El avance de la tecnología y la evolución de las necesidades de los usuarios han dado pie para mejorar y optimizar las construcciones.
Por: Diana Lozano y Lorena Ruiz
En México, la idea de construir edificaciones inteligentes surgió con la apertura a mercados internacionales en los años 90 que propició la llegada de las primeras cámaras de CCTV, alarmas y otros elementos de control de seguridad.
Algunos inmuebles antiguos se han modernizado con tecnología de vanguardia y otros son planeados desde un inicio para que sean edificios inteligentes, así llamados por su sistema de control en materia de climatización, seguridad, iluminación y protección contra incendios, entre otros, lo que resulta en una máxima economía, flexibilidad, seguridad, automatización y prevención.
Al comienzo de la década de 1980, en países como Estados Unidos y Japón se comenzaron a construir los primeros edificios a los cuales se les aplicaba la informática para mejorar su comodidad y funcionalidad. En aquellos años ya circulaba información sobre edificios que contenían sistemas de telecomunicaciones eficientes en los esquemas de comunicación y sistemas de automatización que resultaba en un importante ahorro de energía.
De acuerdo con expertos los edificios inteligentes son más atractivos y más fáciles de arrendar, que los edificios comunes, ya que en algunas ocasiones éstos carecen de facilidades y servicios que hoy en día son necesarios para cualquier cliente, por tal motivo, muchos de ellos deciden buscar alternativas que puedan satisfacer sus necesidades de negocio y sobre todo de comunicación.
IMEI
Un edificio sustentable provee un ambiente productivo, eficiente y seguro de trabajo al usuario final, a través de la optimización de sus cuatro elementos básicos: estructura, sistemas, servicios y administración, relacionándolos entre sí para un mejor rendimiento dentro de un esquema de sustentabilidad.
Entorno eficiente y productivo para el usuario
Estructura del edificio: Altura, entrepisos, ductos especializados, accesibilidad, arquitectura, calidad de obra, capacidad sísmica y contra huracanes.
Sistemas e instalaciones: Aire acondicionado, iluminación, electricidad, control de accesos, CCTV, detección de incendios, sistemas contra incendios, elevadores, suministro de agua, monitoreo y control, sistema de riego y de limpieza de fachada, telecomunicaciones, red celular, tratamiento de aguas.
Servicios del edificio: Estacionamiento, transportación vertical y otros. Safety and security, mantenimiento, comunicaciones, amenidades, automatización, ahorro de energía y asesoría.
Administración del edificio: Propiedad, operación, mantenimiento, arrendamientos, servicios, riesgos, tecnología y sustentabilidad.
Fuente: Simposio sobre Planeación, Diseño y Construcción Sustentable en el Caribe Mexicano, ingeniero Felipe Flores, presidente IMEI. Febrero ,2010.
Un edificio considerado sustentable debe tener un objetivo social e ir más allá del sólo emplear tecnología
Perspectiva General
En el Simposio Internacional del Edificio Inteligente de 1985, en Toronto, Canadá, se estableció que “un Edificio Inteligente es aquel que combina las innovaciones, tecnológicas o no, con una administración hábil para maximizar el retorno de inversión para sus propietarios”.
De acuerdo con el licenciado Daniel Abraham López Páez, especialista de Negocios, Marketing Communications de Schneider Electric México, “el edificio inteligente es una estructura productiva, verde, confiable y segura que integra los conceptos de eficiencia energética, comunicación efectiva, seguridad y confort de los usuarios y administradores”.
En ambos casos, se trata de edificaciones que cuentan con tecnología avanzada, lo que permite que el sistema proteja y trabaje para el usuario, y represente un ahorro significativo de dinero. Esta plataforma tecnológica debe lograr que el edificio esté conectado con medidas de seguridad y control de acceso, climatización integral, ascensores con sistemas de optimización de flujo, servicio de datos, seguridad, así como incorporar dispositivos y terminales de comunicaciones, audiovisuales, entre otros, que faciliten al usuario la utilización de todos los servicios.
El diseño y conformación de estas edificaciones deben cumplir con ciertos criterios para integrar los distintos componentes, y adaptarse al crecimiento y desarrollo de nuevos servicios dentro del edificio. Debe definirse cómo tiene que ser el canal que contendrá los cableados, los cuartos de máquinas, la localización de los motores, la energía y ventilación o las provisiones energéticas para que en caso de que ocurra un corte, los usuarios no pierdan información y puedan seguir trabajando.
El especialista en negocios, Abraham López, señala que “quien planifica construir una vivienda privada, un establecimiento comercial o industrial, no solamente le espera una gran cantidad de trabajo, se encuentra también frente al desafío de responder de forma individual a las exigencias ambientales, técnicas y financieras, las cuales han aumentado en los últimos años”. Añade que, “si se trata de gestión e instalación eléctrica del edificio, se requiere tener en cuenta los aspectos más diversos como:
Los grados de inteligencia de un edificio se miden según la cantidad de procesos controlados y la forma en que lo hacen.
