Ing. Gerardo Sánchez
Gerente del área de Automatización de Trane
Para acondicionar sin dañar el patrimonio cultural, es necesario que un experto realice una inspección y evaluación del lugar y determine con base a estudios previos, el mejor sistema que se instalará.
Tan invaluable es un edificio histórico como el material que resguarda. Hoy en día, se conocen muy bien las condiciones que originan la degradación de muchas piezas con valor patrimonial, así como los procesos que se llevan a cabo para su conservación. ¿Pero cómo se logran las mejores condiciones de acondicionamiento sin dañar las estructuras de estos valiosos inmuebles?
A decir del Ing. Gerardo Sánchez, gerente del área de Automatización de Trane, se debe tomar en cuenta que estos lugares “fueron hechos hace muchos años, incluso antes que hubiera aire acondicionado, o que se pudiera tener controlado el clima, incluso desde su envolvente se hicieron con materiales que son permeables o porosos, porque en aquella época no era necesario hacer una diferencia de temperatura entre el interior y el exterior, también al ser, muchos de ellos, inscritos como patrimonio cultural por organizaciones como la UNESCO, no se puede instalar materiales nuevos dentro de ellos”.
Para llevar a cabo ambos objetivos: acondicionar sin dañar el patrimonio cultural, es necesario que un consultor, con experiencia en estos inmuebles, realice una inspección y evaluación del lugar, y determine con base a estudios previos, el mejor sistema que se instalará, y que a su vez apoyará en el proceso de conservación.
“El personal que se dedica a la administración y operación de institutos de arte, no tiene por qué ser expertos en aire acondicionado, por eso es importante que un consultor, trabaje con ellos y tenga conocimiento de estos parámetros y piezas a resguardar”. El consultor trabajará, a la vez, de la mano de los proveedores de los equipos de aire acondicionado, ambos definirán la mejor solución, su lugar de instalación, los accesorios que son necesarios, la cantidad de toneladas de refrigeración y en general toda la soportería para su puesta en marcha.
“No se puede tener fácilmente ductos o perforar una pared, o abrir un cancel, por ello la distribución de aire se vuelve un reto en estos lugares, pues no es tan sencillo hacer los cambios de aire necesarios y distribuirlo en todo el lugar, estos factores muchas veces nos lleva a ocupar unidades manejadoras de aire con caída de presión elevada”.
Un castillo gobernado por el aire
El trabajo en la remodelación de un área de exposiciones dentro del castillo de Chapultepec, es un ejemplo claro de los aspectos que se deben tomar para lograr el acondicionamiento de sitios históricos.
“En ese lugar sugerimos equipo para dos frentes distintos: uno para el área de exposición y otro para la zona denominada ‘las mazmorras’, que utilizan como bodega, y donde guardan colecciones que no están en exhibición”, comenta el Ing. Gerardo Sánchez.
Según nos informa el especialista, en la parte del museo se instalaron equipos tipo paquete en el techo del castillo, y gracias a que la unidad contiene la parte de manejo de aire y la de refrigeración, se facilitó su instalación, sin dañar la estructura del lugar. “Agregamos una serie de controles de temperatura y humedad en la salas, además de humidificadores, porque en el caso de la ciudad de México, una gran parte del año es muy seco”.
En la zona de “mazmorras” este proceso fue menos complicado, ya que tuvieron la libertad de colocar una enfriadora de agua helada en el patio, y a su vez pequeñas manejadoras en las zonas donde se encuentran las obras de arte, así como su sistema de control que permite monitorear el líquido y la humedad del sitio.
El Ingeniero Gerardo Sánchez, comenta que también han participado de la remodelación de un museo ubicado en el excasino de la selva, en Cuernavaca, Morelos. “Se hizo una recuperación muy importante de unos murales, que se colocaron en uno de los edificios existentes, y se agregó una exposición que hubo que acondicionar”.
