Gracias a un diseño y sistemas de ventilación y aire acondicionado más eficientes, así como mejores estrategias para el aprovechamiento de los recursos energéticos, Metrópoli Patriotismo obtuvo el aval LEED BD+C: Core and Shell nivel Oro
Las terrazas y azoteas verdes minimizan el efecto isla de calor, lo cual beneficia la eficiencia de los sistemas de aire acondicionado
Irayda Rodríguez / Fotografías: Rubén Darío Betancourt
Situado en el punto donde convergen avenida Patriotismo, Viaducto Río Becerra, calle 11 de abril y Puente de la Morena, este complejo de usos mixtos está divido en dos zonas: el basamento que contiene el centro comercial y una torre de oficinas de 10 niveles. La parte inicial de la obra fue inaugurada en 2006, para dar paso a una ampliación reciente que destaca por su diseño y construcción sustentable, conceptualizada por el despacho Picciotto Arquitectos.
El conjunto ocupa un área de cinco mil metros cuadrados, aproximadamente. “Son tres niveles de centro comercial que se integran a los de la primera etapa, más la torre y cinco sótanos de estacionamiento. Al unirse todo el complejo, la fachada cambió por completo para convertirse en una estructura mixta de concreto armado en la base rectangular, más una torre de acero y cristal. El área total del complejo es de 58 mil metros cuadrados (25 mil de estacionamiento, 15 mil de centro comercial y 18 mil de oficinas)”, manifiesta Óscar Angulo, líder del proyecto de Metrópoli Patriotismo.
Precisamente, el acero empleado en este proyecto arquitectónico fue fabricado con un alto porcentaje de material reciclado y es de origen nacional, lo que permitió que la huella de carbono de los vehículos usados para transportarlo fuera menor, al provenir de un lugar cercano; mientras que las pinturas y pegamentos que se utilizaron son bajos en Compuestos Orgánicos Volátiles (VOC, por sus siglas en inglés).
Sustentabilidad a la vista
Una plaza enmarcada por vegetación marca el acceso a los visitantes, tanto para el centro comercial como para el vestíbulo de la zona corporativa. Los elevadores panorámicos que recorren la torre de oficinas están recubiertos por cristales que permiten el paso de luz natural sin incrementar la temperatura al interior, lo que se refleja en un aprovechamiento más eficiente de la electricidad y el aire acondicionado. Como documentó el ingeniero Eric Hernández Desentis, consultor en ingeniería sustentable y diseño integral del proyecto, los vidrios son tipo laminado simple con una película intermedia Low-E con tecnología heat mirror. El cálculo se realizó seleccionando un vidrio XIR7241 con un valor U de 1.01 btu/hr*ft2*°F y coeficiente de sombreado promedio de 0.504 y 0.38 para los vidrios de la fachada sur.
El vidrio para las ventanas se planteó claro y de seis milímetros de espesor. Para la fachada oeste se consideró el uso de una malla de sombreado, capaz de reducir la incidencia solar en un 50 por ciento, ya que, para cumplir con los requerimientos LEED se necesita el sombreado exterior de acuerdo con la proyección de ángulos solares.
Además de permitir el paso de luz solar, la cúpula traslúcida del centro comercial hace posible la ventilación natural. Así lo explica Martín Núñez, gerente de Mantenimiento de Metrópoli Patriotismo: “tanto el domo del techo, como los cinco sótanos de estacionamiento, están equipados con un sistema de propelas que se abren y cierran cuando se detecta una alta concentración de monóxido o dióxido de carbono”.
El efecto isla de calor se minimiza con las terrazas y azoteas vegetadas, sumado a la selección de materiales reflectantes en las mismas. Para garantizar la calidad del aire en los estacionamientos se efectúa un proceso de inyección y extracción de aire, con la finalidad de que el flujo sea continuo y se evite la acumulación de contaminantes. Asimismo, para promover el uso de bicicletas y automóviles eléctricos e híbridos, Metrópoli Patriotismo reservó zonas para un total de 118 bicicletas, estaciones de recarga para vehículos eficientes y espacios preferenciales.
En lo referente al aprovechamiento hídrico, indica el gerente de mantenimiento, el complejo cuenta con un tanque tormenta que recoge 250 metros cúbicos de aguas pluviales, las cuales son cloradas con el fin de matar las bacterias y, posteriormente, utilizadas en conjunto con el agua procesada de la planta de tratamiento, para riesgo y descarga de WC. A su vez, las cisternas de agua potable de 200, 210 y 190 metros cúbicos suministran el recurso a las oficinas, locales de la plaza y lavamanos, todos de bajo consumo.
Más eficiencia, mayor ahorro
Constantemente se lleva a cabo un programa de medición y verificación para asegurar que tanto el centro comercial como la torre mantengan sus consumos. “Mediante el BMS se maneja el control de accesos, aire acondicionado, el monitoreo del sistema de alumbrado y de la red eléctrica”, afirma Núñez.
El arquitecto Óscar Angulo añade que los puntos para obtener la Certificación LEED en el rubro de energía son los que requieren más inversión; sin embargo, también son los que representan mayores ahorros en la operación de un edificio inteligente y sustentable.
Como se detalla en la bitácora de la consultoría en iluminación, el vestíbulo y las áreas públicas adyacentes se controlan a través de un sensor dinámico, dependiendo de las condiciones de luz natural. El diseño se basa en las capas de luz que pueden ser de encendido y apagado individual, reduciendo o aumentando los niveles en el espacio. Se añadió un control de capas, (debido a que los circuitos se extienden hacia el interior de las ventanas), para que éstas se activen y desactiven de acuerdo con las condiciones de iluminación.
Los pisos individuales se controlan con un ajuste que depende de las horas de ocupación en el complejo y el resto de las áreas de servicio funciona a partir de sensores de movimiento que encienden y apagan las luces por zonas específicas (en los estacionamientos, por ejemplo). La iluminación LED está automatizada en horarios determinados y la fachada permite escenarios predefinidos, donde la iluminación exterior se limíta al perímetro del inmueble, lo que reduce la contaminación lumínica.
Climatización y seguridad
Respecto al confort para el edificio de oficinas la propuesta contempló un sistema de agua helada de 600 kg ubicada en la azotea de la torre. Dos enfriadores que aceptan variación de flujo en el evaporador, cada uno con una bomba que opera mediante un variador de frecuencia controlado por la presión diferencial del sistema. “Tenemos dos chillers de 170 toneladas con motor de 15 Hp; 20 manejadoras de aire, 11 de 15 mil CFM que entregan aire a 9 ºC, y en las áreas comunes seis más pequeñas de 2 mil a 3 mil y 5 mil CFM”, añade Martín Núñez.
Para poner en funcionamiento a este gigante de alto rendimiento, la alimentación en media tensión es subterránea. Asimismo, 23 mil volts llegan a los seccionadores de tipo “J” para llevar a cabo la derivación hacia las cinco subestaciones, una para las áreas comunes del centro comercial, dos para las concentraciones de medidores de los locatarios y dos más para la torre de oficinas.
Finalmente, en cuestión de seguridad de las instalaciones y sus ocupantes, el complejo cuenta con una bomba jockey para el sistema contra incendio, hidrantes, rociadores y detectores de humo dispersos por toda la edificación, mientras que un sistema de pararrayos protege al centro comercial y la torre de oficinas de las descargas atmosféricas.