En la actualidad, la demanda de electricidad de los centros de procesamiento de datos (CPD) representa entre un 2 y un 3 por ciento del consumo total de energía en el mundo. Aunado a esto, el gran crecimiento de la digitalización de la información y la aparición, hace pocos años, del Internet de las Cosas han desembocado en un incremento en el consumo eléctrico de los también llamados data centers de casi un 30 por ciento anual.
Este crecimiento representa una gran área de oportunidad en el diseño y la gestión de un CPD desde el punto de vista de la eficiencia energética, ya que el impacto económico y ambiental que genera es muy significativo.
Los tres sistemas que consumen más electricidad en un CPD, así como su porcentaje de consumo, son:
- Equipos de tecnología de la información (servidores, equipos de almacenamiento y de redes), de un 35 a un 50 por ciento
- Refrigeración, de un 35 a un 60 por ciento
- Infraestructura (iluminación, UPS, pérdidas), de un 10 a un 15 por ciento
Por otro lado, una de las métricas más comunes para medir la eficiencia en los data centers es la efectividad en el uso de la energía (PUE), creada por The Green Grid.
Ésta compara la energía total consumida en la instalación de un centro de datos con la energía utilizada para hacer funcionar el equipo de tecnología de la información (TI). El centro de datos óptimo tendría un valor de PUE de 1.
Algunos consejos para reducir el consumo de energía de los CPD son:
- Dimensionar adecuadamente el consumo eléctrico de los equipos TI
- Monitorear y controlar de forma instantánea los consumos
- Elevar la temperatura de funcionamiento del centro de datos (el estándar ASHRAE TC9.9, por ejemplo, recomienda temperaturas de hasta los 27 °C y permisibilidad de hasta 32 °C)
- Rediseñar los sistemas y la disposición de los racks para aumentar los niveles de eficiencia energética
- Usar equipos de refrigeración eficientes con su respectivo programa de mantenimiento preventivo
- Es importante entender la trascendencia y el impacto que genera remplazar los equipos de enfriamiento ineficientes, así como los de última generación que consumen menos energía y ayudan a disminuir riesgos de falla
- Actualizar los servidores y sistemas a modelos más eficientes (virtualización de servidores)
- Activar las características de administración de energía eficiente de los procesadores
- Sustituir la iluminación tradicional por iluminación led
En conclusión, debemos mejorar nuestro desempeño y aprovechar la gran oportunidad que tenemos para reducir nuestras emisiones de CO2, gracias a una correcta gestión del consumo de energía. Esto nos brindará una estrategia de eficiencia y más facilidad para obtener la aprobación de la alta dirección en este tipo de inversiones, así como una mayor confianza a los stakeholders, que cada vez tienen un mindset más enfocado en la reducción de impacto ambiental.
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Carmelo Santillán Ramos
Ingeniero industrial con tres maestrías relacionadas con la sustentabilidad y un doble MBA por la Universidad de Barcelona, CEM & LEED GA. Fundador de CSR Consulting y catedrático de maestría.