Este también se trataba de un edificio histórico, que no estaba preparado para recibir aire y ahí se colocaron unidades manejadoras, condensadoras y una gran cantidad de instrumentación. Sin embargo, una de las limitantes fue la forma geométrica del edificio, ya que se trataba de una especie de rectángulo muy largo y estrecho. Por esa razón se colocaron sensores en muchos puntos para asegurar la correcta distribución del aire en todo el lugar. Además, de un par de equipos dehumidificadores para buscar reducir el consumo de energía.
Se trata de un proyecto muy flexible en cuanto a los parámetros de temperatura y humedad, ya que una de sus salas está destinada a exhibiciones temporales, y dependiendo de la exposición y sus piezas, se determinan los rangos de climatización.
Control desde lejanas regiones
Una vez que se tiene la adecuada selección de equipos, una limitante que salta a la vista inmediatamente es la falta de los recursos para invertir en estos proyectos, ya que no sólo basta con acondicionar, sino que se necesita tener un adecuado control de cada zona, sala o galería.
Y es que, comenta el Ing. Sánchez, “muchas veces estos espacios en volumen no son muy grandes, llevan un equipo de aire acondicionado de ciertas toneladas de refrigeración, no muy altas, quizá con 100 toneladas de refrigeración es suficiente”, pero la inversión inicial aumenta cuando se incluyen sistemas de control, necesarios para la adecuada operación de cada una de las salas y detección de posibles fallas.
Estos sistemas de control son más indispensables cuando se trata de exposiciones temporales, que provienen del extranjero y exigen la supervisión y respeto de las condiciones de temperatura y humedad que son requeridos por sus administradores o dueños. “Un requisito para facilitar estas piezas es que el lugar esté bien acondicionado y además puedan tener un reporte diario de cómo está trabajando los equipos, es decir, que se lleve una bitácora diaria por sala, donde se verifique temperatura y humedad cada media hora, y que ellos puedan ver o auditar desde dónde están”.
Estos sistemas de control son muy sencillos de consultar vía internet y, como afirma el experto, es algo requerido porque se trata de obras de arte de valor inapreciable, donde no hay forma de sustituirlas, reemplazarlas o recuperarlas.
Es de vital importancia el adecuado sistema de acondicionamiento de aire con el control que lo haga funcionar en forma adecuada, ya que se trata de la exhibición y por lo consiguiente la conservación de acervos históricos, que al no tenerlos acondicionado causan su perdida.
“El día que uno quiere verlo o constatar alguna información, estos materiales se van eliminando o deshaciendo, hay algunos lugares que tienen la copia, de la copia, de la copia, porque ya no se pudo restablecer el original”.
El tener el sistema adecuado de acondicionamiento nos permitirá conservar, y de esta manera poder admirar las diversas manifestaciones de la bellas artes, llámese pergaminos, pinturas, negativos, piezas prehistóricas, hasta grandes obras y sitios históricos, sin tener que recurrir a la copia de la copia.
Recomendaciones | |
1 | Tener en cuenta que el proyecto de aire es muy importante, ya el edificio está fijo, probablemente lo que cambiará es el diseño interior. |
2 | Es importante dar el suficiente tiempo al consultor de hacer su diseño con calma y a detalle, y que él vea muy bien cuáles serán las necesidades, dependiendo de salas de exposición. |
3 | Prepararse para la inversión en el sistema de control, vale la pena observarlo desde el principio y tomar en cuenta su mantenimiento. |
4 | El problema de la humedad no se percibirá inmediatamente, pero si no se agrega la adecuada, corremos el riesgo de dañar la obra, por lo cual, podemos considerar un sistema auxiliar de tratamiento con químico, para alimentar de agua más suave a equipos humidificadores. |
5 | En caso de humedad excesiva se pueden considerar otra opciones como el de la rueda entalpica, cuya inversión inicial es más elevada, pero en mantenimiento ha tenido un costo mucho más bajo. |
6 | Verificar qué filtros vamos a emplear, es importante preverlo para no estar alimentando de aire que pudiera ser corrosivo a las estructuras resguardadas. |