Grado 1. Inteligencia mínima. Sistema básico de automatización del edificio.
Grado 2. Inteligencia media. Sistema de automatización del edificio totalmente integrado, pero sin una completa integración de las telecomunicaciones.
Grado 3. Inteligencia máxima. Grado en el que se encuentran totalmente integrados los sistemas de automatización del edificio, la actividad y las telecomunicaciones. El sistema de automatización del edificio se divide en:
Sistema básico de control. Permite monitorear el funcionamiento de instalaciones eléctricas, hidrosanitarias, elevadores, escaleras eléctricas y suministros de combustibles.
Sistema de seguridad. Protege a las personas, al edificio, los bienes materiales y la información. En la seguridad de las personas destacan los sistemas de detección de humo y fuego, fugas de gas, suministro de agua, monitoreo de equipo contraincendios, sistema de rociadores, extracción automática de humo, señalización de salidas de emergencia y el voceo de emergencia. Para la seguridad de bienes materiales o de información, existe el circuito cerrado de televisión, la vigilancia perimetral, control de accesos, control de rondas de vigilancia, la intercomunicación de emergencia y el detector de movimientos sísmicos.
Componentes Inteligentes
Para que un edificio sea sustentable, necesita un cerebro para controlar de forma inteligente los distintos sistemas y los miles de puntos de datos que pueden generar. De acuerdo con el entrevistado estos pueden ser:
Video Vigilancia IP – Las nuevas cámaras digitales conectadas a la red IP corporativa habilitan el monitoreo electrónico en cualquier lugar del mundo, haciendo la video vigilancia IP una herramienta simple y efectiva.
Alarmas y sensores – Las alarmas y sensores son análogas a los cinco sentidos del cuerpo humano, detectando lo que está sucediendo en un entorno y reportando esa información a un controlador que puede tomar acción.
Acceso – El acceso actual está mucho más allá que la tradicional cerradura con llave, pero muchos lugares de trabajo exigen un control más estricto. El acceso enlazado con IP habilita sistemas como lectores de tarjetas y biométricos.
HVAC – Mantener la temperatura de un edificio en un rango confortable es difícil y las empresas han aprendido que darle el control HVAC a los empleados o inquilinos no funciona debido a la sobrecompensación. Los nuevos sistemas habilitados con HVAC se vinculan a los servidores con software sofisticado, permitiendo penalizaciones monetarias si los inquilinos exceden niveles previamente acordados así como ofrecer una predicción del clima a futuro que permite ajustes por adelantado.
Comunicaciones – Hoy en día, las soluciones están disponibles para voz, datos y video en redes empresariales tanto cableadas como inalámbricas.
Energía – Las empresas tienen una lucha continua para controlar el creciente uso de energía. Pero los sistemas HVAC habilitados con IP permiten que el uso sea determinado por el acceso de inquilinos, con rangos apretados de cambio de graduación establecidos por adelantado en un acuerdo con los usuarios para eliminar el desperdicio de energía.
Iluminación – Los sistemas inteligentes interconectados con IP controlan el uso de energía al apagar la luz en una oficina al momento en que un empleado sale de ella.
Requisitos Para un Edificio Inteligente
Arquitectónicos: El diseño arquitectónico de un edificio inteligente debe ser adecuado y correcto, para satisfacer las necesidades actuales y futuras de los ocupantes, propietarios y operadores del edificio. Debe ofrecer flexibilidad, tanto en el proyecto como en la selección de los sistemas y servicios. Es necesario que su diseño sea modular en cuanto a la estructura e instalaciones, para ofrecer mayor confort al usuario, incremento de la seguridad y estimulación en el trabajo, así como tener la posibilidad de no interrupción del trabajo de terceros en los cambios o modificaciones y la humanización de la oficina.
Tecnológicos: La disponibilidad de medios técnicos avanzados de telecomunicaciones, automatización de las instalaciones e integración de servicios. Dichos elementos deben tener la capacidad de crear ambientes de confort y prácticos para sus usuarios.
Económicos: La posibilidad de cobrar precios más altos por la renta o venta de espacios, debido a que al implementar todos los elementes el inmueble adquiere un valor agregado. Beneficios económicos para el propietario, que se traducen en reducción de costos de operación y mantenimiento. Incremento de la vida útil del edificio.
Ambientales: Creación de un edificio saludable, cuidado del medio ambiente y generar ahorro energético. De acuerdo con el arquitecto José María Nava, coordinador de la Carrera de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana, un edificio considerado sustentable debe tener un objetivo social e ir más allá del sólo emplear tecnología.
Principales Características
El diseño y conformación de estas edificaciones deben cumplir con ciertos criterios para integrar los distintos componentes, y adaptarse al crecimiento y desarrollo de nuevos servicios dentro del edificio. Debe definirse cómo tiene que ser el canal que contendrá los cableados, los cuartos de máquinas, la localización de los motores, la energía y ventilación o las provisiones energéticas para que en caso de que ocurra un corte, los usuarios no pierdan información y puedan seguir trabajando.
