Durante los próximos 40 años, se espera que se construyan 230 mil millones de metros cuadrados en nuevas edificaciones en el mundo (el equivalente a la superficie de la ciudad de París cada semana), dio a conocer recientemente el informe “Hacia un sector de la construcción y edificios sin emisiones, eficientes y resilientes”.
Publicado por la Alianza Global para los Edificios y la Construcción (GABC, por sus siglas en inglés), la Agencia Internacional de la Energía y la Organización de las Naciones Unidas, el reporte señala que el sector de la edificación representa actualmente el 36 por ciento del uso final global de la energía y el 39 por ciento de las emisiones totales de dióxido de carbono (CO2).
Actualmente, indica el estudio, las edificaciones ocupan un área total estimada de 235 mil millones de metros cuadrados, y se espera que la cifra continúe creciendo en los siguiente años. A su vez, su consumo final de energía pasó de 119 exajulios (EJ) en 2010 a 125 EJ en 2016, mientras que el uso de combustibles fósiles en inmuebles se ha mantenido en 45 EJ, aproximadamente (ver figura 1), desde 2010.
Las emisiones relacionadas con la generación de energía basada en el carbón “parecen haber alcanzado su punto máximo, al menos temporalmente”, subrayó el informe. En 2016, éstas se situaron en 9 gigatoneladas de CO2 (GtCO2), es decir, una disminución de 0.5 GtCO2 en relación al 2013, cuando alcanzaron las 9.5 GtCO2.
En contraste, las emisiones de C02 producto de la actividad constructiva crecieron constantemente, pasando de 3.1 GtCO2 en 2013 a 3.7 GtCO2 en 2016. Esto significa que el uso de suelo a nivel global continúa creciendo 2.3 por ciento al año, mientras que la eficiencia e “intensidad energética de los edificios” tan sólo aumenta a una tasa promedio de 1.5 por ciento anual.
De continuar esta tendencia, explica el reporte de la GABC, durante las próximas décadas se tornará cada más difícil reducir o no rebasar los dos grados centígrados de calentamiento global para 2100, una las metas planteadas en el Acuerdo de París.
El estudio concluye que “existen múltiples oportunidades para mitigar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en el sector de la construcción”; no obstante, el uso de tecnologías ineficientes, la falta de inversión privada y de políticas públicas efectivas para promover una edificación más sostenible, se traducen en que el potencial de ahorro de energía de los inmuebles sigan sin aprovecharse del todo.
Fuente: UN Environment