El mercado global de flores y follajes está valuado en 49 mil millones de dólares anuales. Su crecimiento se debe, en buena parte, a la evolución en los procesos de conservación que aplican los floricultores.
Por Gisselle Acevedo
La inserción del mercado floral en todo el orbe ha sido asombrosa en los últimos años. Basta con saber que entre los principales productores se encuentra la Unión Europea, Holanda específicamente, cuya producción anual ronda los 4 billones de dólares, seguida en importancia por Italia, Alemania, Francia, España y Colombia. En lo que concierne a los consumidores, la industria ubica a Europa Occidental, Japón y Estados Unidos entre los destacados, estimando su mercado en 44 mil millones de dólares.
El alcance no para ahí. Desde 1990, las importaciones de los países en desarrollo se han incrementado al punto de representar, actualmente, 16 por ciento del total importado de la Unión Europea. Algunos de estos países son México, Argentina, Chile, Taiwán, Corea, Singapur, Zimbabwe, Kenya y Europa del Este. Con dichos antecedentes se demuestra la importancia del sector en la economía mundial.
Postcosecha
Para comprender el desarrollo de la industria floral, es preciso conocer antes los mecanismos que a últimas fechas han puesto en marcha los floricultores y que han incrementado la calidad del producto. El de mayor relevancia, según palabras del ingeniero Agrónomo, Rolando Klasman, del departamento de Producción Vegetal de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA), es el llamado “Manejo postcosecha”, el cual cimenta sus bases en la NOM-ISO-9000 por recomendación del CCI (Centro de Comercio Internacional) UNCTAD/OMC. Su finalidad es controlar las alteraciones de la flor mediante la reducción de su temperatura y la hidratación del tallo, minutos después de haberse segado.
“La temperatura ambiental es un factor decisivo en la calidad de las flores. Esto ocurre en el cultivo y luego se convierte en el principal aspecto a tomar en cuenta durante el almacenamiento y operación de transporte. Una vez realizada la cosecha de las flores, es necesario mantener su frescura natural. Por ello, el enfriamiento es un requisito que mantiene la calidad de la mercancía, evitando el deterioro por el calor que produce. Cuanto menos sea el tiempo que transcurra entre el corte y la refrigeración, más tiempo será el que la flor conservará sus propiedades decorativas en jarrón. Para las flores, cuentan los mismos requisitos que para otros productos perecederos”, asegura Rolando Klasman.
Panorama de ejecución
El proceso “Manejo postcosecha” es versátil, lo que ha posibilitado su ejecución durante toda la cadena productiva de la flor (producción, comercialización y distribución). Carlos Morera de la Corporación Frigorífica Friomarkt, en Valencia, España, menciona dos ejemplos constantes con base en su experiencia con el cliente al dotarlos de cámaras frigoríficas:
“En viveros, las flores se recolectan a primera hora de la mañana para aprovechar su mayor nivel de turgencia. Se colocan inmediatamente en baldes con agua a los que se añaden conservadores para, posteriormente, introducirlos en las cámaras frigoríficas. Para su envío, se retiran de las cámaras, se confeccionan, empaquetan y son servidas al cliente. De esta manera, se acorta el tiempo entre la recolección y su venta, con la garantía de que la respuesta en jarrón –dentro de las características propias de cada variedad de flor– será la mejor posible.
“En las floristerías, en cambio, las flores se compran al productor y se almacenan en sus cámaras –algunas con diseño de vitrina–, teniendo cuidado de no exponer al chorro de aire frío a las flores más delicadas. En caso de que esto no sea posible, se protegen mediante cubiertas de plástico de embalaje para evitar su exposición directa al frío. En el caso de flores de importación que se manejen con caja de cartón, ésta se mantiene el máximo tiempo posible para proteger a la flor del frío. Las flores delicadas tendrán que ubicarse en la parte de la cámara donde no incide de forma directa el frío para protegerlas y evitar quemaduras”.
