La Agencia de Investigación Ambiental (EIA, por sus siglas en inglés) reveló recientemente la fuente del “misterioso aumento” de emisiones de CFC-11 registrado en los últimos años. De acuerdo con la investigación titulada Blowing It: Illegal Production and Use of Banned CFC-11 in China’s Foam Blowing Industry, todo indica que la responsable de dicho incremento es China, nación donde esta sustancia nociva y de uso ilegal continúa siendo utilizada en la fabricación de espumas aislantes; tan sólo una fábrica de aquel país produce 1 mil 100 toneladas de CFC-11 en un año.
El reporte de la EIA demostró que, pese a su prohibición en todo mundo, todavía existen muchas fábricas en la nación asiática que lo siguen produciendo y vendiendo ilegalmente. Esto debido a las amplias ganancias que genera, pues es mucho más barato que las opciones amigables con la capa ozono.
Avipsa Mahapatra, analista de Política Climática Internacional de la EIA, expresó: “Nos quedamos boquiabiertos cuando de las 21 compañías, 18 de ellas tan sólo en China confirmaron el uso de CFC-11, al tiempo que reconocieron la ilegalidad y se mostraron muy tristes sobre su uso”.
El gobierno chino recibió una multa por el hecho y ya se encuentra tomando las medidas adecuadas para frenar el problema, pero los investigadores han advertido que este podría haberse trasladado a otros sectores. Se espera que en los próximos nueve meses comiencen a verse resultados favorables, pues de no ser así, representaría un retroceso de diez años en la recuperación de la capa de ozono, reveló la investigación.
Fuente: EIA