emisiones, para lo cual se requiere estudiar más a fondo el papel de los gases fluorados.
El Inventario
La elaboración de un balance pormenorizado sirve para establecer la línea base y la trayectoria de las emisiones relevantes, las cuales pemitirán medir las distintas alternativas para la generación de proyectos de reducción de las mismas.
En el caso de México, el desarrollo de este inventario fue realizado gracias al apoyo de la Iniciativa Climática Internacional (IKI, por sus siglas en inglés) del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de Naturaleza, Obras Públicas y Seguridad Nuclear de Alemania (BMUB). La base es la información recibida de las distintas partes interesadas, como importadores, exportadores, fabricantes de equipos originales y proveedores de servicios postventa, secretarías de gobierno, asociaciones y el departamento de aduanas.
Se trata, pues, de un diagnóstico del consumo de CFC, HCFC y HFC en el país, que presenta estimaciones históricas y proyectadas de las emisiones procedentes de diferentes segmentos de la industria RAC. La metodología utilizada se encuentra alineada con los enfoques del Nivel 1 (a y b) y Nivel 2 de las directrices revisadas de 1996 del IPCC, para los inventarios nacionales de GEI (IPCC-1997).
El primer enfoque considera datos de venta de productos químicos en un nivel agregado. El segundo, en cambio, concentra unidades de aplicaciones en un nivel desagregado (subsector / nivel de aplicación). La guía Advancing nationally determined contributions (NDCs) through climate-friendly refrigeration and air conditioning ofrece información más detallada acerca de ambos enfoques.
Metodología
Para la elaboración del inventario, se aplicó un exhaustivo proceso de control de calidad, con el propósito de reducir la incertidumbre en la estimación y medición de las emisiones. Para las cifras de producción, importación y exportación de refrigerantes y aparatos, la verificación cruzada se realizó a partir de varias estadísticas nacionales disponibles para los sectores anteriormente mencionados, la cual también fue verificada por expertos en el tema.
Los datos específicos de la producción de gas para CFC y HCFC proceden de la información registrada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Mientras que las cifras de exportación e importación están basadas en el Plan de Gestión para la Eliminación de HCFC (HPMP), elaborado por México, los referentes a los HFC fueron recopilados a partir de la información del departamento de aduanas.
El consumo total de gases, a su vez, se calculó a partir de las cifras de producción, importación y exportación. La información de la “distribución sectorial” de estas sustancias se obtuvo de las interacciones de las diferentes partes interesadas, los HPMPs de México y encuestas.
El cálculo de las emisiones reales, según el enfoque del Nivel 2 del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio del Clima (IPCC, por sus siglas en inglés), requirió de datos de producción, ventas y existencias de diversos equipos basados en gas. Otros parámetros de entrada utilizados se basaron en encuestas o fuentes disponibles para el dominio público.
Por último, se verificaron datos cruzados de diversas publicaciones nacionales e internaciones, así como de informes elaborados por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). También se contemplaron datos de apoyo como los relacionados con la distribución de refrigerantes, tendencias de consumo, datos de crecimiento del mercado, entre otros.
Emisiones potenciales del sector
La demanda de sistemas RAC registró un alza en la última década, lo que tuvo un impacto directo en la generación de gases fluorados con efecto invernadero en el país. La figura 1 muestra la tendencia de emisiones potenciales de CFC, HFC y HCFC durante el período 2002-2012. Gracias a la restricción en la disponibilidad de datos, el gráfico muestra el consumo de HFC de 2007 a 2012.
Debido a las actividades de eliminación de los CFC, la dependencia de los HCFC aumentó a inicios del presente siglo. Hacia el final de la primera década, estos últimos se limitaron al sector de servicios y en algunas aplicaciones de fabricantes de equipos originales (OEM, por sus siglas en inglés), como el aire acondicionado (R-22) y la fabricación de espumas (R-141b y R-142b), principalmente.
Las emisiones potenciales de estos gases se han calculado para el sector RAC, el de agentes espumantes y otros subsectores. La figura 2 muestra la contribución sectorial, según los enfoques del Nivel 1a y el Nivel 1b en toneladas métricas de díoxido de carbono equivalente (Mt CO2eq), para 2012.
En relación al consumo de gases fluorados de efecto invernadero, la industria RAC es responsable del 78 por ciento de las emisiones potenciales totales, lo que la convierte en la mayor contribuyente en México. La segunda es el ramo de los agentes espumantes, que representó el 20 por ciento hasta 2012.