Qué se logra con el enfriamiento
- Reducir la tasa respiratoria del material vegetal
- Disminuir la pérdida de agua por transpiración
- Bajar la propagación de microorganismos
- Ampliar el tiempo de duración de la mercancía
- Aminorar la sensibilidad frente al gas etileno
Etileno, carrera contra el tiempo
Una de las mayores preocupaciones para los floricultores es, sin duda, la rápida generación de etileno en la flor, ya que se trata de un regulador de los procesos metabólicos producido por tejidos vegetales que actúa en concentraciones muy pequeñas en los procesos de maduración y, posteriormente, en los de senectud. Para inhibir su abundante proliferación, la industria ha tomado medidas, entre las que se pueden citar la hidratación, el frío y el agregado de sustancias químicas que inhiben su producción y la propagación de microorganismos dañinos. “Para su control durante el periodo de resguardo, el productor tiene que considerar que la temperatura del producto permanezca entre cinco y 12 grados. A su vez, la tarea del comerciante será, en este caso, agregar sustancias químicas para mantener baja la carga bacteriana en el agua que moja el extremo de los tallos, impedir que éstos sean bloqueados por diferentes compuestos producidos por la herida del corte, burbujas de aire que pueden formar embolias y actividad de microorganismos, además de evitar la formación de etileno en los tejidos de los tallos florales”, declara Klasman.
Cabe resaltar que la producción de etileno en los tallos florales también se produce de forma exógena, como resultado del funcionamiento de máquinas, como motores de combustión interna, componentes eléctricos y equipos calefactores utilizados en el cultivo. La presencia de etileno externo en la flor produce aumento de los procesos que generan etileno endógeno.
Innovaciones
Los modelos de cámaras frigoríficas varían de los ocho metros cúbicos, hasta los que cubren grandes almacenes de flores. Carlos Morera enlista las innovaciones que su marca, ―como muchas otras, ha efectuado en torno a la eficiencia energética:
- Condensación flotante. Supone un ahorro de energía entre 30 y 35 por ciento, con lo que se convierte en una técnica utilizable con una gran rentabilidad. Obliga a una inversión mayor al usar condensadores y evaporadores de mayor tamaño, así como una válvula electrónica de expansión, pero estos costes se justifican al conseguir importantes ahorros energéticos y, por tanto, en el de uso de la instalación.
- Regulación electrónica de los ventiladores en el condensador. En lugar de regular el funcionamiento de los ventiladores, según presión de trabajo, con una pequeña inversión suplementaria conseguimos regular el régimen de giro de los ventiladores del condensador para que trabajen de cero a 100 por ciento con el consiguiente ahorro energético, prolongando, al mismo tiempo, la vida útil de los ventiladores.
- Compresores con regulación de capacidad. Siempre que sea posible, se debe aplicar la regulación de capacidad a los compresores, de manera que, con una pequeña inversión suplementaria, se consiga ahorro energético y se prolongue la vida del compresor.
Las modificaciones no sólo han impactado a los sistemas de refrigeración; además, la industria se ha visto en la necesidad de ajustar otras tecnologías y métodos de comercialización con el fin de alcanzar mayores índices de calidad. Rolando Klasman las enlista:
- Desplazamiento del vidrio por el polietileno en los invernaderos
- Entrada del riego por goteo
- Interés de muchos productores por medir y controlar el pH y conductividad del suelo, sustratos, agua y soluciones nutritivas
- Producción especializada de pequeñas plantas juveniles con sus raíces para iniciar cultivos
- Entrada de nuevas variedades de forma constante
- Control ambiental mediante nuevos invernaderos, calefactores, ventanas, mallas de sombreo y pantallas térmicas reflectivas
- Uso de sustancias reguladoras de crecimiento
- Desarrollo de la industria del sustrato
- Incorporación de nuevos sistemas de comunicaciones
- Creación de nuevos canales de comercialización
- Salida de productores a visitar cultivos extranjeros
- Incorporación de transportes térmico y refrigerado
- Identificación de la mercadería
Como se observa, el éxito de la industria floral ha dependido en buena medida de la responsabilidad asumida por los floricultores, pues la calidad del producto inicia con la compra de una planta sana para posteriormente establecer su producción, manejo profesional de consumo (nutrición, riego, control de plagas, manejo de cosecha y postcosecha), la estrategia de comercialización, análisis de mercado, empaque, transporte y exposición al público final. Muchas de estas razones influyen en que sean los países desarrollados los que encabezan la lista de productores, ya que la familiaridad con nuevas tecnologías y procesos de alta calidad han hecho de su producto algo confiable.
1 comentario
Yo soy giubilado italiano inseño refigeración a gratis por pasar el tiempo en la rep. dominicana. tengo todos los datos para la refrigeració y congelacion de los alimentos no tengo datos por la coservación de las flores. ustedes pueden inviarlos por correo grazias ellero gori