Profesor Roberto Zepeda
Coordinador docente del Cetis 39, Xochimilco
El control es esencial para la “Calidad de Aire Interior, IAQ”, y la “Calidad Ambiental Interior, IEQ”.
1. Necesitamos saber si se trata de equipo nuevo o usado. Si se trata de nuevo, se tomarán en cuenta las recomendaciones del fabricante, y cuando es usado, será importante basarse también en la experiencia del técnico.
2. Es indispensable realizar un “barrido” al sistema para retirar tanto las impurezas como la humedad, y posteriormente un “alto vacío al sistema”, para evitar lo más posible la humedad en el sistema, ya que de lo contrario, al mezclarse con el refrigerante y el aceite, causará “acidez”, lo que puede dañar el equipo.
3. Debemos llevar una bitácora del equipo, en la cual tengamos el control de las condiciones de trabajo normal: su presión, temperatura, cantidad de refrigerante, voltaje, amperaje.
4. Para el buen arranque de los compresores debe existir una buena lubricación en el sistema, sus componentes, control de refrigerante, y ajuste correcto de protección y control.
5. Nunca mezclar los lubricantes: alquibenceno, sintético o poliolester. Utilizar el adecuado para el tipo de refrigerante y la cantidad necesaria. La forma en que se lleva a cabo está lubricación puede ser natural o empleando una bomba, además de tener un control del aceite por medio de un presostato.
6. Cuidar las presiones de succión y de descarga, muchas veces el técnico valiéndose de su vista u oído, no utiliza las herramientas adecuadas y esto también redunda en problemas de amparaje y voltaje.
7. Realizar la carga de refrigerante adecuadamente. Si se trata de refrigerante líquido y se hace por “baja presión”, podemos llegar a desvielar el compresor, lo mismo si no tenemos la cantidad de refrigerante adecuado porque lo forzaremos a trabajar.
8. Revisar constantemente las presiones y temperaturas. Colocar un controlador electrónico que proporcione una inspección precisa, puede ser la solución. En el controlador se interconectan presostatos, tesmostatos, sensores, válvulas y contactores.
9. Los dispositivos de control se deberán ajustar al tipo de requerimiento.
10. Evitar las fugas. Los bajos niveles de aceite o refrigerante traen consigo dificultades en el arranque del compresor o fallas. Normalmente las pruebas de presión se realizan rápido para no dañarlo.
11. Tomar en cuenta el tipo de compresor: hermético, semihermético, scroll, abierto, para que se realice el mantenimiento correcto. En el caso de los compresores Scroll poseen un calefactor de Carter para que no haya migración de líquido refrigerante durante el paro del equipo y facilite el arranque de la unidad.
12. Cuidar el sobrecalentamiento del equipo.
13. No dejar el equipo abierto o a la intemperie para evitar la humedad.
14. Trabajar o revisar los equipos de acuerdo a los requerimientos, accesorios, sistemas de protección y control, y herramientas de acuerdo a especificaciones técnicas del fabricante y con las modalidades de seguridad necesarias.
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