En cuanto a los distintos subsectores para 2012, el aire acondicionado unitario fue el mayor generador de emisiones potenciales (según el Nivel 1a) de HCFC y HFC (11,57 Mt CO2eq), seguido de la refrigeración comercial (8,02 Mt CO2eq), aire acondicionado móvil (5.534 Mt CO2eq), enfriadores (5.53 Mt CO2 eq) y refrigeración doméstica (1.18 Mt CO2eq).
El enfoque del Nivel 1b difiere del 1a, en relación a los rubros de refrigeración doméstica, aire acondicionado unitario y móvil. Como puede observarse, existe una variación similar para la emisión potencial tomando en cuenta sólo los HFC. Estas emisiones reales del sector RAC fueron estimadas desde el año 2000 hasta el 2030, una tendencia que se manifiesta en la tabla 1 y en la figura 3.
Estos resultados muestran que entre el periodo que va del 2000 al 2010, las emisiones de HFC pasaron de 0.57 Mt CO2eq a 4.58 Mt CO2eq. Además, se espera que crezcan siete veces más respecto a los niveles de 2010, hasta llegar a los 30.924 Mt CO2eq en 2030, aproximadamente.
La figura 4, por su parte, muestra el crecimiento de los HFC para diversos sistemas electrodomésticos del sector RAC durante el mismo periodo. De ellos, el aire acondicionado portable (móvil) fue el mayor contribuyente a las emisiones totales de HFC con 2.43 Mt CO2eq en 2010, cuando a inicios de la década apenas era de 0.38 Mt CO2eq.
Conclusiones
El crecimiento acelerado de estos sectores en México muestra claramente un enorme potencial de reducción de GEI. Una porción significativa podría lograrse disminuyendo el consumo de gases fluorados con un PCG alto.
El Plan de Manejo de Eliminación de Clorofluorocarbonos (HPMP, por sus siglas en inglés) de México, por ejemplo, revela que la eliminación de los HCFC podría lograr reducciones de hasta 4.47 gigatoneladas métricas de díoxido de carbono equivalente (Gt CO2eq) en un futuro.
Actualmente, sin embargo, estas sustancias son reemplazadas por HFC con un PCG alto, las cuales contribuyen significativamente al calentamiento global. Esto puede evitarse utilizando refrigerantes naturales en vez de HFC.
En este sentido, los sectores de refrigeración y aire acondicionado, así como el de agentes espumantes cuentan con un gran potencial para alcanzar las metas planteadas a largo plazo por el gobierno mexicano, en lo que refiere al control y reducción de emisiones contaminantes.
Expansión A corto plazo
De acuerdo con el informe Global HVAC Services Market 2017-2021, elaborado a inicios de este año por la consultora de mercados ReportsnReports, el sector de servicios HVAC en el mundo crecerá a una tasa promedio anualizada de 6.62 por ciento, en el periodo que va de 2017 a 2021.
El reporte detalla que el boom global de la construcción es el factor determinante para este crecimiento. Esta actividad, señala la consultora, ha impulsado la demanda de sistemas HVAC, sobre todo los relacionados con el monitoreo y tecnologías inteligentes que ayudan a gestionar el consumo de energía de las edificaciones para uso residencial, comercial e industrial.
Estas innovaciones, añade el informe, mejoran la eficiencia energética de los inmuebles, lo que a su vez propicia mayores ingresos a las empresas y crea nuevas oportunidades para que los proveedores de servicios del sector aumenten su posición en el mercado.
Los jugadores que estarán a la cabeza de esta expansión son: Carrier Corporation, Daikin Industries, Ingersoll Rand y Johnson Controls International. Algunas otras compañías y proveedores clave de la industria son: Nortek, LG Electronics, ELECTROLUX, Emerson, Bosch Thermotechnik, Fujitsu, Haier, Lennox International, Samsung, Siemens y Vaillant Group.
Esta previsión coincide con el informe de la consultora francesa ReportLinker, publicado en febrero pasado bajo el título Growth Opportunities in the Global HVAC Equipment Market. Este último estudio afirma que el mercado global de equipos HVAC registrará una tasa de crecimiento anualizada de 4.9 por ciento de 2017 a 2022, hasta alcanzar un valor de 120 mil 600 millones de dólares.
La demanda de equipos y servicios se explica por “el rápido aumento de los ingresos disponibles, las cambiantes condiciones climáticas y el boom de la construcción en las economías en desarrollo”, como lo son China e India, señala el reporte.
En lo que respecta a la climatización, el segmento residencial seguirá siendo el más grande durante este periodo. En tanto que la región Asia Pacífico se consolidará como el principal mercado, debido a la creciente tasa de urbanización y al aumento de los ingresos disponibles.
Fuentes: ReportsnReports y ReportLinker
El presente artículo contiene referencias de fuentes externas.
Dichos contenidos son responsabilidad exclusiva del respectivo proveedor.