En septiembre, el desayuno de ASHRAE Capítulo Ciudad de México contó con la presencia del ingeniero César Ulises Treviño, presidente fundador del Mexico Green Building Council y director general de Bioconstrucción y Energía Alternativa. La sesión técnica, patrocinada por Carrier en colaboración con SUMe, llevó el nombre de “Alternativas para certificaciones y HVAC”.
La ponencia se enfocó en hablar sobre los beneficios que la edificación sustentable ofrece no sólo para los usuarios finales de los inmuebles, quienes pasan gran parte de su tiempo en estos lugares; sino también para los dueños de los edificios en términos de ahorros económicos y energéticos, así como para el medioambiente en general.
En las grandes edificaciones diseñadas para albergar oficinas, la calidad del ambiente interior suele ser uno de los mayores problemas, ya que un lugar con ventilación e iluminación deficiente afecta directamente la productividad de los empleados. Esto se debe a que, si en el sitio hay exceso de calor, el desempeño laboral desciende 6 por ciento; y si la temperatura es muy baja, se registra un descenso de 4 por ciento en la productividad. En cambio, una oficina con una adecuada ventilación, incrementa hasta en 101 por ciento los procesos cognitivos de precepción, atención, memoria y lenguaje. Los beneficios que ofrece la sustentabilidad enfocada en el desempeño de los equipos HVAC también redunda en la vida personal de los trabajadores, ya que podrán ver resultados positivos incluso en su calidad de sueño.
El ingeniero Treviño también destacó las diferentes certificaciones que existen disponibles en el país para edificios sustentables. La primera de la que se habló fue la certificación LEED; reconocida a nivel mundial porque sus edificios contribuyen al cuidado ambiental y favorecen la salud de los usuarios, al abordar créditos relacionados con la industria HVAC: rendimiento mínimo y estrategias mejoradas de la calidad del aire interior, confort térmico y rendimiento acústico.
Después se presentó la WELL Building Standard, la cual mide el impacto del entorno construido sobre la salud humana. Ésta contempla el diseño, la operación y el comportamiento de siete conceptos básicos para salvaguardar la salud de los ocupantes: aire, agua, nutrición, iluminación, bienestar físico, confort y mente. En México, hay ocho proyectos registrados que buscan esta certificación, uno de ellos en Nuevo León y los restantes en Ciudad de México.
La certificación EDGE evalúa la cantidad de recursos utilizados en una construcción nueva o existente: energía, agua y materiales, con base en una escala comparativa que considera estándares locales en 125 países, cuyas economías se encuentran clasificadas como emergentes.
El término sustentabilidad va muy de la mano de la operación de los sistemas de aire acondicionado y ventilación, ya que éstos marcan de manera importante la salud de las personas, la naturaleza y el ahorro energético. La intención de las certificaciones es que los equipos sean cada vez más eficientes, a fin de que en un futuro las condiciones adversas que se registran climáticamente disminuyan y la cultura de cuidado al medioambiente sea la base de cualquier proyecto en la industria de la edificación.
Danahé San Juan / Fotografías: Sergio Hernández