Los actuales sistemas de climatización para edificios demandan gas y electricidad, superando el consumo de energía de los sistemas de iluminación en varios países, incluido México.
En su reporte titulado Indicadores de Eficiencia Energética: Fundamentos Estadísticos de 2016, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) señalan que la calefacción y el enfriamiento de inmuebles en los países miembros representan hasta 55 por ciento del consumo energético.
En el mismo año, estas organizaciones estimaron que los edificios de los sectores de Comercio y de Servicios Públicos, localizados en países como Francia, Italia, Japón, Corea del Sur y Nueva Zelanda, consumían el 34 por ciento de la energía por concepto de calefacción y el 11 por ciento por el uso de sistemas de enfriamiento.
Una solución a esta problemática es el uso de estrategias de climatización que permitan lograr la sustentabilidad energética, sin menoscabo del confort higrotérmico.
La climatización de un edificio sin consumo de electricidad y gas natural o L.P. es posible cuando el clima y el diseño con sistemas pasivos permiten lograr el confort. Ésta sería la primera opción para la climatización sustentable; en caso contrario, se procedería a la suma del uso de equipos HVAC de alta eficiencia energética. Aunque estos equipos requieren energía para su funcionamiento, se tiene la opción de brindarla mediante fuentes renovables, como la energía solar, geotermia, eólica, etcétera.
Otra opción es el uso de sistemas pasivos y, de ser necesario, climatización complementaria, con equipos HVAC híbridos sostenidos en renovables, como sistemas fotovoltaicos de tipo aislado y tecnología geotérmica de baja temperatura.
Aplicando estas estrategias es posible alcanzar la sustentabilidad energética en la climatización de edificios, solas, como el caso de sistemas pasivos y HVAC híbridos, o bien, mediante la combinación de dos o tres de las mismas.*
Esto traerá múltiples beneficios, como la conservación de recursos no renovables (combustibles fósiles) utilizados en los inmuebles, el desarrollo de sistemas híbridos que se sostengan en las energías renovables del lugar, el ahorro en pagos de facturación energética y la disminución de los costos de mantenimiento preventivo y correctivo por el uso constante de equipos de climatización convencionales.
Lo anterior, a su vez, dará lugar a la integración de conocimientos científicos y tecnológicos en los proyectos desarrollados por arquitectos e ingenieros interesados en las disciplinas de la arquitectura bioclimática y el aire acondicionado, así como la vinculación entre universidades y empresas del país para el desarrollo e investigación de los sistemas de climatización pasivos, de alta eficiencia energética e híbridos.
* Las aplicaciones de las estrategias en los casos específicos de México fueron realizadas por mi tesista el Dr. Agustín Torres R.
David Morillón
Ingeniero por la Universidad de Guadalajara, Maestro en Diseño Bioclimático por la Universidad de Colima y Doctor en Ingeniería por la UNAM. Cuenta con más de 30 años de experiencia en temas de edificación y bioclimática. Investigador en el Instituto de Ingeniería de la UNAM y consultor del Banco Mundial y el PNUD de la ONU en los temas de eficiencia energética y edificación sustentable.