El especialista en negocios, Abraham López, señala que “quien planifica construir una vivienda privada, un establecimiento comercial o industrial, no solamente le espera una gran cantidad de trabajo, se encuentra también frente al desafío de responder de forma individual a las exigencias ambientales, técnicas y financieras, las cuales han aumentado en los últimos años”. Añade que, “si se trata de gestión e instalación eléctrica del edificio, se requiere tener en cuenta los aspectos más diversos como:
Flexibilidad. En edificios que en su mayoría cuentan con una duración útil de varias décadas, la reorganización del espacio sólo es cuestión de tiempo. Por eso es conveniente que las funciones del edificio se ajusten a las exigencias de sus usuarios de forma sencilla y económica, sin que por ello tengan que abrirse paredes y tender más cables.
Comodidad. Las expectativas de comodidad en viviendas y oficinas nunca han sido tan exigentes. Una instalación eléctrica moderna que permita un manejo cómodo y sencillo, hace más fácil la vida privada y laboral.
Rentabilidad. Para decidir la rentabilidad de una inversión, no sólo hay que tener en cuenta el presupuesto de la obra, sino también los gastos habituales de mantenimiento del edificio. Por ello, la tecnología del edificio se muestra más rentable en cuanto sea más flexible su capacidad de reacción para adaptarse a los últimos avances de la técnica y a nuevas exigencias. En este sentido, considerando la preocupación por el medio ambiente y el aumento de los gastos de energía, es necesario disponer de un sistema de gestión de edificios que ofrezca soluciones inteligentes para que la energía se emplee de forma eficiente.
Seguridad. Para que los usuarios de un edificio gocen de la mayor seguridad, la tecnología del edificio ha de ser capaz de reaccionar de forma rápida e inteligente en situaciones críticas. Independientemente de la presencia o ausencia de personas”.
Solución Económica a Largo Plazo
A decir de Abraham López, la tecnología inteligente de edificios no sólo ofrece mayor flexibilidad, comodidad y seguridad, también es rentable. El especialista afirma que “aunque en la fase de planificación y ejecución de la obra, la instalación de las soluciones supera en gastos a la instalación eléctrica tradicional, en la fase de utilización se reducen considerablemente. El motivo es que el gasto inicial de inversión constituye sólo 25% del total del edificio, los de mantenimiento se elevan por lo general a 75% durante la fase de ocupación”.
Beneficios
Es bien sabido que los edificios inteligentes brindan un sinfín de beneficios tanto a sus usuarios como a sus propietarios. De acuerdo con Abraham López, es posible separarlos en cuatro áreas principales: financiera, salud, productividad, eficiencia y preservación de los recursos ambientales. La relación entre dichas áreas se da de la siguiente manera:
Financieros
- Aumento en las rentas de alquiler
- Periodos de recuperación del arrendamiento más inmediatos
- Tasas de retención de los inquilinos mayores debido al incremento del confort
- Costes de funcionamiento menores para: energía, agua, residuos y mano de obra
- Costes de renovación más reducidos
- Potencial plazo de ejecución de la obra más acelerado
- Órdenes de cambios menores, durante la construcción
- Menores obligaciones y riesgos, lo que se traduce a menores primas de seguros
- Mayor valor de los préstamos y menores requisitos de capital
- Mayor valor del edificio a la hora de la venta
- Mayor rendimiento de la inversión
Salud y productividad
- Mejor calidad ambiental interior
- Control y confort térmico de los usuarios
- Menores quejas en relación con los usuarios del edificio
- Menor absentismo de los empleados (14% – 48%)
- Mayor productividad de los empleados
Medioambiente
- Se reduce el impacto que producen sobre el transporte
- Se preserva el hábitat y los ecosistemas en donde se implantan
- Se reducen las necesidades de tratamiento de aguas y de los sistemas de abastecimiento y saneamiento
- Contaminación reducida en aire, agua y suelos, incluyendo las contribuciones al ozono y al calentamiento global
- Menor escorrentía superficial generada y más infiltración al terreno
- Menores huellas de los edificios
- Eficiencia y preservación de los recursos
- Menor coste de la obra al reducir las cargas
- Empleo más eficiente de los materiales (hasta 30%)
- Menor consumo de energía (electricidad 30% – 70%), iluminación (40% – 70%) y gas natural (hasta 7%)
- Menor consumo de agua (hasta 65%)
- Menos residuos generados durante la construcción y funcionamiento del edificio
- Utilización de recursos renovables, menor uso de los no renovables
- Utilización de materiales con contenido en reciclados
- Vida más larga para materiales, sistemas electromecánicos y el edificio en sí
- Reciclabilidad de los materiales del edificio
- Factor de la mano de obra mejorado a través de la productividad y la optimización del capital intelectual de reacción del proyecto
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1 comentario
es una gran ayuda